Consejos técnicos para mitigar el estrés térmico en los tomates
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Estrés térmico en los tomates
Es bien sabido que las altas temperaturas pueden causar una reducción en la fructificación, dando como resultado bajos rendimientos, y es por ello que es muy importante buscar variedades que se adaptan al calor.
En muchas variedades, las temperaturas diurnas superiores a los 34°C y 20°C, o un período de cuatro horas consecutivas a 40°C, causarán el aborto de flores. Hay varias razones por las cuales se produce este problema. La tasa de fotosíntesis influye en la fecundación. Las observaciones y experimentos llevados a cabo han demostrado que los diferentes segmentos de tomates, e incluso variedades diferentes dentro de un mismo segmento, pueden reaccionar al calor de manera distinta.
La fotosíntesis se compromete
Algunas variedades se adaptan al estrés térmico y pueden tener sólo una pequeña reducción en la fotosíntesis, mientras que otras variedades, que no son tolerantes al calor, pueden llegar a tener una alta reducción en la fotosíntesis de hasta un 65% o más.
En temperaturas muy altas la reducción en la fotosíntesis significa que hay menos asimilados (los carbohidratos producidos en la fotosíntesis) que se dirigen hacia el crecimiento vegetativo, y, por lo general, muchos menos hacia el crecimiento generativo o producción de flores.
Síntomas del estrés térmico inhiben la polinización
La viabilidad del polen y la cantidad de polen producido puede ser reducido en gran medida por las temperaturas altas. La falta de polen viable es la causa principal de una fecundación pobre.
También puede haber una falta de dehiscencia del saco polínico (liberación del polen) causada por un endotecio anómalo que no se abre correctamente. Además, los óvulos en el ovario (la parte que se convierte en la fruta) también pueden ser dañados por el calor.
Muy a menudo ocurre un alargamiento de estilo que da como resultado la salida del estigma fuera del tubo polínico, mientras que las anteras con el polen siguen estando adentro. Esto dificulta mucho la polinización normal de las flores, provocando con frecuencia el aborto. Como ayudar a la polinización en el calor: Cuando las temperaturas son muy altas, es muy importante poder reducirlas.
Luz y hojas suficientes
En los invernaderos que tienen colchones o muros húmedos, éstos deben ser activados durante las horas de calor del día a fin de mantener una temperatura óptima. Un techo de plástico puede ser blanqueado o recubierto por una tela de sombreado y en caso de haber cortinas térmicas, pueden ser utilizadas durante las horas principales de calor.
Siempre debe haber suficiente luz, de 600 a 800 micro-Einsteins, de manera que la fotosíntesis pueda continuar normalmente. En un invernadero o en una casa malla es recomendable no eliminar demasiadas hojas. Las hojas ayudan a enfriar las plantas y protegen los frutos del sol. Además, el sombreado puede ayudar a reducir el estrés térmico.
- Los alambres del cultivo pueden ser sacudidos para ayudar a liberar el polen.
- Una ráfaga de aire producida por un ventilador también ayuda a liberar los granos del polen.
- Vibradores eléctricos que agitan las flores y permiten la liberación de los granos de polen que pueden caer en el estigma.
- Los abejorros no son muy sensibles a las temperaturas extremas y pueden ayudar a obtener mejores resultados. Deben ser usados incluso en condiciones de temperaturas muy altas.
- Las hormonas se utilizan a menudo en condiciones de temperaturas extremas.
Fuente: www.hortalizas.com
Imagen de portada: www.frontiersin.org