FAO hizo un llamado a intensificar la lucha contra enfermedad que amenaza al banano
El banano es el octavo cultivo alimentario más importante del mundo
Tras extenderse a África y Oriente Medio, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) hizo un llamado a los países a intensificar la lucha contra el marchitamiento por Fusarium TR4, enfermedad que se ha transformado en una amenaza para la industria del banano y que podría afectar, potencialmente a América Latina.
La cepa TR4, también conocida como Enfermedad de Panamá, es causada por el hongo Fusarium oxisporum f.sp. cúbense. Ésta se propaga por el suelo y el hongo puede permanecer activo durante décadas. Una vez presente, la enfermedad no puede ser eliminada completamente con las prácticas y fungicidas actuales.
La FAO advirtió que la cepa supone a una seria amenaza para la producción y exportación del popular fruto, con graves repercusiones en la cadena de valor y los medio de vida de las personas que dependen del banano.
“Cualquier enfermedad o problema que afecta a los bananos golpea a una importante fuente de alimentos, medios de vida, empleo e ingresos públicos en muchos países tropicales”, detalló por medio de una nota de prensa emitida por la FAO, Gianluca Gondolini, Secretario del Foro Mundial Bananero.
“La propagación de la enfermedad del marchitamiento por Fusarium del banano podrá tener un gran impacto en los productores, comerciantes y las familias que dependen de la industria bananera”, dijo Fazil Düsünceli, fitopatólogo de la FAO.
“Los países deben actuar ahora si queremos evitar el peor de los escenarios: la destrucción masiva de gran parte de los cultivos de banano en el mundo”.
“Necesitamos aumentar la conciencia de esta amenaza, coordinar los esfuerzos entre países e instituciones para la aplicación efectiva de las medidas de cuarentena apropiadas, trabajando también con los productores de bananos, comerciantes, empleados de las plantaciones y los pequeños agricultores para ayudar a reducir al mínimo la propagación de la enfermedad”, agregó Düsünceli.
Si bien la mejor manera de luchar contra la enfermedad es evitando su propagación, lo que incluye evitar el movimiento de material vegetal enfermo y de partículas del suelo contaminado, la FAO entregó una serie de recomendaciones, entre las que destacan la adopción de sistemas adecuados de evaluación de riesgos, vigilancia y alerta temprana, así como medidas preventivas, como la cuarentena, el uso de materiales de siembra libres de enfermedad, prevención de la entrada y salida de partículas de suelo y materiales de siembra infectados de las explotaciones, y la desinfección de los vehículos que acceden y salen de las mismas.
Además está la capacitación de los funcionarios técnicos, productores y trabajadores agrícolas en la identificación de la enfermedad, su prevención y gestión sobre el terreno, ofreciendo instrucciones adecuadas a los visitantes.
Datos
FAO reportó que, mientras otras cepas de la enfermedad han existido desde hace mucho tiempo, la TR4 ha causado importantes pérdidas en las plantaciones de banano en el Sudeste asiático en las últimas dos décadas.
La cepa TR4 infecta las variedades de banano Cavendish, que son las más comercializadas en el mundo. A pesar del daño a las plantaciones y la producción, la fruta misma sigue siendo comestible.
De acuerdo a FAOSTAT, el banano es el octavo cultivo alimentario más importante del mundo y el cuarto cultivo alimentario entre los países menos desarrollados.
El banano también es vulnerable a otras enfermedades como la Sigatoka Negra, la marchitez de xantomas (BXW) y la Enfermedad del Ápice Racimoso (BBTD). Sin embargo, el hecho que el marchitamiento por Fusarium se propague por el suelo, hace que ésta sea especialmente peligrosa.