Desde el pasado viernes, el Gobierno como medida emergente decidió comprar a dos dólares el racimo de la fruta para prevenir una sobre oferta en el mercado

La recesión económica, las conflictos políticos en Medio Oriente y la sobreoferta han hecho que este año sea atípico para el sector bananero, que redujo las exportaciones de la fruta y tuvo millonarias pérdidas. Créditos especiales para exportadores y la compra de racimos a pequeños productores fueron establecidos por el Gobierno como recetas para evitar el colapso del sector.

En el país, el mercado de la fruta tiene una estructura en la que hay pocos compradores (exportadores) y muchos ofertantes (productores). El sector presenta varios problemas, como la sobreproducción mundial, incremento de costos de producción, dependencia de las compañías comercializadoras transnacionales para colocar la fruta en los principales supermercados, entre otros, que hicieron que la crisis del sector fuera más evidente en 2011.

Los productores y exportadores del país dependen de las compañías comercializadoras transnacionales para distribuir la fruta en los principales mercados de Europa y Estados Unidos principalmente.

Jhovanny Coronel, presidente de la Asociación de Bananeros del Guabo (Asoguabo), que agrupa a 400 productores, indica que la mayoría de sus compañeros tiene que someterse a una larga cadena de comercialización y las ganancias que produce la fruta son mínimas.

“La mayoría de pequeños productores vendela fruta a una comercializadora, esta tiene sus propios costos de exportación, luego viene la transportación, para lo que hay que considerar espacios navieros que también tienen un valor, la licencia, el importador. Es una cadena donde el que menos gana es el productor y el que más utilidades obtiene es el supermercado que hace la venta final al consumidor”, recalca Coronel.

El titular de Asoguabo agrega que algunas compañías de pequeños productores ya buscan manejar la cadena de comercialización del banano, incluso los supermercados buscan asociaciones de productores para comprar directamente la fruta.

Una de las pocas asociaciones que exporta la fruta que produce es, precisamente, Asoguabo, que maneja casi toda la cadena de comercialización, es decir, produce, tiene su propio departamento técnico y de calidad, exporta y para ello hace su propio acopio y paletizado. También posee un contrato naviero, de tal manera que así se evita la intermediación.

Coronel enfatiza que de esta manera reciben el pago del precio oficial de la fruta, que está en 5,50 dólares, y no hay problemas en época baja.

La estructura de la comercialización de la fruta está dominada por los grandes supermercados que fijan los precios y las condiciones de compra del banano. Así lo menciona Sergio Seminario, experto agrícola, quien afirma que el exportador y productor ya no tienen fuerza en el mercado bananero.

“El exportador y productor dependen mucho de las grandes cadenas de mercados, que es el gran cambio comercial que ha habido en los últimos 30 años. Las grandes cadenas de Estados Unidos, Francia, Inglaterra, entre otras, dominan el mercado y ponen precio y condiciones”, dice Seminario.

Recuerda que todos los años hay épocas altas y bajas, por lo cual  el sector debe estar preparado. Cada año, desde la segunda semana de junio y la segunda quincena de septiembre, el consumo de banano disminuye en Europa y hay una sobreproducción de la fruta. “Debemos imitar lo que hace Costa Rica, lograr un consenso entre productores y exportadores para establecer dos precios, uno para la época alta y otro para la baja. El exportador también debería firmar contratos a largo plazo y eso ayudaría a paliar el problema estacional”, subraya.

Eduardo Ledesma, director ejecutivo de la Asociación de Exportadores de Banano del Ecuador (AEBE), indica que es importante estar al tanto desde que se produce el banano hasta que llega al consumidor final, qué eslabones recorre la producción y empaque de esta fruta y qué incidencia tiene el sector exportador en la cadena de comercialización. “Hay mitos que conllevan a pensar que los kilos de banano vendidos, en un supermercado,  representan el ingreso que obtiene un exportador ecuatoriano al vender su fruta perjudicando al productor”, manifiesta el dirigente gremial.

Explica que el exportador ecuatoriano realiza su venta y el gran porcentaje de utilidad se concentra fundamentalmente en dos actores de la cadena, como el naviero (flete) y, una vez más, los supermercados.

Según la AEBE, este año han aumentado las exportaciones de banano. Mientras que en 2010, exportó  265’544.629 cajas de 18,14 kilogramos en comparación con las 271’792.545 cajas embarcadas durante el 2009, lo que representó una disminución anual del 2,30%.

En lo que va del año, hasta la semana 29 (julio 30), las exportaciones de banano fueron de 172’763.444 cajas de 18,14 kilogramos, que en comparación con el mismo período del 2010, significan que se ha incremento en un 9,63%.

