Cultivos transgénicos aumentan significativamente su superficie a nivel global
Las plantaciones de cultivos transgénicos han aumentado 113 veces desde 1996, con una superficie acumulada de 2.500 millones de hectáreas, lo que la hace una de las tecnologías de cultivos más rápidamente utilizadas a nivel global.
De acuerdo a la última actualización del informe mundial del Servicio Internacional para la Adquisición de Aplicaciones Agrobiotecnológicas (ISAAA), en países como EE.UU., Brasil, Argentina, Canadá e India, las tasas de adopción de los principales cultivos están en niveles cercanos al 100%, lo que sería un indicador de que los agricultores favorecen esta tecnología sobre las variedades convencionales.
Dichos países dan cuentan del 91% de la superficie mundial de los cultivos transgénicos, siendo la soya, en particular, la categoría más grande en términos de plantaciones, con el 50% del área mundial.
Hasta el momento, hay 70 países con regulaciones que permiten el uso de cultivos transgénicos o la importación de sus alimentos derivados hasta 2018.
Además, 26 países sembraron 191,7 millones de hectáreas de cultivos transgénicos, con lo que se supera en 1,9 millones de hectáreas el récord de plantaciones de 2017.
Beneficios
Los cultivos transgénicos, desarrollados con características mejoradas como el aumento del rendimiento, una mayor resistencia a las plagas y enfermedades, una mejor nutrición, entre otros, se han vuelto necesarios para hacer frente a desafíos como alimentar a la población mundial.
"La tecnología transgénica ha contribuido a todas las facetas de la seguridad alimentaria. Al aumentar los rendimientos y reducir las pérdidas, contribuyó a la disponibilidad de alimentos para más familias”, comentó el Dr. Paul S. Teng, presidente de la Junta Directiva de la ISAAA.
Añadió que “al permitir a los agricultores mejorar sus procesos y unirse a la cadena de suministro moderna, mejoró el acceso físico a los alimentos. Mediante el aumento de los ingresos de los agricultores y las zonas rurales, mejoró el acceso económico a los alimentos. A través de rigurosos estándares de seguridad alimentaria y programas de higiene, contribuyó a una mejor utilización de los alimentos".
"Si bien la biotecnología agrícola no es la única clave para mejorar la seguridad alimentaria mundial, es una herramienta científica importante en el conjunto de herramientas multidisciplinarias", agregó.
El estudió informó que en 2018 más cultivos transgénicos se fueron sumando a los ya existentes, como “papas de más lenta oxidación y menor pardeamiento, con acrilamidas reducidas y resistentes al tizón tardío; caña de azúcar resistente a insectos plaga y tolerante a la sequía; manzanas con menor oxidación; y canola con alto contenido de ácido oleico omega-3”, entre otros.
Utilidad
Por su parte, el director ejecutivo de ChileBio, Miguel Ángel Sánchez, afirmó que la evidencia de la utilidad de esta tecnología es innegable.
“Hoy, ya se están desarrollando mediante transgenia variedades vegetales tolerantes a la sequía, a la salinidad del suelo, y de mayor resistencia a otros eventos climáticos, que hoy afectan a la dramáticamente a la agricultura”, indicó Sánchez.
Según el directivo es deber de los Estados establecer regulaciones claras que permitan su uso y aprovechamiento.
“Ya son 10 los países que han adoptado cultivos transgénicos en América Latina y a pesar de que Chile es líder en la exportación de semillas transgénicas para abastecer el mercado de contraestación, y que importa a gran escala transgénicos para consumo humano y animal, aun no puede cultivarlos para comercializarlos en el mercado interno debido a vacíos regulatorios y a la no voluntad política para abordar la situación”, remarcó.