Es por las heladas y lluvias de noviembre, según el pronóstico de cosecha del IDR. La ciruela y la pera son las más afectadas. Empresarios del sector dicen que tendrán rentabilidad negativa.

El viernes el gobernador Francisco Pérez, en su discurso de asunción, prometió que apostará por las actividades industriales y deberá comenzar a ocuparse de esa frase debido a que no tardaron en aparecer los reclamos luego de realizada la promesa en la ceremonia de asunción.

Es que en el sector frutícola comienzan a encenderse luces amarillas debido a que -según estudios del Instituto de Desarrollo Rural (IDR)- caerá en 100 mil toneladas la producción.

Desde la Asociación de Productores, Empacadores y Exportadores de Frutas Frescas de Mendoza (Aspeff) reclamaron subsidios para el servicio de frío y flete, debido a que la suba de costos les complica la rentabilidad.

Esta semana, el IDR pronosticó que en la provincia se cosecharán 100 mil toneladas menos que el año pasado, correspondientes a 33.415 hectáreas efectivas.  Concretamente, en su informe dicen que "el pronóstico provincial para la temporada entrante, indica que se cosecharán 531.929 toneladas. En tanto, la proyección de 2010/11 fue de 635.046".

En el cuadro frutícola, la ciruela para industria fue la que salió peor posicionada ya que, en un año, ha disminuido un 47% su producción con respecto a la temporada anterior. Este período sólo arrojará 96.636 toneladas mientras que el pasado dejó 181.179 toneladas.

Tampoco corrió buena suerte la ciruela en su variante para consumo en fresco. La estimación de la producción es de 24.418 toneladas, mostrando una disminución de un 13% respecto de la campaña anterior.

La pera es la otra fruta que disminuirá su volumen esta temporada. Según el IDR, la producción estimada para el año es de 88.166 toneladas. Esto equivale, según el organismo, a una disminución -respecto de la temporada pasada- de un 11%.

El resto de las especies frutícolas no exhibieron demasiados cambios respecto del año pasado. Así, a modo de ejemplo, la producción de durazno para industria y en fresco mantiene similar proyección a la de 2010. Igual suerte corrió la manzana que -con su producción estimada de 85.396 toneladas- presenta un comportamiento similar al del año pasado.

Desde el IDR afirmaron que la merma de volumen frutícola tiene sus razones en las heladas que azotaron algunas fincas del sur provincial, así como también las lluvias y vientos de noviembre.

La mirada empresaria

Desde la visión privada existen otras razones que justifican un pronóstico poco afortunado para la fruta regional. Desde Aspeff afirmaron que esperan una rentabilidad negativa para la próxima temporada. La más comprometida es la manzana, siguiendo por la pera y el durazno.

El gran cuello de botella para el sector es el incremento del 20% de los costos internos.
En el corto plazo, las perspectivas anticipan pérdidas operativas en todos los mercados (dentro y fuera del país) y una situación de  inviabilidad económica a partir de esta temporada.

Costos por las nubes

El pesimismo que impera en el sector tiene un nombre propio: incremento de costos. Para colocarlo en números, los privados afirmaron que, en menos de un año, se elevaron un 20%.

"Desde 2006 los precios de empaque y comercialización de la fruta a Brasil se incrementaron en un 137%, superando en 28 puntos porcentuales al cambio registrado en los ingresos", señaló Alfredo Aruani, de Aspeff.

Esta conjunción de hechos establece un escenario de pérdidas económicas en el mejor de los mercados que provee el sector empacador y exportador de fruta en fresco y, de mantenerse, podría desencadenar un efecto en cascada que se trasladaría al sector primario vía precios pagados al productor de la materia prima a valores iguales o inferiores a los de la temporada pasada.

Por cierto, el año pasado el kilo de pera pagado a un productor fue de $ 1,10. Ahora, algunos aventuran que podría ser menor.

Soluciones y propuestas

Para contrarrestar las señales negativas que se ciernen sobre la fruta en la provincia, desde Aspeff no sólo van a presentar un informe extenso sobre los motivos y razones de la pérdida de rentabilidad en el sector sino que también propondrán soluciones a las flamantes autoridades provinciales.

"Necesitamos medidas políticas que nos permitan ser competitivos. En primer lugar, planteamos la eliminación o reducción de los derechos de exportación a la fruta en fresco, que actualmente son del 5%”, sostuvo Aruani.

Para ellos, otra solución podría ser bajar las recargas patronales con el objetivo de mitigar el impacto social y económico negativo de esta temporada.

“Nuestro sector en facturación genera -en su fase primaria de producción- unos $ 250 millones, en tanto que cuando la fruta es industrializada se llegan a facturar $ 550 millones”, explicó Aruani. Agregó que, por el impacto que posee en el producto bruto geográfico provincial, es hora de diseñar, junto a las nuevas autoridades, un programa de crecimiento económico para el sector".

Pero la batería de propuestas no termina ahí. Los referentes del sector de la fruta también van a proponer agilizar la devolución del IVA como así también subsidiar el servicio de frío que deben contratar y hasta una compensación por flete. "Actualmente, la devolución de los saldos favorables del IVA tiene una demora mayor a 1 año ", apuntaron desde Aspeff.

En cuanto al subsidio al servicio de frío, el estudio de la Asociación también sirvió para evaluar el costo fiscal y el beneficio que para las empresas tendría un subsidio del 70% del costo variable de ese servicio, que permitiría distribuir uniformemente en el tiempo las operaciones con el exterior.

En la medida que puedan aprovecharse los mejores precios que se pagan al final de la temporada, se incrementarían los retornos promedio de cada campaña.

"Este beneficio insumiría unos $ 5,85 millones más del erario público, en tanto a los exportadores, les permitiría disminuir los costos operativos" explicaron.

Finalmente, para mitigar el impacto económico negativo, otra de las propuestas comprende la compensación por flete. En concreto:  subsidiar total o parcialmente el costo de transporte entre Mendoza y el puerto de Buenos Aires de la fruta fresca mendocina exportada a la Unión Europea.

Fuente: Los Andes