La producción creció de un promedio de 22 millones de cajas al mes a 25 millones. Hasta la semana 30 del 2011, 188 empresas han exportado banano desde el Ecuador.

Las empresas oportunistas dañan el mercado

Según el titular de AEBE, se debe controlar a las exportadoras oportunistas, ya que distorsionan la comercialización interna del mercado. Generalmente no pagan a tiempo el precio mínimo de sustentación a los productores y dan falsas esperanzas a los productores.

“Este tipo de empresas vienen solo en la temporada alta, esto es, desde enero hasta abril de cada año y luego se van. Nuestra asociación ha propuesto a las autoridades una reglamentación más fuerte para este tipo de compañías”, expresa Ledesma.

Por su parte, Jhovanny Coronel enfatiza que hay mucha fruta que sale a precios menores al oficial, comprada por compañías exportadoras “inescrupulosas” que van a competir a Europa y llegan con precios más baratos, esto “corrompe” el mercado.

Coronel, quien también es representante de los bananeros de la mesa de negociación de la fruta en el país, menciona que este año acordaron con los exportadores pagar $ 5,50 por la caja de la fruta, pero ahora “estos mismos exportadores, que hoy no cumplen la ley porque pagan más barato dañando el mercado, luego suben el precio. Y resulta que estas mismas compañías en época baja comienzan a pagar un dólar por la caja, mientras que las exportadoras que respetan los contratos pagan el mismo precio todo el año”.

Recalca que cuando estas compañías pagan un precio mayor al oficial, las que son serias tienden a perder porque no pueden llenar sus cupos y aquello se convierte en un problema estructural. “Lo ideal sería que se respete todo el año el precio oficial y las exportadoras en la época alta guarden dinero para que puedan cumplir con sus obligaciones y con la ley”, concluye el titular de Asoguabo.

Los bananeros pueden evitar una nueva crisis

Napoleón Ambrosi, productor del Guabo, indica que hay varias formas de evitar que la  época baja que tiene el banano afecte mucho al sector. En la temporada baja, por circunstancias de  temperaturas altas, aparición de frutas autóctonas, vacaciones escolares, etc., la demanda decae. A ello se suman los picos de producción de los países centroamericanos ubicados en el hemisferio norte.

Ambrosi señala que se deben planificar las cosechas, ya que con el banano eso se puede hacer, es decir: tener más fruta en las épocas altas y menos en las épocas de recesión, como la de ahora.

Asevera que de manera inmediata hay que regular  la oferta, exportar menos cajas para que el mercado se estabilice un poco, y agrega  que también se debe respetar todo el año el precio oficial, además de que las exportadoras, en la época alta, están llamadas a guardar dinero para enfrentar cualquier circunstancia.

Hay, de cualquier forma, muchos productores que no han sido muy afectados por la crisis actual del sector. Uno es  el Centro Agrícola de Machala, que agrupa a 300 pequeños bananeros.

Paúl González, titular del gremio, reconoce que el estar regularizado y asociado ayuda mucho al pequeño productor para que se respeten sus contratos durante el año y reciba el pago del precio oficial por la fruta comercializada.

“Estar asociado implica muchos beneficios; nosotros no nos hemos visto afectados ya que nuestra fruta está contratada. Los compañeros deben formalizarse para no tener inconvenientes y no ser perjudicados por las exportadoras que pagan a precios irrisorios por la caja de banano”, expresa.

Por su parte, Fabricio Espinosa, gerente de Probana Export, asegura, con respecto a las medidas que ha tomado el Gobierno para paliar la crisis, que para bajar la oferta en el mercado son buenas, pero hay que ver a quién se le va a comprar la fruta no exportada, ya que hay bananeras que tienen el problema de la sigatoka negra y debe haber estado en cuarentena dicha producción.

“Para el próximo año todos los productores deben estar regularizados para vender la fruta a las exportadoras. Todo cambio lleva a un proceso determinado para que todo el mundo se formalice. Este año ha sido atípico, claro que todos los años hay épocas altas y bajas, pero lamentablemente este 2011 hubo dos meses malos y eso ocasionó un problema”, dice.

La semana anterior, el ministro de Agricultura y Ganadería, Stanley Vera, decretó el estado de emergencia  y entre las medidas propuso comprar los racimos de banano. Cifras del Ministerio indican que el Ecuador tiene cerca de 12.000 productores y 140 compañías exportadoras. La producción es aproximadamente  de cuatro millones de cajas semanales.

El Ministerio comprará semanalmente hasta un millón de racimos de banano a $ 2 cada uno e invertirá cerca de $ 15 millones. El 80% de la fruta sale del Ecuador a través de Puerto Bolívar en la provincia de El Oro, el resto por los puertos de Guayaquil, Manta y Esmeraldas.

Fuente: El Telégrafo