Por Arturo Calderón, Investigador U. de Chile y PhD UC Davis

La bomba de presión de tipo “Scholander” es el aparato más usado para medir estrés hídrico en vides para vino. Aunque su uso se ha restringido mayormente a la estimación de la frecuencia de riego en viñedos que utilizan el estrés hídrico para mejorar la calidad de las bayas, recientes avances científicos han permitido su incorporación a la programación del riego en otros cultivos frutales.

Por ejemplo, en California, son muchos los huertos comerciales de almendros que usan la bomba de presión para determinar el mejor momento de riego. Para hacer esto, los agricultores comparan valores reales medidos con la bomba de presión con un valor de referencia que represente las condiciones de una planta bien regada, o sea sin estrés. El valor de referencia se calcula utilizando información meteorológica del huerto o sus alrededores, tal como la humedad relativa, y las temperaturas mínima y máxima.

El uso de este método ha permitido disminuir considerablemente la cantidad de agua aplicada en huertos de almendro, sin por ello comprometer la productividad de estos o la calidad de su fruta. Investigadores de la Universidad de California Davis recomiendan comenzar el riego cuando los valores reales medidos con la bomba de presión estén entre 1 y 2 bares por debajo del valor de referencia. De esta forma, se evitan situaciones de estrés y también de sobre riego.

Las mediciones con la bomba de presión tienen varias ventajas al compararse con otras técnicas para medir estrés hídrico, tales como el porómetro o los termómetros infrarrojos. Entre ellas están:

• Menor variabilidad debido a condiciones ambientales, especialmente cuando se mide estrés en tallo.

• Sus mediciones se relacionan directamente con las mediciones de humedad del suelo y con el crecimiento y desarrollo de las plantas. En otras palabras, a partir de sus valores es posible estimar cuan afectadas se verán los suelos y los cultivos antes una situación de estrés hídrico.

• Son muy sensibles a diferencias en la aplicación de agua de riego, lo que permite establecer con precisión donde hay situaciones de sequía dentro de un huerto.

Entre las principales desventajas están:

• Su costo y mantención. Dependiendo del modelo, algunas bombas pueden alcanzar valores por sobre el millón y medio de pesos chilenos (importación directa desde USA). En general, las bombas de presión utilizan tanques de gas comprimido, lo cual hace compleja su mantención. Por lo mismo, es un requisito que antes de usarla, los operarios sean capacitados en la manipulación de equipos que usen gases a alta presión para evitar accidentes.

• Altamente intensiva en el uso de mano de obra pues se necesitan de varias mediciones al día para determinar un nivel promedio de estrés por bloque o huerto. Mientras más variable sean los suelos y la condición de las plantas (tamaño del follaje), mas mediciones serán necesarias.

• Como cualquier medición, es imprescindible que se utilice la metodología correcta para evitar errores en la determinación del estrés hídrico.

Mira aquí el vídeo que enseña los principios fundamentales de la medición de estrés hídrico en vides para vino con la bomba de presión.

Finalmente, la bomba de presión es un aparato que puede ser utilizando exitosamente para evaluar el estrés hídrico en varias especies vegetales. Existe literatura científica abundante sobre el efecto de determinados niveles de estrés en varios cultivos. Por ejemplo, en vides para vino se ha reportado que valores de estrés entre -10 y -12 bares antes de “pinta” han mejorado la concentración de compuestos que le dan color, astringencia, y aromas frutales a las bayas.

En otros cultivos que no utilizan el estrés para mejorar calidad, existen valores de referencia que usan información meteorológica y que sirven para evitar situaciones de estrés. Sin embargo, su alto costo, principalmente en mano de obra, puede limitar el uso de esta técnica a cultivos que tengan un retorno suficiente para costear las mediciones.

www.portalfruticola.com