Argentina: Se perdió el 50% del melón mendocino
Las lluvias estivales dieron el golpe de gracia a la producción mendocina de melones de esta campaña, que ya había sentido un primer cimbronazo por los fríos primaverales.
Estimaciones coincidentes de distintos referentes del departamento Lavalle, la zona productiva casi excluyente de la provincia, dan cuenta de una pérdida promedio del 50%. A esto hay que sumarle el marcado incremento en los costos de los insumos de producción que, tras la devaluación de enero, abrió un escenario de incertidumbre sobre las posibilidades ciertas de hacer frente al próximo ciclo.
El productor Pascual Arce, miembro de la Cooperativa Lacofrut, resume que fue un mal año: primero, por las heladas y después, por las lluvias, lo que afectó los cultivos de tal manera que las 120 hectáreas que suman los 24 asociados “hemos perdido, en promedio, la mitad de la producción”, señaló.
Los productores integrados en Lacofrut planifican la producción en cinco etapas, para regular la oferta entre los primeros días de diciembre y principios o mediados de abril, según el año, y así poder defender mejor el precio.
“En la primera siembra se perdió cerca del 90% de la superficie que habíamos destinado a primicias porque se helaron prácticamente 25 hectáreas”, cuenta Arce. Agrega: “Más tarde, por las lluvias, de la cuarta siembra pudimos sacar la mitad, y la producción de la quinta etapa se perdió totalmente”. Por eso estima que, considerando el total de la superficie cultivada por el conjunto de los socios de la Cooperativa, y promediando los daños registrados “hemos perdido la mitad de la producción inicialmente estimada, pero hay productores que no han sacado nada”, cuenta Arce.
El productor independiente Daniel Noguera tiene producción en Tres de Mayo, también en Lavalle. Cultiva “entre 15 y 20 hectáreas de melón, dependiendo del año”. Coincide con su colega cooperativista en que “ha sido una mala temporada; en mi caso, he perdido el 50% de la producción”.
Noguera también escalona el cultivo y hace primicia (entre 5 y 6 hectáreas) y este año, por supuesto, tuvo los mismos problemas que los productores integrados, aunque a los efectos de las heladas y las lluvias él le suma los provocados por los calores, que quemaron las flores, a partir de la segunda fase de producción.
En mal momento
De manera que los productores de melones, en general, pudieron cosechar bien desde la última semana de diciembre hasta el 15 o el 20 de febrero. Pero ése no es el mejor momento para llegar al mercado, porque es cuando se dan los picos de oferta, ya que se junta la producción del Norte de Mendoza con la del Sur de San Juan. Además, este año “los productores de Santiago del Estero también tuvieron problemas y se atrevieron a plantar más tarde”, revela Pascual Arce.
“También entraron al mercado en esa época que no es habitual para ellos. Al mismo tiempo, mucha gente está de vacaciones y la demanda cae lo cual contribuye a que bajen los precios”, continuó Arce.
En cuanto a los valores que pueden haber quedado para el productor esta temporada, el socio de Lacofrut estima un promedio que iría entre $ 3,50 y $ 4 por melón. “Esto es igual o un poquito mejor que la temporada anterior pero con la mitad de la producción y la inflación que tenemos, no se puede decir que este año haya sido mejor”.
Noguera, que manda su producción a comisión, a Buenos Aires, prefiere no hablar de precios nominales pero explica que, tras la firmeza en los valores que se logra por las primicias, “hay una caída durante enero; se recupera un poco en los primeros días de febrero, y a partir de ese momento retoma la tendencia decreciente, hasta el final de la temporada”.
Estima que “los precios fueron mejores que el año pasado porque hubo menos producción”. Calcula que esa mejora pudo andar entre el 30% y el 40% en promedio pero aclara que “con la inflación que hay; con el aumento que ha tenido el costo de los insumos, hay que ver qué rentabilidad queda”.
El año será largo
Lo cierto es que los productores hicieron la inversión, cosecharon la mitad y los precios no acompañaron; al menos no en la medida de lo esperado, como para asumir los mayores costos de producción respecto de la campaña anterior.
Como cada año, los chacareros integrados hicieron frente al ciclo agrícola con financiamiento de la Cooperativa y ahora “no podemos dejarlos en el camino, porque no van a sacar para vivir durante el año”, dice Arce.
Adelanta que harán gestiones ante la Subsecretaría de Agricultura Familiar, en el Ministerio de Agroindustria y con Promoción Económica de Lavalle, para solucionar los problemas de los productores más afectados.
El desafío no será menor, porque de una campaña para la otra los precios de los insumos se han incrementado considerablemente. “La diferencia es abismal” dice el productor lavallino. Asegura que las semillas que tendrán que utilizar en el próximo ciclo productivo, “ya aumentaron el 40% y los fertilizantes subieron 25%”.
Fuente: Los Andes