Después de varios desacuerdos y unas cuantas tensiones, la paritaria vitivinícola llegó a su fin y cerró con un 25% de aumento en doce meses y alrededor de un 18% para lo que resta del año. Este porcentaje se suma gracias a un aporte no remunerativo que se hará en dos partes y, de este modo, se cumple formalmente con los límites pedidos desde el Gobierno Nacional para los acuerdos salariales de 2012.

Ahora, un obrero que recién comienza a trabajar en una bodega ganará alrededor de $ 3.000 mientras que los que se desempeñen en la viña cobrarán unos $ 200 menos, aproximadamente.

El incremento será paulatino. Osvaldo Soloa, secretario gremial de Foeva -el sindicato que nuclea a los trabajadores del área- contó que durante este semestre habrá una suba del 5% a lo que se agregará una cifra no remunerativa de $ 400. Entre agosto y diciembre se agregará un aumento del 6% junto con $ 350 no remunerativos para, recién en febrero de 2013, llegar al incremento del 25%.

Por su parte, Sergio Villanueva, desde la Unión Vitivinícola Argentina, se mostró satisfecho por la finalización de una paritaria a la que calificó como "larga y trabajosa". En especial, por los niveles de dispersión que existen en la industria entre los pequeños y grandes productores y bodegueros. Según explicó, la mano de obra supera el 60% del costo de producción de vid.

Fuente: Los Andes