Inclusión de productores locales es clave para el éxito de la inversión extranjera
Estudio de la FAO analiza sus impactos, beneficios y amenazas
Un nuevo informe publicado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) señala que las inversiones internacionales que conceden a los agricultores locales un papel activo y les permiten continuar con el control de sus tierras tienen afectos más positivos sobre la economía local y el desarrollo social.
De esta forma la implicación de los agricultores locales es clave para el éxito de la inversión extranjera, informó la entidad.
El informe - “Tendencias e impactos de la inversión extranjera en la agricultura de los países en desarrollo” - detalla que los proyectos de inversión que combinan los puntos fuertes del inversor (capital, experiencia en gestión y comercialización, y tecnología) con los de los agricultores locales (mano de obra, tierra, conocimientos locales) son los que tienen más éxito.
La publicación presenta una serie de casos que evidencian el impacto de la inversión extranjera en África y Asia, incluyendo compras de tierra a gran escala, lo que a menudo se conoce como “acaparamiento de tierras”.
“Aunque varios estudios documentan los efectos negativos de la adquisición de tierras a gran escala en los países en desarrollo, hay muchos menos sobre sus beneficios para el país receptor, especialmente a corto plazo y a nivel local”, consigna el informe.
“Para las inversiones que implican la adquisición de tierras a gran escala en países donde los derechos de las tierra son confusos y precarios, las desventajas superan a menudo a los escasos beneficios para la comunidad local”, detalla el documento.
A pesar de los beneficios el informe advierte que “debe evitarse la adquisición de tierras ya en uso para establecer explotaciones de gran tamaño y hay que considerar otras formas de inversión”.
La FAO reportó que la inversión extranjera en tierras agrícolas en los países en desarrollo se ha incrementado notablemente en la última década. Las tierras adquiridas tienden a estar entre las mejores disponibles, con suelos de buena calidad y riego.
Pero como todo proyecto también pueden suponer una amenaza. Entre los posibles efectos adversos se encuentran el desplazamiento de los pequeños agricultores, la pérdida de pastizales para los pastores, la pérdida de ingresos y medios de subsistencia de la población rural y la degradación de los recursos naturales como la tierra, el agua y la biodiversidad.
El informe indica que las leyes nacionales y las instituciones que rigen la inversión agrícola y la tenencia de la tierra son fundamentales para determinar si las inversiones tienen efectos positivos o negativos.
Mientras que la inversión agrícola es la estrategia más importante y eficaz para reducir la pobreza en las zonas rurales, "el reto para los responsables políticos, organismos de desarrollo y comunidades locales es maximizar los beneficios de la inversión agrícola extranjera y reducir al mínimo sus riesgos", dice el informe.