Chile: Cinco programas de mejoramiento genético desarrolla el Consorcio de la Fruta
El Consorcio de la Fruta ya cuenta con cinco programas de mejoramiento genético, disponiendo de plantas —híbridos de primera selección—, en proceso de evaluación, de uva de mesa, carozos, manzanos y frambuesos.
Esta entidad —cofinanciada con recursos aportados por el Fondo de Innovación para la Competitividad (FIC), los cuales son entregados por el Ministerio de Agricultura, a través de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA)— está integrada por la Asociación de Exportadores A.G. (ASOEX), la Universidad Católica y 25 empresas que representan más del 40% de las exportaciones totales del país.
Su objetivo central es aumentar la rentabilidad y competitividad de las principales frutas nacionales de exportación: carozos (duraznos, nectarines y ciruelos), manzanos, cerezos, uvas de mesa y berries (frambuesas). Para ello, trabaja en mejorar —con la creación de nuevas variedades— la calidad, color, calibre y la condición de llegada a los mercados de destino.
“Los programas están enfocados al desarrollo de nuevos productos, pero a su vez, persiguen resolver los principales problemas de productividad del sector y responder a las necesidades de la industria frutícola”, sostiene Jaime Kong, gerente general del Consorcio.
El ejecutivo afirma que, a través de la creación del Consorcio, la inversión privada en I+D en el sector frutícola ha aumentado en un 34%, sobre la base existente hasta 2005.
En lo específico, el trabajo apunta, además de los atributos de calidad de fruta (organolépticos y poscosecha), a generar variedades con características distintivas como: uva de mesa resistente a botritys; carozos tolerantes al daño por frío durante el viaje; cerezos tempraneros para extender la temporada y zonas del cultivo y con tolerancia a pitting; frambuesas de mayor vida de poscosecha y manzanas resistentes a venturia.
Colaboración internacional
Un rol importante en los resultados obtenidos por el Consorcio —entidad que empezó a operar en 2006— lo ha jugado la interacción industria-academia. “El trabajo con la Universidad Católica y el INIA, ha permitido formar equipos de trabajo integrados por más de 40 investigadores y profesionales en mejoramiento genético y biotecnología, dotados además de infraestructura de punta para desarrollar su labor”, resalta Alfonso Yévenez, ejecutivo de innovación de FIA y supervisor de la iniciativa.
Junto con ello, se han establecido acuerdos de colaboración científico-técnica y transferencia de material genético con destacados centros de I+D internacionales, lo que ha permitido un continuo benchmarking internacional de los programas y acceder a nueva genética avanzada para Chile.
Entre estos centros destacan las universidades de Pécs (Hungría); California-Davis, Minnesota, Michigan State y Washington State (EE.UU.), Wageningen (Holanda); Plant & Frut Research (Nueva Zelanda); Zhengzhou National Repository (China) y Research Institute for Fruitgrowing (Hungría).
La industria frutícola local es un actor relevante a nivel mundial, representando hoy cerca del 50% de la fruta fresca exportada desde el hemisferio sur, considerando los envíos de carozos, kiwis, uvas, manzanas, paltos y peras.
Chile, además, es el primer exportador mundial de ciruelas frescas y el quinto en duraznos y nectarines.
De acuerdo a las últimas cifras de ODEPA, en el período enero-noviembre, las exportaciones del sector generaron retornos por US$3.409 millones, 4,7% por sobre los registrados en igual lapso del 2010.
Fuente: FIA