Colombia: Cultivos de naranja Valencia son productivos pese a la falta de agua
Un estudio de la U.N. (Universidad Nacional de Colombia) encontró que el estrés hídrico no afecta significativamente la productividad de estos árboles, lo cual permite óptimos niveles de producción con considerables ahorros del recurso.
Según la Encuesta Estadística Agropecuaria del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), Colombia tiene aproximadamente 62.409 hectáreas cultivadas con cítricos, de las cuales 51.665 están en monocultivo y 10.743 en cultivos asociados; de ellas, la naranja ocupa el 59,2% del total con una producción de 474.313 toneladas y un rendimiento aproximado de 15 toneladas por hectárea.
De acuerdo con el profesor Javier Enrique Vélez Sánchez del Departamento de Ingeniería Civil y Agrícola de la Universidad Nacional de Colombia, esta fruta se cultiva en zonas con diversas condiciones de clima, entre ellas, el piedemonte del Departamento del Meta donde se encuentra la variedad Valencia.
“En esta zona, la temporada de lluvias se presenta de marzo a noviembre y la época seca de diciembre hasta finales de febrero con un alto déficit hídrico”, dice el docente.
En el contexto actual de sequía en el país, se emprendió un proyecto con el objetivo de determinar la intensidad del déficit hídrico y su efecto en el crecimiento y desarrollo del fruto de naranja Valencia (Citrus sinensis Osbeck) mediante la aplicación de láminas de riego en cultivos del Meta.
Para calcular el balance hídrico los investigadores tuvieron en cuenta variables como la precipitación promedio mensual, la precipitación efectiva y la evaporación, entre otras; y los datos climáticos se obtuvieron de la estación meteorológica del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM) ubicada en el centro de investigación La Libertad.
Además de evaluar el estado hídrico del suelo y la planta, los investigadores evaluaron el comportamiento fenológico (relación entre los factores climáticos y los ciclos de la planta) y el crecimiento de los frutos.
Los resultados mostraron que durante las diferentes etapas de crecimiento y desarrollo del fruto de naranja Valencia, un estrés moderado en la primera fase de crecimiento del fruto puede suplirse con el aporte de las lluvias en las siguientes fases, sin que se afecten la calidad y la producción.
El potencial hídrico del tallo indicó claramente el comportamiento de las plantas según los niveles de agua aplicados. Se evidenció que esta variedad presenta una rápida recuperación ante condiciones adecuadas de abastecimiento hídrico. “Aunque la etapa de estrés (fase I) no afectó el diámetro ecuatorial de los frutos, sí se presentó repercusión sobre el desarrollo final”, dice el docente.
El estrés de agua no afectó significativamente la productividad de los árboles en los tratamientos estudiados, pero sí se observó un incremento en el aborto floral de las plantas que recibieron una menor lámina de agua, según la investigación.
“El promedio de los rendimientos obtenidos y la calidad de los frutos de naranja permiten considerar que la variedad Valencia presenta niveles de producción aceptables en las condiciones del piedemonte del Meta, en Colombia”, concluye el profesor.
Esta investigación fue publicada en la Revista Acta Agronómica de la Sede Palmira de la U.N., una de las revistas indexadas con mayor reconocimiento en el mundo sobre las ciencias agrarias.
Fuente: Agencia de Noticias UN