Argentina: Mejoró 25% la exportación frutícola con destino a ultramar

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Argentina: Mejoró 25% la exportación frutícola con destino a ultramar

Al cierre de mayo se habían embarcado casi 330.000 toneladas de peras y manzanas. El principal mercado para la oferta valletana fue Rusia, seguido por Holanda.

Más de 20 millones de bultos con productos frutícolas fueron embarcados desde la región valletana hacia mercados de ultramar al cierre de mayo de este año, según las cifras proporcionadas por la terminal de servicios portuarios Patagonia Norte.

Los embarques realizados equivalen a 328.389 toneladas por todo concepto, la mayoría correspondiente a peras y manzanas, con un crecimiento global de exportaciones del 25% en comparación con los envíos consolidados a igual fecha del 2012.

Tanto los despachos de peras como los de manzanas y uvas registraron un avance en la comercialización este año respecto del anterior. Las ventas externas de peras pasaron de las 189.340 toneladas correspondientes al año pasado a 241.971 toneladas en la actualidad, con un crecimiento interanual del 27,8%. En manzanas la variación positiva fue del 23,4%, con embarques que crecieron desde las 67.802 toneladas en el 2012 a 83.721 toneladas este año, mientras que las ventas de uva de mesa mejoraron su performance en un 38,2%, con despachos que crecieron desde las 1.309 toneladas del año pasado a 1.809 en la actualidad.

Los datos de Patagonia Norte confirman, además, la venta de 209 toneladas de ciruelas en lo que va de este ciclo, con una mejora del 7% entre ambas temporadas. No existen registros de exportación de nectarines y membrillos, productos que sí fueron vendidos al exterior el año pasado.

Pese a los mayores volúmenes embarcados en lo que se refiere a frutas de pepita, las expectativas del eslabón exportador para lo que resta de la temporada no son demasiado alentadoras, debido a que la situación actual muestra una difícil coyuntura producto de medidas económicas que no favorecen el desarrollo de las producciones regionales, entre las que están incluidas la de peras y la de manzanas, uno de los motores de la economía valletana.

Las principales quejas de los empresarios se centran en la pérdida de rentabilidad, que ha mellado el ingreso de divisas para el sector, con un firme avance de los costos de los insumos en dólares y un crecimiento del valor de la mano de obra, que demanda mejoras salariales en cada negociación paritaria como una manera de no perder poder adquisitivo frente al avance de los precios en el mercado interno, producto de una inflación que ronda entre el 25 y el 30% anual.

También ha habido una fuerte expansión en el costo de los fletes necesarios para llevar la fruta a los distintos mercados de ultramar, al tiempo que el avance de los valores de venta de la producción no experimentó un crecimiento que acompañe el incremento de los gastos.

La falta de rentabilidad no es una variable que deba soportar sólo la parte empresaria, ya que también el eslabón primario de la cadena productiva sufre un desfinanciamiento y hoy busca en las arcas de los gobiernos provincial y nacional desembolsos momentáneos que sólo sirven para llevar adelante tareas puntuales en las chacras.

Así, la agonía de un buen número de productores que no pudieron realizar las inversiones necesarias en sus explotaciones se extiende por una nueva temporada sin que se pueda encontrar una solución de fondo que les permita planificar un futuro más sólido o tener una visión más firme sobre lo que puede ocurrir en el mediano plazo.

En estos días se define, por caso, el incremento salarial que se otorgará a los obreros de la poda, con un pedido inicial del sindicato que los agrupa del orden del 35% anual. Esta demanda quedó en principio muy lejos de la oferta de la patronal, que ni siquiera llegó a las dos cifras y se situó en un pobre 8%. En una segunda reunión, la gente de la poda bajó sus pretensiones a un 30% de incremento salarial para este año sin que haya una contraoferta empresarial, pero la brecha del 22% que separa ambas partes está lejos de dar por terminada esta discusión.

Las denominadas labores culturales en las chacras, entre las que se encuentra la poda, son el primer paso necesario y de vital importancia para lograr fruta de calidad en la próxima temporada y por el momento sólo las están llevando adelante algunos establecimientos de la región que tienen espaldas para cubrir los costos que esta tarea demanda.

Ya la temporada anterior cerró con algunos inconvenientes de tipo sanitario cuando varias explotaciones decidieron no levantar la fruta que habitualmente tiene como destino la industria debido a que los costos de realizar esta tarea se situaban por debajo de lo que la industria estaba dispuesta a pagar por el producto.

En su momento ésta fue una situación de riesgo, porque la fruta que queda en las chacras es el caldo de cultivo para el desarrollo de plagas, las que luego afectan el estatus sanitario de toda la región.

No es un dato menor que estas tareas queden pendientes, teniendo en cuenta que los mercados demandan cada vez fruta de mayor calidad y las futuras compras se definirán en favor de aquellos productos que pueden garantizar sanidad y buen nivel de conservación a través de toda la cadena productiva hasta llegar al destino final.

Principales clientes

Regresando al ítem de la comercialización en mercados externos, las cifras de Patagonia Norte indican que el destino preferido para la colocación de la fruta valletana fue el mercado ruso, adonde llegaron 104.799 toneladas en los primeros cinco meses de este año. Rusia absorbió esta temporada unas 6.000 toneladas más que el año anterior, con un crecimiento en sus compras del 6% entre ambas temporadas.

Según los datos suministrados por Patagonia Norte, el mercado ruso compró este año 86.549 toneladas de peras (11% más que en el 2012), mientras que el volumen de manzanas fue casi un 12% menor respecto del año anterior –es decir unas 2.000 toneladas menos– para ubicarse en 18.111 toneladas.

Otro destino importante para la fruta valletana lo constituyó Holanda, con importaciones por 71.782 toneladas, un 65% más que las realizadas a igual fecha del 2012.

El desglose de las ventas al mercado holandés muestra que mejoró fuertemente sus compras de manzanas y peras. En manzanas pasó de 11.561 toneladas el año pasado a 20.868 en la actualidad, con una variación positiva del 80%. También fue importante el desempeño en la adquisición de peras. De 30.264 toneladas que importó en el 2012 pasó a 49.316 este año, con una mejora del 62%.

Estados Unidos, Italia y Argelia cierran el selecto grupo de principales clientes para la oferta de fruta valletana.

El país norteamericano adquirió 41.321 toneladas (+37%), Italia 33.825 (+24,6%) y Argelia 18.151 (+4,7%).

Respecto del avance de la comercialización en mercados de ultramar, un reciente informe de la Secretaría de Fruticultura indica que hay un atraso en el ingreso de las frutas de estación a Europa, lo que favorece la situación de las peras y de las manzanas, estas últimas con un desarrollo de mercado muy favorable por los bajos stocks locales.

En cuanto a Rusia, el informe indica firmeza en el arribo de peras y una evolución de precios por debajo de la temporada 2012 y por encima de los valores correspondientes al 2011.

Fuente: Rionegro.com.ar

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