Saldrá a comprar para que el valor por kilo no baje de 1,10 pesos. Pagará $ 0,40 al productor.

Con una cosecha más de 2,5 veces superior a la pasada pero diversa en calidad por la afectación del granizo y la mancha roja, una plaga que provoca caída de frutos, el Gobierno provincial sale a jugar directamente en el mercado de la ciruela para asegurar una rentabilidad mínima a los pequeños productores. A través de un fideicomiso comprará producto destinado a secaderos, a cambio de $ 0,40 por kilo para proveedores asociados y $ 0,60 a industriales, en un esquema que prevé además adquirir el producto final a $ 5,50 y distribuir utilidades que obtenga, como tenedor, de la venta final al mercado interno y externo.

Con el panorama complicado y la herramienta a mano para modificarlo administrada por Mendoza Fiduciaria, la Provincia estaría en condiciones de intervenir con la compra de 2.000.000 de kilos de fruta seca, como mínimo, a un precio base de $ 5,50.

Será, según lo anunciaron ayer el ministro de Agroindustria, Marcelo Barg, y el subsecretario de Programación Agroalimentaria, Cristian Correa, el recurso principal pero no el único. Estará complementado por los créditos para cosecha y acarreo de hasta $ 6.134 por hectárea y un interés del 13,19% que dispone el Fondo para la Transformación y el Crecimiento.

Paralelamente, hubo una clara señal a la industria para que respete un precio de referencia de       $ 1,10 por kilo de ciruela fresca entregada si se requiere financiamiento extra. Según el jefe de la cartera ésa será la condición para otorgar préstamos de capital de trabajo con una tasa del 15% subsidiada en 6 puntos, “si la empresa está calificada por el Banco Nación (oferente de la operatoria) y mantiene lo acordado”.

En los cálculos oficiales está llegar con la ayuda al menos a unos 1.000 productores que están fuera del circuito crediticio, siempre agrupados en cooperativas.

“Atentos a la demanda de asociaciones de productores que no son sujetos de crédito, es el mejor precio de referencia y promedio entre calibres que puede pagarse”, señaló Correa respecto a $ 1,10 como valor por kilo de ciruela fresca, en una campaña que promete, de acuerdo al último pronóstico del IDR, más de 136 mil toneladas para industrializar.

En cuanto al monto del fideicomiso que manejará Mendoza Fiduciaria, el ministro Barg, quien además adelantó que la ciruela industria será el segundo rubro después del vitivinícola a incorporar al Merproar (Mercado de Productos Argentinos o mercado electrónico) evitó dar cifras “para no generar expectativas”. La reserva tiene en cuenta la subejecución de recursos del último operativo para aceite de oliva, del cual se usó menos de la mitad de $ 5 millones dispuestos. Pero las cuentas dicen que, a razón de $ 0,10 por kilo, la Provincia debería desembolsar más de 13 millones para empezar.

Para impulsar una demanda interna que sólo es el 5% de las ventas, está en estudio una campaña de promoción del consumo. Barg admitió dos alternativas, atadas a las condiciones del mercado desde abril: vender la ciruela seca a otros galpones, o comercializarla  con packaging propio.

Mano de obra, un déficit

Desde el sector, muchos de cuyos representantes no estuvieron presentes durante el anuncio, la medida fue bien recibida pero con reservas y lógicamente algo de escepticismo. Por estos días domina la preocupación por la falta de mano de obra para la cosecha.

“Estamos realmente desesperados buscando cosechadores y si esto se concreta, será un salvavidas que se podría compartir con el trabajador. ¿El precio? Si es por el calibre, pasará desapercibido porque nadie tiene fruta de tamaño. De no haber ganancias al menos servirá para superar el año”, consideró el productor y ex dirigente sanrafaelino Héctor Carloni, con experiencia en el cooperativismo y paso por la IPA (International Prune Association).

Sus 18 hectáreas de ciruelos camino a Valle Grande rendirán 75%, lejos mejor que la campaña 2011-12 cuando clima y la “mancha roja” barrieron con todo. Carloni confía: “Todo lo que se haga en conjunto me parece bárbaro. Aunque dependemos de la exportación, cualquier destino es bueno”.

Para Javier Molina, director de Desarrollo Rural del departamento,  “esto permitirá que muchos productores puedan secar su propia ciruela, y otros asociados a galpones participen de las ganancias. El industrial está viendo que si el precio no sube tendrán competencia en la exportación”.

Por su parte, Rolando Kaiser, de la Asociación de Productores de Ciruela Desecada, se muestra más descreído. “Por más que tengamos valor de venta no hay gente para cosechar. Aunque contar con $ 1,10 al menos sería sustentable, el tema es que los fondos que se destinen, a diferencia de lo que pasó con el durazno, alcancen”.

Fuente:LosAndes