EE.UU. y Japón acuerdan equivalencia en productos orgánicos
Se agilizará su comercialización, beneficiando a productores y empresas del rubro
A partir del 1 de enero de 2014, los productos que cuenten con certificación orgánica en EE.UU. y Japón podrán ser vendidos como tales en cualquiera de estos países, informó el Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA). 
El acuerdo firmado entre ambos países – materializado el 26 de septiembre - permitirá agilizar el acceso de productores y procesadores estadounidenses al mercado de alimentos orgánicos japonés, al tiempo que beneficiará a la industria de EE.UU. reduciendo significativamente las barreras hasta ahora existentes para los pequeños y medianos productores de alimentos orgánicos y permitirá la creación de nuevos empleos y negocios a escala mundial.
“Esta asociación refleja la fuerza de los estándares orgánicos de EE.UU., permitiéndole a los agricultores, ganaderos y empresas estadounidenses el acceso al mercado orgánico más grande de Asia”, comentó por medio de un comunicado el Secretario de Agricultura de EE.UU., Tom Vilsack.
“Es una victoria para la economía estadounidense y establece las bases para otros acuerdos comerciales agrícolas orgánicos en Asia”, agregó.
De acuerdo a cifras entregadas por el USDA el sector de los alimentos orgánicos en EE.UU. y Japón está valorado, en conjunto, en más de US$36 billones y aumenta cada año.
Previamente, sin la existencia de este acuerdo de equivalencia, los productores orgánicos y las empresas que querían vender sus productos – ya fuera a EE.UU. o Japón – debían obtener una certificación por separado que acreditara que cumplían con los estándares orgánicos de cada país, lo que traía consigo una serie de costos, inspecciones y papeleo.
Cabe señalar que técnicos expertos de ambos países realizaron minuciosas auditorías in situ para garantizar que sus programas de regulación, medidas de control de calidad, requisitos de certificación, y prácticas de etiquetado fueran compatibles.
Ambas partes se comprometieron a que todos los productos orgánicos que se comercialicen cumplirán con los términos del acuerdo, manteniendo la integridad orgánica del producto desde la granja hasta el mercado.
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