La posibilidad de que las ferias libres tengan su propio observatorio, que medirá y evaluará aspectos como los lugares desde donde se abastecen los feriantes, cada cuánto tiempo, volúmenes de venta, formatos de comercialización, precios y calidad de los productos, mantiene con muchas expectativas al sector de la pequeña agricultura campesina, ya que esta herramienta podría abrirles la posibilidad de contar con datos objetivos, que podrían utilizar para planificar sus cosechas, profesionalizar su actividad y ser más competitivos en concordancia con las exigencias de los consumidores en las ferias libres.

Esto se debe al proyecto “Fortalecimiento de las ferias libres para la comercialización agroalimentaria y pesquera” que ha venido a robustecer alianzas y a potenciar un intercambio vital de información para los distintos actores del canal, que integra a feriantes, organizaciones de pescadores y campesinos. La iniciativa es financiada por la FAO y ejecutada por el Gobierno de Chile, a través de ODEPA, en coordinación con la ONG Espacio y Fomento (ente técnico) y la Asociación de Ferias Libres (ASOF A.G).

Uno de los productos más llamativos es la generación de una unidad de investigación de mercado que recopilará y sistematizará información de las ferias para extraer señales del mercado e información de utilidad para feriantes, consumidores, proveedores hortofrutícolas y de productos del mar, especialmente la pequeña agricultura campesina y la pesca artesanal. En este contexto, la Asociación de Ferias Libres (ASOF A.G)- asesorada por FAO y la ONG Espacio y Fomento- se encuentra levantando talleres de trabajo, cuyo objeto es detectar las necesidades de información de los distintos actores que componen el canal hortofrutícola, que van desde el campesino hasta el consumidor que compra en una feria libre.

Durante dos meses se han realizado talleres con feriantes, organizaciones campesinas y pescadores artesanales para recabar información del canal

Ya se han sostenido reuniones con feriantes según rubros, con pescadores artesanales y agricultores. El diálogo abierto ha permitido extraer datos claves para plasmarlos con posterioridad en las encuestas. En el caso de los agricultores, uno de los temas que más preocupa es obtener detalles sobre lo que hoy exige el mercado, respecto al tipo y calidad de los productos que se ofrecen. Los chilenos han empezado a incorporar, y eso lo saben de sobra los feriantes, alimentos antes impensados a su dieta, como el berro, la rúcula, la caigua o los frutos secos, entre otros.

Otra de las interrogantes de los campesinos es tener antecedentes acerca de qué alimentos estamos consumiendo, si tienen pesticidas, en qué cantidad y si esto daña la salud de la población. Así mismo son enfáticos en señalar la importancia de fomentar el consumo de alimentos saludables, para mejorar la dieta de los chilenos, cada día más obesos.

Entre las expectativas de los campesinos está el poder generar una alianza que vaya más allá de los datos que arrojen los estudios, que a su juicio podría dar forma a un futuro acuerdo con las ferias libres y la pequeña agricultura campesina para “poder reestructurar una proyección a futuro, donde los agricultores pudiéramos tener un mercado cautivo y con ello hacer justicia social, porque somos los productores los que vendemos la materia prima que sacamos directamente de la tierra”, sostiene Daniel Rebolledo, Presidente de Campocoop, agregando que “hoy debemos pasar por encima del intermediarismo que con ese inmenso poder económico difícilmente nos permite bajar los costos finales”.

Para Osvaldo Zúñiga, Presidente de la Confederación Campesina Ranquil, las reuniones con feriantes que se desarrollan gracias al proyecto del Observatorio Feria Libre les han permitido conocerse mejor entre feriantes y campesinos. “Debemos ser capaces de buscar canales de comercialización y también generar una alianza política donde podamos poner temas que afectan al mundo campesino. Por ejemplo, generar conciencia de qué estamos consumiendo y hacer un análisis más profundo del modelo agroexportador que se aplica a la tierra y al mar”.

Necesidad de información: volúmenes de venta y otros.

El proyecto contempla la aplicación de encuestas mensuales en al menos 20 ferias a nivel país, las que debiesen comenzar a ser implementadas a fines de este año. Para los agricultores es esencial que ellas integren información tan simple como las cantidades y dónde se encuentra la demanda de ciertos productos para organizar su producción.  “Nos gustaría saber cuánto se comercializa en las ferias libres, por ejemplo cuánta papa se vende en ferias de Concepción o en Rancagua para proveer con nuestras agrupaciones”, dice Osvaldo Ranquil.

Fuente: ASOF