Argentina: Pronostican una vendimia con 10% menos uva que la cosechada este año
El INV cuantificó en 25,9 millones de quintales el volumen nacional potencialmente recolectable. En Mendoza se estima que la producción será casi 5% inferior por el impacto del granizo, heladas y Zonda. Suba de precios.
Si bien es el primer pronóstico, resulta determinante para las decisiones que se vienen en la industria (léase, cuánto de la producción se destinará a hacer mosto) qué puede ocurrir con las existencias de vino, y por ende, con los precios de la temporada 2012.
Según la estimación inicial del INV, si la vendimia comenzara mañana dejaría 24,2 millones de quintales de uva, lo que significa un 10% por debajo del volumen cosechado este año.
Teniendo en cuenta que la región aporta el grueso de la producción vitícola, la proyección prevé una merma cercana al 5% en Mendoza, y del 23% en San Juan.
Esto implicaría recoger 18,1 millones y unos 6 millones de quintales, respectivamente, a lo que se suman los 930 mil estimados para La Rioja, equivalentes a una pérdida del 15% respecto de 2012.
A la hora de precisar las causas de la retracción para la producción mendocina, el pronóstico del Instituto pondera en orden de importancia las granizadas de fines de noviembre, especialmente las que afectaron al oasis Sur (San Rafael y Alvear) y sobre todo a unas 5 mil hectáreas entre Junín y Santa Rosa, además de Rivadavia, San Martín y Maipú. Le siguen otros factores, como las heladas tardías y los días de Zonda.
Como pocas veces antes, hay coincidencia entre la previsión oficial y la de productores de la zona Este, que, se sabe, es el polo productivo de la provincia en volumen. De un lado y otro calculan, como piso, que los viñedos dejarán 15% menos de uva.
Con mayor precisión, los expertos a cargo del análisis puntualizan "una menor producción de variedades criollas y algunas blancas como Pedro Giménez y torrontés, que se manifiesta en menor cantidad de granos en los racimos como consecuencia de heladas tardías y vientos cálidos".
Sin embargo, el relevamiento por zonas muestra como compensación una "mejora constatada en otras zonas", como Luján y el Valle de Uco. En general, también expresa una sanidad de las plantas, hasta ayer calificada como muy buena.
Incidencia en el mercado
Al margen de la calidad, el rendimiento de la uva nueva se conocerá más claramente con el peso de los tachos, aunque las recorridas por las canopias dejan ver racimos sueltos (con pocos granos o pequeños) y algo desparejos atribuibles al viento cálido. Un rasgo distinguible en San Juan y, en menor medida, en el Este mendocino.
Desde el punto de vista del mercado, "una caída de al menos 10% tendrá un impacto en los precios. Al menos ayudará al equilibrio", analizó el presidente del INV, Guillermo García.
Cuando aún falta definir el porcentaje de diversificación de la cosecha (ver aparte), García ratificó que las existencias vínicas bajaron a siete meses y señaló como "un techo frente a la cosecha esperada". A su juicio, la reducción se debió en gran parte a la salida de volúmenes de blancos aromáticos a partir de octubre, muy demandados en Estados Unidos.
La apuesta oficial es que el dato tonifique la cotización del vino blanco escurrido en el mercado de traslado que, hasta la semana anterior, apenas superaba los $ 0,93 por litro. "El nivel de stocks no justifica los precios actuales", consignó al respecto el funcionario.
Advertencia por el agua
Sin el énfasis del año anterior, y en función de turnos de riego que cada vez se estiran más, desde el INV insisten en que, en adelante, habrá que, "en ambas provincias, monitorear la evolución de la provisión y manejo del recurso hídrico, que tiene una influencia determinante en la producción futura".
El próximo pronóstico de cosecha se dará a conocer a fines de febrero, y no se descarta, de ser necesario en función de contingencias climáticas, un ajuste más cerca del inicio de la vendimia, como ya se implementó en temporadas anteriores.
Fuente: Los Andes