Argentina: EEUU evalúa el reingreso de limones
Un documento encargado por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, a través del Servicio de Inspección de Salud Animal y Plantas (Aphis), al Instituto Politécnico y Universidad Estatal de Virginia concluye que a ese país le convendría importar limones argentinos. Los tres escenarios posibles que estudia el mercado norteamericano.
La calidad del limón tucumano es reconocida de un lado y del otro del planeta. Mientras en China hay interés por confirmar si se puede importar la fruta fresca (sin temperaturas bajas), en los Estados Unidos se entreabre una puerta para el retorno del limón a ese mercado, cerrado desde hace una década por un lobby realizado por productores californianos. Y el cerrajero que encontró la llave para traspasar nuevamente la barrera comercial es estadounidense. Se trata del Instituto Politécnico y Universidad Estatal de Virginia que, a pedido del Departamento de Agricultura de los EEUU, a través del Servicio de Inspección de Salud Animal y Plantas (Aphis), elaboró un documento que, en definitiva, considera que es beneficioso para la economía de ese país la importación de limones argentinos.
En tal sentido, los expertos elaboraron un modelo de simulación sobre los beneficios y perjuicios de tal medida, con tres escenarios posibles en los cuales la conclusión es casi la misma: más beneficios para el bolsillo de los consumidores estadounidenses (con precios más competitivos a la baja) que perjuicios por la pérdida de excedentes para los productores locales.
El reporte, elaborado por Caesar B. Cororaton, David Orden y Everett Peterson de Virginia Tech, se denomina "Impacto económico del potencial de decisiones reguladoras en EEUU respecto de las importaciones de limones de Argentina". En ese diagnóstico se destaca la importancia de la producción nacional y el origen de la prohibición de EEUU debido a los riesgos de plagas. "El objetivo de este trabajo es analizar los efectos del reingreso en el consumo y en la demanda de importación a otros proveedores, con un modelo de equilibrio parcial de simulación", dice el documento al que tuvo acceso LA GACETA y que analiza la evolución productiva del período 1998-2008.
De acuerdo con ese documento académico, el aumento de la oferta de limones reduciría los precios internos de la fruta fresca, lo que implicará una mejora en el bienestar del consumidor. En los últimos años, el consumo per cápita prácticamente se duplicó (de 1,1 a 1,9 kilos por estadounidense), un incremento que no pudo ser compensado ni con el aumento de la producción local ni con las importaciones desde España, México o Chile.
Pablo Kunik, economista con funciones en Cancillería y ex gerente general del Instituto de Desarrollo Productivo (IDEP) dialogó con LA GACETA acerca de los resultados de esta investigación. "Del trabajo surge la necesidad que tiene Estados Unidos de importar limones argentinos y esto no sólo está relacionado con el aumento del consumo, sino también con la caída de las hectáreas plantadas", indicó. El documento confirma esto: de un total de 26.600 hectáreas existentes a principios de 2000, en 2008 se redujo a 23.900. Pese a las inquietudes norteamericanas acerca de las eventuales plagas para los citrus, la Cancillería argentina seguirá gestionando por la reapertura de un mercado que puede demandar unas 20.000 toneladas de fruta fresca tucumana. Los investigadores de Virginia Tech sugirieron en su documento que cualquier resultado de las negociaciones entre países, la reapertura podría arrancar con las restricciones de temporada y regionales (para cuidar al productor local) y, gradualmente avanzar hacia una mayor reingreso porque los tres escenarios planteados brindan un beneficio neto a la economía de EEUU.
Primer escenario: el citrus argentino compite directamente con el de Chile
Al estar prácticamente a la misma distancia, los limones argentinos pueden sustituir a la producción que se importa desde Chile, según los expertos de la Universidad de Virginia. "Puede producir limones de características similares para la percepción de los consumidores estadounidenses", explican los técnicos en su informe. En esta alternativa, se deja a criterio o preferencia del consumidor la elección del producto, lo que significaría una reducción a la mitad de lo que, en promedio, importa los Estados Unidos desde Chile (20.000 toneladas). Según el estudio, esta alternativa disminuiría en un 0,65% el precio interno en EEUU, aumentando un 0,3% el consumo. La ganancia neta para esa economía (lo que ahorran los consumidores vs lo que perdería el productor local) sería de U$S 2,7 millones.
La fruta fresca argentina compite en igualdad con otros proveedores
En este segundo esquema, elaborado en el informe académico, al limón tucumano se le brinda la posibilidad de que compita no sólo con Chile, sino también con México y España, entre los proveedores más importantes del mercado estadounidense. La parte que le corresponde vender a la Argentina (en este caso, puntualmente al limón tucumano) estará en función de la demanda, con valores de equilibrio entre cantidad y precio. La competencia directa con otros importadores lleva a que el precio disminuya por presión del mercado. Así, el bienestar de los consumidores mejoraría en unos $ 6,3 millones, con una pérdida en el excedente de los productores norteamericanos de unos $ 2,6 millones. Los expertos de la Universidad de Virginia estimaron que la ganancia neta para la economía de los Estados Unidos rondaría los U$S 3,7 millones, si el Gobierno opta por esta segunda alternativa de reapertura del mercado a la fruta fresca argentina.
Se permite la entrada de limones con restricciones regionales
Para este tercer esquema, el informe académico toma en cuenta los reclamos de los productores estadounidenses que no quieren competir directamente con la calidad de la producción argentina. Para este caso, el diagnóstico indica que, con el fin de reducir plagas, se permitiría el reingreso del limón argentino sólo estados no productores. Así, por ejemplo, estaría vedado a California, Arizona, Florida, Luisiana y Texas y sólo se podría importar en algunas estaciones del año (procíclico). En esta última alternativa, los expertos de la Universidad de Virginia no revelan cuál es el cálculo financiero acerca del impacto que tendría el reingreso del limón argentino. Sin embargo, dejan en claro que, además de las restricciones, este esquema también disminuiría los precios internos.
Fuente: La Gaceta