Mayor producción de pera en el Viejo Continente
Los datos finales con el pronóstico de cosecha en la UE-27 estarán disponibles en agosto
Los informes volcados esta semana en Interpera 2013 indican que la producción de pera temprana en el Viejo Continente muestra una importante recuperación respecto de la temporada pasada aunque, en algunos casos, estos volúmenes se ubican por debajo de los promedios de cosecha del período 2006-2012.
Los expertos califican esta evolución como "normal" teniendo en cuenta la caída de cosecha que sufrió el año pasado todo el territorio de la comunidad europea.
Según los informes consignados, entre las peras sobre las que ya existen tendencias definidas, que son aquellas que se denominan tempranas, se encuentran las siguientes variedades:
• Guyot de Francia, que presenta floración, cuajado y caída de frutos abundante. Se proyecta una recuperación en los volúmenes de cosecha respecto de la temporada pasada, aunque estos niveles se ubicarían levemente por debajo del promedio de cosecha del período 2006-2012.
• La variedad Limonera de España muestra una floración y cuajado normales, con caída abundante de frutos. Esto define proyecciones para la presente temporada con mayores niveles de producción respecto del año anterior, pero por debajo de los niveles consignados para la media 2006-2012.
• Sobre la Coscia-Ercolini de España se determinó una floración y cuaje normales y una caída de frutos de normal a abundante, dependiendo de las zonas que se tome en consideración. Los volúmenes de cosecha proyectados son similares a los de la pasada temporada, en torno de las 35.000 toneladas, y por debajo del promedio de los últimos siete años.
En relación con las variedades tradicionales, que son las que terminan compitiendo con la oferta que llega en contraestación a Europa desde el hemisferio sur, el informe presentado en Interpera detalla lo siguiente:
• Sobre la pera Conference se proyecta una cosecha abundante en Italia, mientras que en el resto de los países (España, Bélgica y Francia, entre otros) los estudios determinan que existió una floración considerada de normal a abundante, con caída normal de frutos.
• La Abate Fetel en Italia muestra una floración y caída abundantes, con cuaje de frutos de normal a abundante.
Según las primeras estimaciones del sector privado, la cosecha de estas dos variedades se ubicaría por encima de los niveles del año anterior e inclusive arriba del promedio consolidado de los últimos siete años.
Si bien las heladas tempranas dejaron de ser un riesgo para la producción de pomáceas en el Viejo Continente –ya que su posibilidad de aparición es muy baja a esta altura del año–, las bajas temperaturas que todavía se registran en el hemisferio norte podrían afectar el desarrollo del fruto, llegándose a una cosecha con bajos calibres.
Todo indica que la producción final de peras en Europa crecerá en esta temporada.
Los datos finales con el pronóstico de cosecha para todo el hemisferio norte recién se dispondrán en agosto, pero las tendencias estarían definidas según los estudios preliminares que presentan los especialistas.
Sólo faltaría el detalle de la calidad y los calibres de estos mayores volúmenes proyectados.
El rol y los problemas de la región
La Argentina es un líder indiscutido en el mercado internacional de peras. Constituye el principal exportador mundial de esta especie. Durante el año pasado los embarques de peras que partieron del país rumbo a los distintos puertos del mundo totalizaron las 450.000 toneladas. La cifra concentra el 25% del comercio mundial de esta fruta. Se encuentra por encima de las exportaciones chinas y de todo el bloque económico europeo. No es un dato menor.
Así lo reflejan las estadísticas brindadas por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), que también señala a la Argentina como tercer productor de peras frescas y exportador mundial de jugos de este tipo de frutas.
El dato que continúa aturdiendo al mercado es la producción de peras chinas: algo más de 16,5 millones de toneladas anuales, unas 20 veces más de lo que cosecha hoy la Argentina.
El temor, sin dudas, se basa en la posibilidad de que el gobierno chino evalúe la posibilidad de incrementar las exportaciones de peras –que hoy ya se encuentran en 430.000 toneladas–, lo que generaría un serio problema de sobreoferta en los mercados que hoy importan este tipo de fruta. La Argentina, en este hipotético escenario, sería uno de los grandes perdedores de esta jugada.
Los temas de comercio exterior, que fueron intensamente debatidos por varios técnicos y empresarios en los pasillos de la Asociación Española de Roca, donde se desarrolló Interpera 2013, mostraron el buen momento por el que pasan los mercados externos hacia donde se destina la fruta del Valle.
Sin embargo, la exposición del jueves, en la que el empresario Jorge Thefs trató "los cambios en los precios relativos y la competitividad internacional" del sistema frutícola regional, dejó en claro que la mejora en las cotizaciones que logra la fruta en el exterior no termina de compensar el crecimiento de los costos internos que está registrando el sistema local.
"Debemos tomar conciencia de que estamos en una situación crítica. Yo creo que la fruticultura regional sufre los efectos del 'Síndrome holandés', producto del desarrollo que muestra el complejo sojero en el país", destacó con preocupación Thefs en diálogo con este diario.
La teoría del "Síndrome holandés" se refiere al efecto que sobre la economía de un país tiene un auge exportador importante, basado generalmente en el descubrimiento de recursos primarios exportables que se complementa, por lo general, con un aumento de sus precios. Este tipo de auge suele provocar efectos desfavorables sobre otros sectores de la economía y de ahí su apelativo de síndrome.
El recurso primario al que las economías regionales están expuestas sería para este caso la soja, que muestra volúmenes crecientes de exportación y precios que tocan techos históricos.
"Las estadísticas son claras al respecto. Mientras que las exportaciones del país en su conjunto, impulsadas por el complejo oleaginoso, se multiplicaron por tres en estos últimos doce años, las ventas externas de pomáceas se desplomaron 17% en este mismo período", detalló el ejecutivo.
Thefs demostró, a través de distintas variables y largas series históricas, cómo se fue deteriorando la actividad por la presión de los costos internos.
"La actividad empieza a tener dificultades a partir del 2007. El incremento de nuestros costos saltó 130% desde el 2003 a la fecha y esto no fue compensado por los precios FOB declarados ante la Aduana", comenta Thefs al respecto.
La respuesta del sector a estos desequilibrios macroeconómicos fue un ajuste en las grandes empresas ligadas al comercio de ultramar –con eliminación de personal y el freno a la inversión– y una reestructuración sobre los destinos de su oferta exportable.
Los datos oficiales señalan que hacia inicios del 2000 el 80% del comercio externo se concentraba en los mercados de ultramar y el 20% restante se destinaba al Mercosur. Hoy esa relación es 60-40.
"Yo creo que estamos ante una crisis estructural producida por los desequilibrios que generan los costos en dólares y el estancamientos de inversiones. Ambas variables son las que en definitiva están determinando hoy la pérdida de competitividad que sufre el sector", confiesa el entrevistado en otra parte de la charla.
Todo pareciera indicar que la historia de la Argentina está ligada a sus ciclos económicos. No son pocos los que piensan que estamos ingresando en un escenario para la fruticultura muy similar al de la década de los 90.
Fuente: Rionegro.com.ar