En la parroquia El Reventador, provincia de Sucumbíos, se recupera el cultivo de naranjilla, cuya producción fue declinando por diversas causas.

La restitución de este cultivo se realiza por intervención del Instituto Nacional Autónomo de Investigaciones Agropecuarias (INIAP) que, utilizando injertos, en patrones resistentes a nematodos, sustituyó la siembra directa, mediante los esquejes que hacía tradicionalmente el productor.

Mariana Recalde, agricultora del recinto San Francisco e integrante de la “Asociación  Forjadoras del Mañana”, comenta que en una parcela, que pertenece a esta organización, sembraron la variedad mejorada de naranjilla “INIAP – Quitoense”, con recomendaciones de manejo adecuado del cultivo. Ello le permitió incrementar el rendimiento y una reducción de costos de producción, en comparación con las prácticas tradicionales.

Señala que el INIAP, impulsa el desarrollo agropecuario de la zona, mediante el asesoramiento tecnológico no solo en el cultivo de la naranjilla, sino también en el de tomate de árbol y granadilla.

Fabián Fernández, técnico de la Unidad de Transferencia de Tecnología de Orellana, de la Estación Experimental Central de la Amazonía del INIAP, señala que la variedad mejorada que se difunde en la zona es la “INIAP- Quitoense”, que por su calidad es apreciada por los consumidores y comerciantes.

Esta variedad tiene garantía, ya que no es necesario el uso de pesticidas u hormonas que los agricultores aplican en algunos materiales locales para engrosar el fruto; al contrario, si se usan esos productos el fruto cae.

Con la tecnología recomendada y utilizada, dice Fernández, se logró que los agricultores ya no tengan que talar el bosque, sino que pueden sembrar naranjilla en lotes de terreno de rastrojo, o en terrenos que antes se los utilizaba como potreros.

En esta zona, la Unidad de Transferencia de Tecnología del INIAP, trabaja en procesos de transferencia y difusión de tecnología, con 250 productores, pertenecientes a seis organizaciones, utilizando una metodología con el enfoque de “Aprender Haciendo”.

Fuente: MAGAP