Argentina: Buscará el Gobierno mantener la devaluación gradual en 2012

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Argentina: Buscará el Gobierno mantener la devaluación gradual en 2012

En un mundo crecientemente hostil en términos económicos, el Gobierno intentará mantener un ritmo de devaluación gradual del peso frente al dólar tras las elecciones presidenciales, aunque los analistas creen que deberá acelerar el paso por la reducción de los "colchones" cambiarios. Pese a las advertencias sobre el posible atraso cambiario que circulan dentro y fuera del Gobierno, el Ministerio de Economía y el Banco Central consideran que no hay pérdida de competitividad del peso y que la salida de capitales se suavizará luego de los comicios de fines de octubre.

El propio ministro de Economía y candidato a vicepresidente, Amado Boudou, dejó trascender ante importantes banqueros e industriales en los últimos días la intención oficial de "no asustar al mercado", según pudo saber La Nacion. Hasta la Unión Industrial Argentina admite que devaluar sin otras medidas aceleraría la inflación, cercana al 25 por ciento.

En los últimos días, el BCRA convalidó una suba más agresiva del dólar  y la devaluación es del 0,7% en el mes, una tasa mucho más suave que el 2% de inflación mensual medida por varias provincias.

Con la tranquilidad política de haber ganado las primarias por un gran margen, pero la sensación de que tras los comicios deberá avanzar en los asuntos pendientes de la agenda con la que asumió en 2009, Boudou dijo a sus interlocutores que el Gobierno está preocupado por las decisiones que toma Brasil.

Sin embargo, tanto el ministro como la presidenta del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont, han indicado que el Gobierno no modificará su estrategia de devaluación gradual de los últimos años. En el BCRA relativizaron el efecto perjudicial de la salida de capitales, que en el primer semestre fue de US$ 9801 millones y que, para los analistas, junto con la inflación, forzará al Gobierno a acelerar el ritmo de la devaluación en 2012.

En ese sentido, descartaron que pueda haber una abrupta caída de las reservas internacionales, como prevén varios economistas respecto de 2010 (aunque en enero arrancaron en US$ 52.201 millones y ayer estaban en US$ 50.068 millones). "En las reservas no hay derrumbe y, de hecho, tras varios pagos fuertes de deuda con reservas, siguen arriba de US$ 50.000 millones", indicaron en la entidad.

Sin embargo, la consultora Econviews, de Miguel Kiguel, afirmó que a fines de año se "agotarán las reservas de libre disponibilidad" (al restarles a las totales los encajes de depósitos en dólares). Federico Bragagnolo, de esa firma, estima que el dólar estará en US$ 4,30 en diciembre. "En algún momento van a tener que acelerar porque la inflación en dólares afectará la competitividad", expresó.Roberto Frenkel, del Cedes, piensa que, por razones diferentes al resto de la región (que sufre apreciación nominal de las monedas por el ingreso de capitales), la Argentina también tiene un problema de atraso cambiario bilateral, a raíz de la fuerte suba de los precios. Respecto de la relación cambiaria con Brasil, Frenkel considera que la ventaja es transitoria e insuficiente como para que el Gobierno se relaje.

El ex presidente del Banco Central Martín Redrado opinó que "la política cambiaria es inconsistente con la monetaria y la fiscal", con los agregados monetarios creciendo cerca del 40% y el superávit fiscal cada vez más delgado.

Redrado, que participará la semana próxima de la conferencia anual de la Reserva Federal de EE.UU. en Jackson Hole, consideró que hasta las elecciones habrá una devaluación más importante que la actual porque "el mercado está muy demandante, pese a que ya hay certeza sobre quién va a ganar, algo que no ocurrió en 2007 y 2009".

Existe, agregó el funcionario que acompañó a los presidentes Eduardo Duhalde y Néstor y Cristina Kirchner, "un incipiente proceso de atraso cambiario, y la competitividad está igual que en la convertibilidad con el dólar". En el BCRA aclaran que frente a la canasta del dólar, euro y real, el tipo de cambio "está un 45% por encima del promedio 1995-2001".

Las opciones del Gobierno para revertir esta tendencia son muy diferentes: algunos funcionarios creen que hay que redoblar los actuales mecanismos de control de capitales y mercaderías, mientras que Boudou sería más proclive a un ordenamiento fiscal para mejorar las expectativas, junto con una salida al mercado voluntario de capitales

Fuente: La Nación

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