El cultivo de Sandia “Sugar Baby”
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1. El cultivo de Sandia “Sugar Baby”
El cultivo de Sandia “Sugar Baby”: La Sandia es una planta anual de desarrollo rastrero. El inicio del desarrollo aéreo de la planta se produce con un solo brote (brote principal) no emergiendo otros brotes hasta que existen 5-8 hojas bien desarrolladas.
Cuando la planta ha completado ese desarrollo se inician los brotes de segundo orden en las axilas de las hojas del brote principal.
De estos brotes de segundo orden (secundarios), emergen brotes terciarios y así sucesivamente hasta que se conforma la planta cuyo desarrollo vegetativo llega a cubrir 4-5 m2. Es una planta monoica, presentando flores solitarias tanto masculinas como femeninas en las axilas de las hojas.
La diferenciación de la flor es sencilla, ya que la flor femenina posee un ovario ínfero que se ve a simple vista (Figura 1). El cáliz es de color verde, con sépalos libres y la corola formada por cinco pétalos de color amarillo.
Figura 1. Flor macho y hembra (Izq-Der) en planta de Sandia.
La sandía es una planta que prefiere suelos ricos en materia orgánica y nutrientes esenciales, suelos profundos con buen drenaje y de textura media. No convienen los terrenos fuertes (arcillosos), ya que las frecuencias de riego en suelos con poco drenaje, perjudican a las raíces reduciéndose el desarrollo vegetativo por exceso de humedad. Es medianamente tolerante a la salinidad del suelo y la del riego. Prefiere suelos cuyo pH oscila entre 6 y 7,5.
2. El cultivo de Sandia “Sugar Baby”
La sandía requiere temperaturas de germinación de 15 ºC como mínimo. El óptimo está alrededor de los 25 ºC. La floración requiere temperaturas entre 18-25 ºC; temperaturas más bajas, pueden interferir negativamente en la polinización y cuajado de frutos y éstos aunque se desarrollen pueden aparecer deformados. El crecimiento vegetativo y la maduración, suelen requerir entre 23 y 28 ºC.
Figura 2. Cultivo de Sandia “Sugar Baby”. Valle de Azapa Km 45 (Sector Ticnamar – Belen).
La polinización más aconsejable para las sandías es la utilización de insectos polinizadores (abejas “Apis milifera” o abejorros “Bombus terrestre”). El número de colmenas empleado es variable (de dos a cuatro colmenas por hectárea), a veces incluso se utilizan más; depende de la superficie del invernadero, del marco de plantación empleado, del estado vegetativo del cultivo y de las condiciones climáticas.
La poda en sandía var. Sugar Baby (entutorada) tiene por objetivo controlar el crecimiento de la planta en cuanto a su forma, al eliminar brotes secundarios se favorece el crecimiento primario o apical. Esta labor se realiza en función del número de ejes elegidos favoreciendo rápidamente el crecimiento apical.
Figura 3. Polinización entomofila.
3. El cultivo de Sandia “Sugar Baby”
La fertilización en el cultivo de la sandía al momento del trasplante se centra principalmente en la aplicación de estimuladores de raíces con conductividades bajas (1,5-1,8 dS/cm).
Para el desarrollo vegetativo se van incorporando los principales macronutrientes (N-P-KCa-Mg-etc) llegando a conductividades entre 2,0-2,5 dS/cm. En plena producción el cultivo requiere aumentar los niveles de Potasio llegando a conductividades de 3,0 -3,5 dS/cm. El pH óptimo para el desarrollo del cultivo es entre 6,0-6,5.
Cuando las plantas han pasado por una serie de estados fenológicos en condiciones ambientales concretas se produce la floración. Ésta se realiza de forma escalonada, de modo que en la planta (o plantación) existen flores en diferentes estados; para definir el estado de floración en que se encuentra una plantación se utiliza el concepto de estado más frecuente, definible como el estado que aparece en mayor proporción en ese momento.
