Industria citrícola chilena se reunió para discutir el actual escenario
Exportación y renovación de plantaciones son algunos de los principales desafíos del sector
Productores, exportadores, empresarios, profesionales e investigadores se reunieron en el Seminario Internacional de Cítricos organizado por la Asociación de Exportadores de Frutas de Chile (ASOEX) -el cual forma parte del “Ciclo de Seminarios de Actualización Técnico Comercial para las Principales Especies Frutícolas de Exportación- para conocer la actual situación del sector, las tendencias y los nuevos desafíos.
Entre los expositores destacó Juan Enrique Ortúzar, ingeniero agrónomo y presidente del Comité de Cítricos, quien entregó datos sobre el actual panorama y las perspectivas de la citricultura chilena.
De acuerdo al presidente del comité, desde comienzos de los '90 a la fecha “la industria ha tenido un despegue muy significativo”, destacando “un crecimiento del área cultivada y una transformación también en el tipo de especies que cultivamos”.
“La incorporación de las mandarinas desde fines de los ’90 fue algo donde realmente pasó a ser una industria relevante (…) y, efectivamente, hay un aumento en la superficie, pero es bastante pequeño para explicar el crecimiento de la exportación, lo que implica que ha habido una transformación muy grande y una promoción de huertos”, añadió.
Por otro lado, y entre los logros de la industria, Ortúzar señaló la apertura de mercados como Japón y las ventajas que presenta Chile al no presentar plagas cuarentenarias como la mosca de la fruta, la falsa polilla de la manzana, el cancro de los cítricos, la mancha negra (black spot) y el HLB, la cual calificó como “la enfermedad más destructiva que hay”.
Asimismo, se refirió a las dificultades que enfrenta la industria citrícola debido a la escasez de agua en las principales zonas de cultivo. Sin embargo, se mostró optimista asegurando que “el mercado de los cítricos es un mercado bastante potente”.
Respecto a los principales cambios en el sector, Ortúzar destacó el rol de las mandarinas como un factor clave.
“Como industria, creo que el gran cambio en los últimos años es en las mandarinas. No tenemos una estadística actualizada, pero sí tenemos muchas estimaciones. Hay varias fuentes que se van juntando y nosotros podemos pensar que tenemos cerca de 6 mil has de mandarina. La industria sigue creciendo y está cambiando la estructura”.
Y es que, a fines de 2010-2011, “cambió la distribución regional completamente: la VI región se achicó bastante, también se transformó mucho en el sentido en que los huertos no tienen mucho que ver con lo de hace 20 años, y vemos que la IV región se transformó en la principal zona de producción. Pero, hoy día, estamos con la presión de que está enfrentando una sequía muy, muy severa”, detalló.
Mientras, en el caso de las naranjas y limones, Ortúzar señaló que “la superficie se mantiene y los volúmenes han crecido un poco”.
“Creo que las señales de nuestro mercado son muy potentes, los productos mandarina, clementina, tienen un tremendo potencial, una tremenda demanda afuera. Nuestra fruta es muy valorada, por lo tanto, creemos que la gente va a privilegiar nuestra clementina”, aseveró.
Por otra parte, el presidente del Comité de Cítricos comentó que uno de los desafíos es la parte comercial del mercado chileno.
“Hay un problema importante de rechazos cuarentenarios para EE.UU. que nos obliga a enviar mucha fruta a fumigación. Yo diría que este es el problema número uno de la industria. A mi juicio deberíamos mejorar. Las plagas no las estamos tratando bien y eso es un problema muy grave”, declaró.
“Y lo otro es la concentración de oferta que tenemos en EE.UU. lo que es un poco una maldición y una bendición: es muy bueno estar ahí, pero también puede ser un riesgo”, dijo.
Finalmente, Ortúzar se refirió al mercado interno haciendo el llamado a desarrollar marcas.
“Creo que tenemos una deuda con el mercado interno y el mercado interno se ve que en ocasiones puede pagar cuando la fruta es buena”.
Mercado internacional
Manuel José Alcaíno, director de Decofrut, destacó durante su exposición que más del 50% de las plantaciones de naranja chilena provienen de la región de O’Higgins y Metropolitana, lo que “podríamos decir que tienen un carácter de limítrofe en términos de la capacidad para producir la cantidad interna que el mercado requiere”.
“En general hay muchos sectores donde todavía las condiciones no son adecuadas, y ahí es entonces donde tenemos que mirar porque hoy día lo que necesitamos es tener una calidad interna equivalente al menos a la de nuestros competidores, como sí la tenemos en el caso de la mandarina”, comentó.
Respecto a las exportaciones de la naranja chilena, Alcaíno coincidió con Ortúzar al indicar que Chile se ha concentrado de una manera peligrosa en EE.UU.
“En 2009 la participación de EE.UU. era del orden del 60% y la temporada pasada llegamos al 88%. Tuvimos una muy buena temporada, había muy buenas condiciones de precio y, en consecuencia, mayor incentivo para irse al mercado americano. Este año también hay buenas perspectivas y seguimos concentrándonos en el mercado americano. El problema es que hemos descuidado los mercados alternativos como el caso de Europa”, indicó.
Haciendo un recorrido por los principales exportadores del Hemisferio Sur, Alcaíno dijo que Argentina “por diversas razones ha ido disminuyendo su volumen de exportación de naranja para el año pasado llegar a 65 mil toneladas, muy fuertemente concentradas en el mercado europeo, donde también están teniendo algunos problemas por la mancha negra y, en parte también, por el alza de aranceles”. Y es que el país trasandino no tiene un tratado de libre comercio con Europa como sí lo tiene Chile y Perú.
Con respecto a Uruguay, el director de Decofrut señaló que el país “concentra el 88% de sus exportaciones en Europa, una situación similar a la nuestra con EE.UU.”, país que este año les ha abierto sus puertas.
Finalmente, señaló la importancia de Sudáfrica como exportador de cítricos, poniendo énfasis en los grandes volúmenes de fruta que produce.
“Sudáfrica es por lejos el principal exportador de naranjas del Hemisferio Sur y podríamos decir que sumadas todas las exportaciones de Chile, Argentina, Uruguay, Australia y lo poquito que tiene Perú, no llega ni a la mitad del potencial exportador que tiene Sudáfrica”, declaró.
Perspectivas para los cítricos
Alcaíno indicó que lo que busca el consumidor de cítricos es un brix mínimo de 10° e incluso más hacia el final de la temporada. Un color oscuro, una fruta limpia, sin marcas, calibres pequeños y, por supuesto, precios bajos.
“Nosotros tenemos la capacidad perfecta de producir fruta con 10° brix (…) hay muchas partidas de naranja chilena con brix de 9-10, lo cual hace ver un poquito el desgano en la atención que debe tener este importantísimo factor”, dijo.
Sin embargo, hacia el final [de la temporada] el problema se acaba ya que “los brix nuestros suben a 12-13… el problema es empezando las Navel”, comentó.
Y, como pronóstico, agregó que “vamos a tener una disminución en la oferta, en el caso de mandarinas y clementinas proyectamos una disminución del 4%. Las naranjas bajan un 10%, principalmente, por efecto de arranque y efectos de la situación en la IV región”.
No obstante y a modo de conclusión, Alcaíno indicó que esta temporada presenta signos de precios firmes, en especial para el comienzo y manifestó su interés en que los precios altos del comienzo de la temporada “no lleguen a descuidar la calidad interna”.