Chile se Proyecta como Cuarto Productor de Avellano Europeo del Mundo
Un aire de admiración hacia el presente y futuro del cultivo del Avellano Europeo en Chile recorría las salas del hotel Dreams, donde se desarrolló el Octavo Congreso Mundial de este cultivo, en Temuco. Todo apuntaba al gran crecimiento que ha experimentado el sector en Chile, gracias a un perfecto trabajo realizado por investigadores, productores y empresas que han logrado posicionarse a gran nivel entre los grandes del mundo.
Consultado por este comentario, el investigador de INIA y coorganizador del Congreso, Pablo Grau, sostuvo que la realidad chilena variará sustancialmente su producción en los próximos años ya que “aún poseemos huertos nuevos que no alcanzan la edad productiva”. Explicó que las 13 mil hectáreas existentes hoy en Chile, debieran alcanzar una producción, en sólo 6 años, de más de 37 mil toneladas, sin considerar la incorporación de las 1000 hectáreas por año que si incorporan a este cultivo en el país. Con ello, sostiene Grau, Chile debiera ubicarse entre el tercer y cuarto lugar entre los mayores productores del mundo, lo que al día de hoy significaría retornos a los productores del orden de los 100 millones de dólares por año.
El investigador resaltó el hecho que la industria del avellano europeo en Chile aumentó explosivamente gracias al arribo de una prestigiosa empresa chocolatera italiana a mediados de los 90, que vio en nuestro país una posibilidad de desarrollar huertos que carecían de la presencia de plagas y enfermedades comunes en otros países. Ello se sumó al potencial de crecimiento que presentaban las plantas en Chile debido a la presencia de agua para riego, suelos de buena calidad y la infraestructura existente producto del desarrollo de la fruticultura anterior (paking, industria de secados, puertos de embarque, carreteras y profesionales especializados).
Sobre este último punto, cabe mencionar el trabajo realizado por INIA en las regiones del Bío Bío y de La Araucanía, que estimuló el cultivo del avellano europeo, apostando por la adaptación de los suelos y clima a este frutal de nuez. Según explicó Pablo Grau, uno de los especialistas de este cultivo en Chile, INIA lleva trabajando en avellano europeo, desde mediado de los años 80, investigación que ha quedado reportado en cuatro libros que han sido puestos a disposición de los productores del país.
Énfasis del Congreso
Un total de 66 presentaciones que versaron sobre mejoramiento genético (generación de nuevas variedades), biología y fisiología de la planta (tendiente a mejorar la polinización), propagación y portainjertos (forma de mejorar la producción de plantas), manejo de huertos (mejoras en el riego, fertilización, poda), postcosecha y calidad, reporte de la industria (desafíos de la industria del avellano en los diferentes países) y control de plagas y enfermedades.
Sobre este último punto, las plagas constituyen un serio problema ya que se trata de insectos que se alimentan del fruto y que destruyen las raíces de las plantas. A pesar de que las plagas varían con los países, la mayoría corresponde a coleópteros (como cabritos y burritos) y curculiónidos o chinches. Lo coincidente en casi todos los países productores, es el empleo de control biológico en detrimento del control químico, considerando el resguardo del medio ambiente y las exigencias de los importadores de no contar con productos con trazas de químicos.
En tal sentido el uso de hongos y nemátodos entomopatógenos fue presentado por países tan distantes como Chile y Turquía, mostrándose como la mejor opción en el control de plagas. Ello a pesar de las enormes diferencias de producción de este fruto entre ambos países. Mientras la producción de Chile alcanza 5 mil toneladas con 13 mil hectáreas plantadas (0,4% de la producción mundial), Turquía alcanza las 600 mil toneladas en 600 mil hectáreas, alzándose como el primer productor del orbe y con una historia de 400 años de producción.
Al Congreso, organizado por el Instituto de Investigaciones Agropecuarias, INIA, llegaron 240 asistentes (80 extranjeros) de 11 países (Chile, Italia, Estados Unidos, Francia, China, Australia, Argentina, España, Turquía, Ucrania y Canadá.
Fuente: INIA