Sigatoka Negra del banano podría afectar la seguridad alimentaria en el Caribe
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) hizo el llamado a “salvar las pequeñas explotaciones bananeras e ir más allá de soluciones temporales” respecto a la lucha contra la devastadora Sigatoka Negra.
Y es que esta enfermedad continúa causando estragos en las plantaciones de banano del Caribe, afectando no sólo a los productores de este fruto, sino también a las familias más vulnerables.
De este modo, la organización ha hecho el llamado a luchar contra la Sigatoka Negra para evitar una posible inseguridad alimentaria por parte de la población, situación que podría hacerse realidad de continuar la expansión de la peligrosa plaga.
Cabe señalar que ésta es una de las enfermedades más peligrosas que afectan al banano y el plátano. De acuerdo a lo señalado por la FAO, la enfermedad se originó en Asia y llegó al Caribe en 1991, época en la que los productores no pudieron enfrentarla, por lo que ésta acabó con varios cultivos de fruta.
"La industria del banano en el Caribe lleva luchando desde hace tiempo por salir adelante, pero la llegada de la Sigatoka Negra fue la gota que colmó el vaso", aseguró Vyjayanthi López, Oficial de Producción y protección vegetal de la Oficina Subregional de la FAO para el Caribe.
López se ha encargado de supervisar un programa regional para ayudar a cinco países en la lucha contra esta enfermedad: Dominica, Granada, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas en las Antillas, así como Guyana, en la parte continental de Sudamérica, según indica el sitio de la FAO.
“Las principales armas de la industria bananera, en particular la investigación y el desarrollo, se han debilitado debido a las limitaciones financieras. Y sin una voz fuerte en defensa de estos agricultores, el sector, especialmente en las islas, tendrá dificultades para recuperarse”, explicó López.
Y es que la industria bananera genera una cantidad de empleos y servicios que son vitales para los ingresos de las familias más vulnerables, por lo que, de continuar esta situación, su seguridad alimentaria se vería fuertemente afectada.
En relación a lo anterior, la FAO señala que en las localidades de San Vicente y Granadinas, el 70% de la tierra cultivable se destina a la producción de banano, generando el 70% del empleo en las islas. Es más, Granada, que en la década del ’90 exportó cerca de 8.400 toneladas de banano, hoy en día ya no exporta nada. Mientras, el resto de los países insulares del Caribe han visto descensos en sus exportaciones que varían entre el 90-100%, donde el comercio prácticamente se paralizó.
El futuro de los bananos
La Sigatoka Negra es una enfermedad que se desarrolla en climas cálidos y húmedos, la cual es, principalmente, propagada mediante el comercio informal entre las islas del Caribe.
Los primeros signos de la enfermedad son manchas negras y rayas estrechas, las que con el tiempo pueden llegar a ennegrecer por completo las hojas del banano y del plátano, bloqueando la fotosíntesis. Asimismo, los racimos de la planta son más pequeños al igual que la fruta, la cual tiene una maduración prematura incluso estando aún en el árbol, impidiendo su exportación.
El banano es uno de los alimentos más importantes del mundo, ocupando la cuarta posición después del arroz, el trigo y el maíz, y cada año se producen cerca de 37 millones de toneladas de este fruto en todo el mundo, cuya principal variedad es Cavendish, la cual es especialmente susceptible a enfermedades, incluida la Sigatoka Negra.
A raíz de lo anterior, algunos países han optado por producir banano orgánico, mientras otros están canalizando mayores recursos para la reactivación del sector, así como fomentar el cultivo de plátanos y bananos resistentes a la enfermedad en lugar de Cavendish.
No obstante, los científicos aún no logran desarrollar bananos resistentes y similares al Cavendish en textura, sabor y durabilidad. Situación que urge no sólo por la Sigatoka Negra, sino también por la nueva cepa de la enfermedad de Panamá, denominada Tropical Race 4, la cual sospechan podría llegar a Latinoamérica y el Caribe en cualquier momento.