Columna: Daños preexistentes por riesgos de la naturaleza…la defensa “de moda”
Por José Manuel Valderrama, abogado Estudio Carvallo, Chile.
En toda temporada, las exportaciones sufren diversos daños que se asocian a un actuar deficiente de la cadena de responsables del transporte de la fruta. Durante muchos años, las defensas planteadas, tenían relación con argumentos más bien jurídicos, relacionados con la ley aplicable al contrato. Ahora bien, las defensas han cambiado y obligan a tomar medidas adicionales de prevención.
Normalmente los esfuerzos de los intereses de la carga (exportadores - consignatarios – aseguradores) se encuentran centrados en probar la condición en que la fruta arribó a destino. Se realiza una labor importante en la contratación de inspectores al arribo, que toman fotografías, analizan temperatura, y conducen diversos estudios para determinar si existió daño y cuál fue la causa del mismo.
Todos asumen que la fruta fue embarcada en buenas condiciones, por el hecho de haberse emitido un Conocimiento de Embarque limpio a bordo.
Sin embargo en los últimos años, nos hemos encontrado cada vez más con defensas de los responsables del daño en que intentan evitar su responsabilidad atribuyendo que todo, o parte del daño reclamado, se debería a condiciones defectuosas previas de la propia fruta.
Lamentablemente, la naturaleza, permite construir argumentos para estructurar tales defensas, ya sea con lluvias tardías en noviembre del año 2012 y/o con heladas importantes durante la presente temporada. Se ha hecho normal escuchar desde los departamentos de reclamos, que la fruta exportada no es de la mejor calidad, que tenía poco shelf life o que era de final de temporada, como fundamento del rechazo de un reclamo o hacer una oferta menor al estándar.
Nuestra recomendación para prevenir de mejor manera el riesgo de estos argumentos, relacionados con una supuesta mala condición previa y/o deficiente calidad de la fruta, es preconstituir pruebas que permitan demostrar su condición al embarque, a través de las siguientes recomendaciones prácticas:
A) Idealmente contar con una inspección de pre-embarque realizada por alguna de las diversas empresas que se dedican a lo anterior, esto especialmente sensible en embarques unitarios de montos elevados, tales como cerezas, carozos en general y berries.
B) Listas de empaques claras donde conste la fecha de cosecha y la fecha de empaque.
C) Identificación clara en la lista de empaque de los termógrafos que se utilizarán y dónde se encuentran colocados.
D) Fotografías de todo lo anterior al momento de la consolidación de la carga en los contenedores, aprovechando el bajo costo y facilidad de archivo de la fotografía digital, así como también la eventual contratación de empresas expertas terceras dedicadas a la consolidación.
Con estos antecedentes, se puede desvirtuar las alegaciones de los responsables del daño durante el proceso de reclamo, así como también la de los recibidores que pueden alegar condiciones de pre-embarque para bajar el precio final a pagar al exportador.