Los principales componentes del suelo que influyen en la formación de una buena estructura son arcillas, materia orgánica (que al degradarse produce ácidos húmicos) y calcio.
El calcio forma “puentes” con arcillas y ácido húmico, logrando crear una especie de “columnas” o “puentes cementantes” que soportan los agregados del suelo para que éstos mantengan su forma y no se destruyan por el paso de maquinaria o por efectos de la erosión.
Esta propiedad del calcio hace que tenga un fuerte impacto en la aireación del suelo para permitir la vida de la microfauna benéfica aeróbica, logrando así un impacto directo en la rizosfera de la planta.
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El calcio es el elemento nutritivo que mejor debe conocer el agricultor, por varias razones:
1. Es el único elemento que debe estudiarse considerando sus funciones en el suelo y en la planta.
2. Tiene gran influencia en el aprovechamiento de otros nutrientes, por lo que sus funciones afectan la calidad de la planta y de los frutos.
3. Influye en gran medida en la salud de la planta, tanto del sistema radicular como de la parte aérea.
4. Tiene que ver con la formación de la rizosfera y con la vida microbiana del suelo.
5. Tiene un gran impacto en la estructura del suelo.
6. Es determinante en la calidad y cantidad de las cosechas.
7. Es la única alternativa para combatir toxicidades por excesos de aluminio en el suelo.
8. Es el único elemento que puede desplazar los excesos de sodio del bulbo radicular.
9. Su lenta movilidad en la planta lo hace casi siempre uno de los elementos limitantes en la productividad agrícola.
La presencia de calcio en el suelo es indispensable para lograr que los otros elementos, especialmente los cationes, se pongan disponibles para la planta. Es conocido que el calcio debe cubrir el 60-70% de la saturación de los cationes del suelo. En suelos con bajo pH (ácidos), los problemas con la disponibilidad de calcio son bastante serios.
Por una parte, los excesos de aluminio y hierro pueden convertirse en un problema de fitoxicidad para las plantas, especialmente a nivel de su sistema radicular; y por otra, se presenta poca disponibilidad de los cationes (Mg, K, Ca), lo que afecta tremendamente la calidad de las cosechas.
Muchos agricultores se confían a las aplicaciones de enmiendas cálcicas y se olvidan de aplicar las fuentes de calcio como fertilizantes. Existen varias fuentes de calcio para abastecer las necesidades de la planta.
• Aplicación en suelo.Las fuentes principales son nitrato de calcio y fertilizantes líquidos comerciales.
En los últimos, el calcio contenido es a su vez aglutinante de suelo, desplazando el sodio del complejo de cambio; bajo este punto de vista ayuda también a combatir la salinidad del suelo que se va acumulando cada vez que se aplica fertilización mineral, especialmente en zonas de pH alcalino y baja pluviosidad.
Por su pH ácido, tienen enormes ventajas con relación a otras alternativas de calcio, ya que ayudan al desbloqueo del calcio presente en el suelo, colaborando también con la limpieza de mangueras al ayudar en la regulación el pH de la mezcla, evitando la formación de precipitados que obturan los goteros.
Las aplicaciones foliares deben localizarse en las etapas de más alta demanda de la planta (desde el inicio de la etapa reproductiva), en las dosis recomendadas por el fabricante.
• Aplicación foliar. Existen dos corrientes de pensamiento entre los profesionales de la nutrición. Sus detractores arguyen que la baja movilidad del calcio en el floema imposibilita su asimilación; mientras que sus defensores justifican su posición en el hecho que el elemento absorbido por el xilema directamente del suelo viaja demasiado lento, por lo que en cultivos hortícolas (donde la velocidad de crecimiento es muy alta) el calcio no logra llegar a los tejidos meristemáticos.
El criterio de estos últimos es que las aplicaciones foliares no buscan abastecer el elemento, sino crear una “ósmosis” sobre la hoja que obligue a la planta a acelerar su absorción, y que los tejidos meristemáticos aprovecharán una buena parte del elemento si éste va quelatado, complejado con aminoácidos, o combinado con boro.
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La deficiencia de calcio está generalmente asociada a efectos de acidez del suelo y muchas veces es difícil diferenciar una de la otra.
El calcio se absorbe como catión divalente Ca2+ y es casi inmóvil, por lo que las deficiencias se observan primeramente en los tejidos jóvenes.
Las deficiencias de calcio parecen tener dos efectos en la planta: atrofia del sistema radical y apariencia característica de la hoja. La carencia de calcio también inhibe la germinación del polen y el crecimiento del tubo polínico.
Aunque los síntomas varían entre especies, generalmente se observa necrosis de ápices y puntas de hojas jóvenes además de deformación de las hojas, cuyos bordes se encorvan hacia la cara inferior o adoptan una apariencia dentada, y a menudo clorosis en el nuevo crecimiento.
• Crecimiento radicular lento, raíces color oscuro
• Crecimiento reducido de hojas nuevas, forma de canoa, bordes de color pálido
• Pudrición de flores
• Pudrición apical en vegetales
• Frutos atrofiados
Fuente: www.hortalizas.com
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