Por el aumento de los insumos en dólares y los costos laborales, las empresas insisten en que volverán a tener saldo negativo, este año, de más de u$s 200 millones.

Las frutícolas del Alto Valle de Río Negro y Neuquén prevén perder este año u$s 212 millones por el aumento de sus insumos en dólares y del costo laboral, que se incrementó para este año más de 25%. Así lo indicaron a El Cronista fuentes de la Cámara Argentina de Fruticultores Integrados (CAFI), que agrupa a 50 firmas, entre ellas a Expofruit, Patagonian Fruit, Moño Azul, Salentein Fruit y Ecofrut, entre otras.

Estas industrias que mantienen a la Argentina como segunda exportadora mundial de peras y dentro del listado de las diez mayores exportadoras de manzanas, ya habían reclamado medidas de ayuda al Gobierno el año pasado, cuando aseguraban que perderían u$s 120 millones.

Este año, pese a que la producción de peras se incrementó 15% hasta las 705.000 toneladas y la de manzanas creció 25% para rondar un volumen de 800.000 toneladas cosechadas, las firmas sostienen que sus resultados serán aún peores.

"Hoy tenemos suerte de que los mercados mantengan buenos precios en dólares", explicó a este diario Daniel Satragni, gerente General de CAFI, "pero en el último año, nuestros costos internos aumentaron entre 30% y 35%", agregó.

Hace dos años, la CAFI impulsó el "Observatorio Frutícola" para medir los resultados económicos de la actividad en función de producción, costos y ventas. Este año, los resultados proyectados son más negativos que los del año pasado porque "el nivel de crecimiento de los costos en dólares es continuo, lo que convivió con una devaluación de la moneda que en el último año fue del 5%", explicó Satragni.

Alrededor del 40% de las peras y manzanas que produce la Argentina se venden en el mercado interno o se exportan a Brasil. Según estadísticas del sector, cerca del 55% de la producción se exporta a Rusia y el resto, a Europa, además de destinos menores.

El esquema de producción del Alto Valle agrupa, por un lado, a empresas integradas, que en muchos casos producen en sus propios campos "además de comprar a productores" empacan y exportan. Por otro lado, hay productores primarios que cosechan y venden a las empresas de empaque. Además, está el personal de cosecha y empaque, que saltó a la arena pública en los últimos años por sus reclamos salariales que los llevaron a parar la actividad e inclusive cortar rutas del sur en plena cosecha de verano. En 2010, el sector logró una recomposición del 22%, al que se suma el incremento de este año.

Para salir de lo que definen como un gran ahogo económico y financiero, las empresas habían reclamado el año pasado una baja de las retenciones a las exportaciones, que alcanzan el 5%. Para este año, suman el pedido de "asistencia con aportes y financiamiento a todo el complejo industrial frutícola", indicó la entidad. Según aclararon desde la CAFI, "la crisis afecta a toda la cadena frutícola" en la que existen también varias cooperativas.

El sector estima que genera 60.000 puestos de trabajo y $ 800 millones en impuestos, además de u$s 750 millones en divisas por exportaciones.

Fuente: El Cronista Comercial