Según Cafim, compensaría costos del transporte para competir con Chile en los mercados que el Gobierno propone, como Venezuela. Prometen liquidar $ 1,3 millón de incentivo total pendiente.

Un subsidio de U$S 2 por caja de 24 latas de durazno al natural exportada vía Buenos Aires o Chile, y U$S 90 por tonelada de pulpa a destinos por vapor. Sin ser la panacea, es lo que esperan los exportadores mendocinos para seguir la recomendación oficial de empezar a colocar sus productos fuera del Mercosur, incluso a potenciales nuevos socios como Venezuela y Colombia, la receta para curar la "Brasil-dependencia". Antes, la Provincia promete liquidar $ 1,3 millón que en concepto de compensación de fletes pendientes por operaciones en 2012.

Así lo hizo el ministro de Agroindustria, Marcelo Barg, junto al subsecretario de Competitividad de la Nación, Alberto Costa, enviado por el viceministro de Economía Axel Kicillof para escuchar los planteos. "No hubo definición, pero creemos que alguna propuesta debe haber", confió uno de los participantes de la reunión.

En busca de apalancar el reclamo de un empujón inicial en los países caribeños, desde el sector le proyectaron al funcionario porteño un futuro optimista para Mendoza como polo productor de durazno. Prevén que, con 7.500 hectáreas, hacia el año 2015 será 5to productor mundial (ver aparte).

"La política económica no tiene cambio de rumbo posible", dijo Costa, palabras más, palabras menos, en un intento por desactivar de entrada cualquier pedido que se aproximara a devaluación.

Por eso es que el subsidio parcial al inland o costo de flete marítimo para ingresar a un mercado, sin ser la panacea es la opción. "El inland es un componente importantísimo del costo total del producto, conformado por el flete interno Mendoza-Buenos Aires, más gastos de documentación (que han aumentado entre 100 y 200% el último año) y el costo de colocar un contenedor sobre vapor, o sea, gastos de puerto. Hoy por lejos el de Buenos Aires tiene los servicios más caros del mundo", detalla un escrito de Cafim.

Según datos de los exportadores, el inland desde Valparaíso ronda los U$S 300 por contenedor (900 cajas de 24 latas). En cambio, vía Puerto de Buenos Aires, suma U$S 2.700; casi 9 veces ese valor.

¿A todo vapor?

Mientras crecen la dudas sobre el futuro de las ventas a Brasil si el cupo desaparece, Cafim sustenta con más números el pedido de subvención para colocar producto extra Mercosur: en 2003 despachar una caja en barco costaba U$S 0,50 por caja, y hoy 6 veces más.

Por eso, el argumento de la industria es que implementar un subsidio de U$S 2 por caja y U$S 90 por tonelada de pulpa ayuda a acercarse a las cifras de Chile, principal competidor regional que, de acuerdo a pronósticos, busca posicionarse en Asia-Pacífico y dejará "huecos" en América Latina. Previamente, el Gobierno provincial dispuso un fondo de $ 2,5 millones con ese fin; queda un remanente de $ 1,2 millón, y la diferencia aún no se paga a las empresas.

"La postura oficial es que el resto de los países bajaron sus precios por la crisis internacional, y que devaluar es inviable. Por eso estamos a la expectativa de que se estudien variantes, y dispuestos a luchar por ese subsidio que ayudaría a entrar a países donde estamos en desventaja frente a Chile", resumió el titular de Cafim y gerente de Angiord, Raúl Giordano.

Por su parte, desde el Gobierno insisten en la "sintonía fina" para cada decisión. Según el ministro Barg "hay que ser cuidadosos con la política de subsidios y compensaciones. Existe un acuerdo previo con el durazno, lo de la pulpa es una carpeta en estudio. Hay que ver qué se vende y discutirlo con los exportadores, para ver si amerita una compensación del flete".

Con 15 años en el negocio, Fénix SA sabe de diversificar; desde su planta en General Alvear provee pulpa a Chile, Perú y Ecuador, Centro y Norteamérica, Francia, Portugal, Inglaterra, entre otros países europeos. Mariano Perón, uno de sus dueños, asume que Venezuela y Colombia prometen, pero sin ayuda es difícil entrar. "Ayudaría a descomprimir el problema con Brasil que generó algunos calores financieros; no tenerlo sería directamente no vender, porque Chile produce más y vende más barato".

Fuente: Los Andes