Chile: Valor de terrenos agrícolas muestra alza de 30% a 40% en últimos tres años

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Chile: Valor de terrenos agrícolas muestra alza de 30% a 40% en últimos tres años

Entre Rancagua y Concepción se ha concentrado el fenómeno, debido a la siembra de frutales y la expansión de viñedos. A ello se suma la llegada de extranjeros que han ido adquiriendo tierras como resguardo tras la crisis financiera de 2008-2009.

Mirados en una década, los precios de la tierra en Chile han ido constantemente al alza, pero en los últimos tres años esa tendencia se ha intensificado y los aumentos fluctúan entre 30% y 40% en promedio, en la zona centro-sur del país. En Curicó, en la localidad de Molina por ejemplo, una hectárea hace diez años podía costar $ 3 millones. En 2009, ese mismo terreno tenía un valor aproximado de $ 5 millones, y hoy puede llegar a un promedio aproximado de $ 8 millones.

El fenómeno tiene varias explicaciones. Una de ellas es que el suelo opera como un refugio en momentos de crisis financieras. Y es precisamente eso lo que se ha visto en los años recientes: gente que no estaba ligada al sector agrícola, chilena y extranjera, que ha estado comprando terrenos. “Inversionistas con liquidez y con susto de invertir en la Bolsa, y que quieren obtener una rentabilidad de lo que van a plantar”, señala Tomás Larraín, encargado de corretaje de propiedades agrícolas de Vial y Cía.

También hay otros componentes. La proliferación de viñedos y la fuerte demanda internacional por productos como nectarines y uva de mesa, han atraído nuevas inversiones, según Víctor Danús, director regional de RE/MAX Chile, gestora inmobiliaria y de corretaje de propiedades. Esto, “asociado a la estabilidad política-económica del país, ha atraído a inversionistas extranjeros”, explica el ejecutivo.

A nivel interno, otro factor relevante es la acción de la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena, Conadi, que por ley debe comprar 10 mil hectáreas al año y “ha adquirido terrenos a agricultores de la IX Región para entregarlas al pueblo mapuche. Para hacerlo, debe vencer la resistencia del agricultor que no le gusta vender y eso hace que suban los precios”, sostiene Patricio Crespo, presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA).

Las que más suben

En los últimos tres años, el suelo agrícola, en promedio, “ha experimentado un alza de entre 30% y 40%”, detalla Danús. El incremento se ha dado mayoritariamente en la cuenca del Maule, entre Rancagua y Concepción, “debido a la calidad de sus tierras, aptas para distintos cultivos, entre ellos ciruelos, nectarines y vides”, afirma.

Coincide Larraín, de Vial y Cía., quien observa que el aumento fluctúa entre 30% y 40% de 2009 a la fecha, en específico en la Región Metropolitana, desde la V hasta la VII Región, y en el sur, en parte de la IX y X Región, cercana a la zona donde se encuentran los lagos. “Lideran Colchagua, Maipo y la zona frutícola de la V Región. En Maule también, porque se han plantado viñas con buenos resultados y un menor costo de suelo”, explica Larraín.

¿Las preferencias? La comuna de Sagrada Familia, Curicó, para las plantaciones de cerezo; Marchihue -de Santa Cruz a la costa- para viñas, y campos en la franja desde Villarrica a Llanquihue, para desarrollo ganadero y lechero.

El ministro de Agricultura, Luis Mayol, advierte que si se mira el precio de oferta en UF por hectárea y a nivel nacional, “en los últimos cinco años ha habido un alza de 25% aproximadamente”. Al analizar las zonas del país que más se han valorizado, ve que Atacama y Coquimbo, por el norte, han estado en la media nacional en los últimos cinco años, mientras que en el centro del país, Valparaíso y la Región Metropolitana, “han sufrido incrementos que superan significativamente el promedio país. Y en la Región de O’Higgins el alza es notoria a partir de 2004”, asegura. El ministro añade que en el caso de la zona centro-sur, sólo la Región del Maule posee valores de precios de oferta de suelo agrícola superiores al promedio.

En la zona sur, La Araucanía mostró incrementos similares al promedio nacional en la década pasada, y el valor del suelo en Los Lagos fue menor, aunque se acercó a la media nacional alrededor de 2010, debido al efecto positivo de la ganadería.

Desde la VIII Región al sur destaca la calidad de sus suelos para cultivos de trigo y cebada, explica Danús. “La producción de papa y recientemente de lupino (alimento de salmones) ha incrementado el valor del uso de la tierra agrícola. Esto, asociado al alza de la ganadería , hace que se convierta en una de las zonas de mayor plusvalía en terrenos agrícolas”, indica.

Interés de extranjeros

En los últimos tres años, inversionistas extranjeros han llegado a Chile a buscar tierras. Son, cuenta Danús, “preferentemente chinos y europeos. De Latinoamérica, venezolanos, mexicanos y, últimamente, argentinos, que buscan un negocio de buena rentabilidad, estabilidad política-económica y buenas proyecciones”, sostiene. En este período reciente, en RE/MAX Chile han recibido “peticiones constantes de gestiones de compra de terrenos por parte de inversionistas asiáticos y rusos para adquirir suelos donde explotar nuevas viñas y terrenos de cultivo de alta rentabilidad”, apunta el ejecutivo.

La inversión extranjera directa en el sector agrícola en Chile alcanzó a US$ 269 millones entre 1974 y 2009, y se concentró principalmente en fruticultura, viñas y parronales. Por país, Estados Unidos fue el principal inversionista extranjero (33,1%) en ese lapso. En segundo lugar se ubicó Luxemburgo (12,5%), seguido de Alemania (10,2%) y Nueva Zelandia (8,3%).

El presidente de la SNA destaca el caso de la neozelandesa Manuka, que compró Hacienda Rupanco. “Han llegado otras empresas que generan demanda y tiran para arriba los precios. Se han puesto a producir leche y lo hacen muy bien”, señala.

Lo que viene

Para los próximos años se espera que el mercado siga al alza, impulsado por la adopción de nuevas tecnologías y la agroquímica utilizada en el manejo y uso de los suelos agrícolas del país.

Mayol explica que tal dinamismo continuará dependiendo de factores como el crecimento de los productos agrícolas exportados por Chile; los precios internacionales de los alimentos; el aumento del poder adquisitivo de India y China; e internamente, de una creciente presión de la expansión urbana sobre suelos con aptitud agrícola, en otros. “Todos tienen efectos positivos sobre el nivel de precios de la tierra agrícola, por lo que podría esperarse una sostenible alza de ellos”, afirma Mayol.

Fuente: La Tercera

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