Argentina: Las bodegas y los autopartistas redescubren el mercado interno

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Argentina: Las bodegas y los autopartistas redescubren el mercado interno

Hace más de diez años, la enóloga Susana Balbo comenzó a elaborar su propia línea de vinos en Mendoza. Sin embargo, la manera más fácil de probar sus famosos malbec o torrontés era viajando a los Estados Unidos o Canadá, ya que el 99% de la producción de Dominio del Plata se destinaba a la exportación.

El panorama empezó a cambiar este año, cuando la bodega mendocina cerró un acuerdo de distribución en el mercado local con Cepas Argentinas, dueños de Gancia y Terma.

La nueva estrategia se explica a partir del cambio que vive el negocio del vino en la Argentina. Con un tipo de cambio prácticamente estancado en torno a los 4 pesos por dólar y una inflación en dólares superior al 20% anual, las bodegas argentinas descubren que no sólo les resulta cada vez más difícil seguir exportando sus vinos, sino que el mercado interno volvió a ser un negocio tanto o más rentable que salir a pelear un disputadísimo lugar en la góndolas de los supermercados y vinotecas de Nueva York o Londres.

"Hoy los principales mercados de la Argentina son los Estados Unidos y Canadá, que posiblemente sean los dos destinos que están en peores condiciones para aceptar un aumento de precios", reconoce Guillermo Barzi, director comercial de la bodega rionegrina Humberto Canale, que reconoce las dificultades que enfrentan las bodegas que tienen la mira en el mercado exportador.

"Con un tipo de cambio planchado, hoy las perspectivas para la exportación están cada vez más complicadas, lo que explica que los consumidores locales descubran marcas de vinos que antes sólo se vendían afuera", coincide Daniel Rada, subgerente de la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar).

Profundización

Los analistas, además, destacan que las dificultades de las bodegas argentinas a la hora de exportar se profundizarán en la medida en no se produzcan grandes cambios en las condiciones del intercambio con los principales socios comerciales de la Argentina.

"Lo que está pasando en el negocio de los vinos es una señal de la pérdida de competitividad en general de las exportaciones argentinas, que es inevitable si tiene en cuenta que la inflación local es muy superior a la de nuestros socios comerciales, aun si se considerara dato real el índice del Indec", explicó el economista Camilo Tiscornia.

La pérdida de la competitividad de las exportaciones argentinas es un problema que excede a las bodegas y también se siente con fuerza entre los fabricantes de autopartes, pero en este caso las empresas precisan que el negocio exportador se puede mantener gracias a la locomotora que significa Brasil.

El principal socio del Mercosur vive un problema parecido al de la Argentina, pero en su caso las dificultades no son provocadas por una inflación en dólares, sino por una revalorización del real frente a la divisa norteamericana.

"El sector tiene claramente un problema de costos, en especial para exportar a México. Hasta hace poco, México le disputaba el papel de principal destino de las autopartes argentinas a Brasil, y hoy es un mercado que estamos perdiendo", explicó Juan Cantarella, gerente general de la Asociación de Fábricas Argentinas de Componentes (AFAC).

El dirigente empresarial destacó, además, que la solución para recuperar la competitividad perdida no pasa por una devaluación del peso. "El ajuste no tiene que llegar por el tipo de cambio, sino por la reducción de la presión impositiva. Hoy, la producción nacional de autopartes está castigada con el IVA, que no cae sobre el producto importado", señaló el representante de los autopartistas.

Sin cambios

Por otra parte, los analistas advierten que las perspectivas para el futuro son cada vez más duras para todos los productos que no sean commodities (?materias primas'), si se tiene en cuenta que desde el Gobierno no se ven señales de cambio en los principales parámetros de la economía, como la inflación y el tipo de cambio.

"Si se sigue la evolución de las exportaciones argentinas se descubre que en los últimos cinco años los sectores que más crecen son el complejo agrario y el automotor, que goza de un régimen muy particular, mientras que a otros rubros les cuesta cada vez más mantener su nivel de competitividad. Y lo que vemos en cada vez más sectores es que deciden trasladar la producción que destinaban a la exportación a atender el mercado interno, sin fomentar la llegada de nuevas inversiones", señaló Marcelo Elizondo, director de la consultora Desarrollo de Negocios Internacionales (DNI).

Fuente: La Nación

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