Este estado sirve de referencia y tiene interés práctico para decidir aplicaciones fitosanitarias, aplicaciones hormonales, entrada de insectos polinizadores, etc.
Figura 4. Cultivo de Sandia “Sugar Baby”. Valle de Azapa Km 45 (Sector Ticnamar – Belen).
4. El cultivo de Sandia “Sugar Baby”
Las principales plagas (Figura 4) que atacan al cultivo de la sandía son:
Pulgones: Forman colonias en el envés de las hojas. El ataque a las plantaciones lo inician por focos. Producen abarquillamiento y deformación de las hojas, debilitamiento de la planta y pueden ser agentes vectores de virosis.
Minador: Las hembras adultas realizan la puesta dentro del tejido de las hojas donde se desarrollan unas larvas pequeñas de color amarillento que se alimentan del parénquima de la misma, ocasionando galerías de distinta forma según la especie. Los adultos son moscas de 2 mm de longitud de colores amarillo y negro. Cuando el ataque es muy intenso esta plaga puede llegar a causar la destrucción de la plantación.
Moquita Blanca: Los adultos son unas pequeñas moscas de color blanco de aproximadamente 2 mm de longitud. Las larvas son ovaladas, generalmente se desarrollan en el envés de la hoja. Las larvas y adultos se alimentan de las plantas pero el daño por este motivo no es muy acusado, dependiendo del estado fenológico de la misma. Al igual que los pulgones pueden ser agentes vectores de virosis.
Trips: Los daños los producen las larvas y adultos de. Tanto las larvas como los adultos se alimentan del jugo de las células vegetales de los órganos afectados produciéndose con posterioridad necrosis. Prefieren como órgano vegetal de colonización la flor ya que el polen es su alimento preferido. Cuando los frutos están en estado joven se observan las manchas de picaduras y puestas sobre los mismos, pero a medida que el fruto se desarrolla estos puntos se vuelven prácticamente imperceptibles.
Araña roja: Es una plaga que va muy unida a las condiciones climáticas que existen en el invernadero y en el manejo que hacemos del cultivo. Los daños los produce el ácaro. Las colonias se localizan preferentemente en el envés de la hoja. En el haz de la hoja se producen manchas amarillentas que terminan por secar la hoja. En los frutos también se producen daños.
Figura 5. Plagas: Pulgones, minador, arañita roja y mosquita blanca
5. El cultivo de Sandia “Sugar Baby”
Las principales enfermedades (Figura 6) que atacan al cultivo de la sandía son:
Oidio o cenicilla: estos se desarrollan sobre la superficie de los tejidos afectados. Se desarrolla bien a altas temperaturas, no siendo necesario que exista una humedad alta.
El aspecto que presenta en las hojas es de manchas color blanquecino grisáceo que en caso de no combatirse llega a cubrirlos por completo. Es un hongo de desarrollo externo y se puede combatir al observar las primeras manchas.
Alternaria: Se aprecian unas manchas redondeadas de color marrón con el centro más claro en el haz de las hojas.
Figura 6. Enfermedades: Oidio y Alternaria.
6. El cultivo de Sandia “Sugar Baby”
Maduración del fruto
La maduración del fruto es un fenómeno complejo, que se produce una vez que éste ha alcanzado su tamaño máximo. Consiste fundamentalmente en cambios bioquímicos cuyo resultado es la transformación del fruto de color verde brillante, con carne dura de color blanco, sin sabor y olor en frutos de color verde apagado, con carne coloreada, blanda y sabor dulce.
Figura 7. Sandia var. Sugar Baby.
En la actualidad se están marcando tendencias en el consumo con demanda de sandía más pequeñas (Figura 7), de aproximadamente 2 kg de peso, frutos triploides (sin semilla). Hay líneas de productos de sandía de calibre mediano (3–4 kg) diploides, pero con semillas de reducido tamaña (minisemillas) y se están produciendo para nichos muy concretos de mercado, sandía sin semilla con carne de color amarillo y de color naranja.
Fuente: www.inia.cl