Chile: Desarrollarán abono elaborado a partir de un mineral de origen volcánico
Reducir el uso de fertilizantes sintéticos y así contribuir a minimizar la emisión de gases de efecto invernadero es uno de los objetivos de un proyecto que cofinancia FIA en la Región de Valparaíso.
En Chile el mercado de fertilizantes sintéticos copa prácticamente el 97% de la producción nacional de cultivos. Un proyecto, cofinanciado por la Fundación para la Innovación Agraria (FIA), desarrollará un abono orgánico elaborado a partir de un mineral de origen volcánico que apunta a reemplazar el 20% de la demanda nacional de nutrientes.
La iniciativa —ejecutada por la empresa Sociedad de Producción y Comercialización de Insumos Orgánicos Limitada, de la Región de Valparaíso—, incorporará zeolitas naturales en los sistemas de compostaje apuntando a optimizar los tiempos de duración del proceso, obtener un producto final libre de agentes patógenos y generar un abono orgánico enriquecido nutricionalmente.
“Las zeolitas son una familia de minerales no metálicos, que tienen propiedades agrícolas muy importantes: Alto poder de absorción y catálisis y una elevada capacidad de intercambio catiónico”, indica Rodrigo Mundaca, ingeniero agrónomo y coordinador del proyecto.
Estas propiedades permitirían solucionar los problemas que hoy tienen los sistemas de compostaje que se emplean en el país para producir abonos orgánicos, los que se caracterizan por la variabilidad nutricional, los tiempos empleados (muchas veces superiores a los 120 días) y la presencia de microorganismos nocivos.
Mundaca agrega que, de acuerdo a prospecciones realizadas por la empresa, hay yacimientos de este mineral en el cordón de la Cordillera de Los Andes, aunque también está presente en otros lugares del territorio nacional. De hecho, para el desarrollo del proyecto se trabajará con material proveniente de uno de los yacimientos de Minera Formas, ubicado en la Región Metropolitana.
El producto final que se elaborará al alero del proyecto, está destinado a usarse como nutriente en la producción de frutales, sin embargo se puede emplear en toda la producción de alimentos. De hecho, a fines de este año se pretende hacer pruebas en huertos de paltos Hass.
“Las aplicaciones de las zeolitas en el campo agrícola son enormes, como parte de la dieta animal, para mitigar malos olores en crianzas intensivas de animales, como material de relleno en la composición de fertilizantes granulados, fungicida, abono enriquecido, biofiltro y en la purificación de aguas pesadas, entre otras”, detalla Mundaca.
Aporte medioambiental
De acuerdo a estudios de ODEPA, cerca del 80% de los fertilizantes comercializados a nivel nacional son importados. El año pasado, las compras al exterior de estos productos sumó US$ 575 millones, con un incremento de 43%.
El producto más relevante es la urea, que registró importaciones por US$254,3 millones.
Se estima que el uso de fertilizantes sintéticos nitrogenados del tipo urea, aportan anual y mundialmente, el equivalente a 2.100 millones de toneladas de dióxido de carbono, el gas de efecto invernadero más perjudicial para el medio ambiente.
“Esta problemática ambiental, derivada de las formas convencionales e intensivas de producir alimentos, es también la oportunidad para sustituir insumos sintéticos del tipo fertilizantes, lo que requiere de opciones eficientes y coherentes con la necesidad de preservar recursos naturales indispensables para la provisión de alimentos, es decir suelo y agua”, destaca Juan Carlos Galaz, ejecutivo de innovación de FIA y supervisor del proyecto.
Fuente: FIA