Venimos de una transformación en el campo de esta región, donde durante cientos de años se sembraba caña de azúcar y a los productores nos habían enseñado a ir cada ocho días al ingenio para recibir nuestro cheque para la semana, señaló Benigno Quezada Naranjo, productor de aguacate en Peribán.

Indicó que esa situación que se vivió por mucho tiempo, los privó de tener otra visión como hoy en el caso del aguacate, en donde incluso, “el que los aguacateros nunca hubieran recibido un peso del gobierno, los hizo distintos porque los obligó primero a distribuir sus aguacates a los alrededores de Michoacán como Guadalajara y Salamanca, pero después se fueron a Tijuana, Cancún, después a Estados Unidos, Europa Y Japón”.

“Eso fue la transformación que tuvo el aguacatero, y es la que tienen que tener los zarzamoreros, a través principalmente de la organización; que sería la estructural, económica y de comercialización, por lo que si ya se enseñaron a producir zarzamora, y a comercializarla, ahora deben aprender venderla, que es la parte que los aguacateros ya sabemos hacer, yo personalmente me voy con mi familia a vender aguacates a Estados Unidos”.

Destacó que en el caso del aguacate funciona muy bien, porque a diferencia de las frutillas, curiosamente tiene consumo nacional, “porque los mexicanos somos los principales consumidores de aguacate en el mundo y los que más aguacates nos compran en Estados Unidos son los mexicanos”.

Por otra parte, refirió que en el caso de los aguacateros son ellos mismos los que venden sus aguacates en el extranjero, para lo que incluso se invierten más de 80 millones de pesos al año en promoción del producto y en el caso de los productores de zarzamora de Los Reyes son las empresas las que comercializan. Además, “los aguacateros cuando traemos sobreproducción nos vamos al menudeo y somos los dueños del producto”.

Puntualizó que la ventaja del producto aguacate y de producto zarzamora es que si los productores cuentan con los mercados, los canales y la infraestructura para la exportación no se ocupa de Estados Unidos, “pero lo que nos faltaba era que nos enseñaran y es algo que los chilenos en Los Reyes ya saben hacer con la zarzamora”.

“Los chilenos tienen los canales de comercialización y es algo que no han aprendido muy bien los productores de frutillas de la región, a excepción de algunos casos, a lo mejor como productor de una o dos hectáreas no se puede acceder a los mercados internacionales, pero para esos son las cooperativas”.

“Se puede empezar por ejemplo una cooperativa de pequeños productores que no son parte del padrón de una empresa, digamos de 500 hectáreas, y que cada uno ponga 1 peso por caja vendida, para comenzar hacer todos los trabajos de preparación y planeación para vender el producto y exportarlo porque se necesita ser creativo pero para eso se necesita capital. El mercado es comprar y vender y si nos falla vender, en eso debemos enfocarnos”.

Finalmente mencionó que “la problemática para muchos productores de frutillas de la región es que su producto valga más y es por ello que necesitan buscar nuevos mercados y compradores, así como aumentar el consumo nacional con nuevas estrategias”.

Fuente: Cambio de Michoacán