En los 20 meses de entrada en vigencia del TLC con los Estados Unidos las exportaciones agropecuarias, distintas a café, flores y banano, tuvieron un importante crecimiento del 14,3 por ciento con respecto al período anterior.

Así mismo, las exportaciones agropecuarias, alcanzaron los US$3.429 millones, frente a unas importaciones de US$1.375 millones, lo cual muestra una balanza que sigue siendo positiva en más de US$2.000 millones.

Por esto, “podemos afirmar que el TLC con Estados Unidos es una oportunidad gigantesca para el campo colombiano y no una amenaza”, sostuvo el Ministro de Comercio, Industria y Turismo, Santiago Rojas, durante la Mesa de Diálogo Sobre Acuerdos Comerciales en Colombia, promovida por el MinCIT, Proexport y la Revista Semana.

Añadió que “Colombia está llamada a ser un gran proveedor de alimentos global y nuestra integración comercial al mundo es la plataforma perfecta para poder lograrlo”.

Este análisis es plenamente compartido por el Ministro de Agricultura y Desarrollo Rural, Rubén Darío Lizarralde, quien al intervenir en el mismo escenario anunció que para aprovechar el mercado que se abrió con los TLC, el cual pasó de 47 millones de consumidores que tenemos dentro del país a 1.300 millones de personas, Colombia se fijó como meta duplicar el área cultivado en cinco años, contados a partir del 2015.

Teniendo en cuenta que ampliar los mercados significa en la misma medida la ampliación de las oportunidades del agro y que el país no cuenta con una oferta exportadora del campo de esas dimensiones, el Ministerio impulsará la siembra de un millón de nuevas hectáreas en cada uno de los siguientes sectores: hortofrutícola, forestal, cacao, maíz y soya, palma y caucho.

Otra de las metas mega de la cartera de agricultura para el próximo quinquenio es formalizar dos millones de hectáreas, señaló el Ministro Rubén Darío Lizarralde, quien destacó que este es uno de los problemas más graves que tiene el país por el retraso en la legislación, que no permite, por ejemplo, que un campesino que tiene varios hijos y recibió un terreno baldío equivalente a una Unidad Agrícola Familiar (UAF), lo pueda subdividir, si siquiera en el caso de que fallezca, porque esa tierra cae en la informalidad.

Un desafío adicional es equilibrar en cinco años la balanza comercial con los países que conforman la Alianza del Pacífico –México, Perú y Chile-, con los cuales actualmente existe un déficit comercial del 50 por ciento.

“Esas metas megas les producirán a ustedes muchas preguntas, inclusive podrán señalar que este Ministro y el Ministerio están caminando como por fuera de órbita, como con falta de lógica, pero son las metas que nos van a poner a pensar distinto. Que van a jalonar la economía de una manera diferente y que nos van a enfrentar, precisamente, a los desafíos de los mercados internacionales con fuerza, porque tenemos todos los elementos para poder salir a conquistarlos”.

A manera de anécdota, el Ministro de Agricultura dijo que una misión exploratoria de Corea en una visita informal mostró interés de comprar papa criolla y su propuesta recogía la producción nacional.

“Eso debería producirnos la visualización de nuevas oportunidades. Por supuesto, el salto hacia una agricultura moderna lleva a que dignifiquemos el ser humano, a que organicemos el negocio, a que identifiquemos la vocación del suelo y los mercados, a que fortalezcamos los mercados. En ese sentido, el ICA e Invima tendrán que ser renovadas y fortalecidas porque nos estamos enfrentando a un desafíos con unas instituciones que no están suficientemente preparadas para enfrentar esos desafíos”.

Presupuesto para los nuevos tiempos del posconflicto y los retos de los TLC

En ese sentido, agregó el Ministro Lizarralde, que ha dado instrucciones para que los presupuestos en el caso del ICA, Incoder y, en general, en la entidades adscritas al Ministerio no acepten los señalamientos tradicionales en esa materia.

“Si nosotros vamos a someternos a los lineamientos de la política fiscal tradicional este sector no puede evolucionar. No podemos enfrentar los nuevos tiempos del posconflictos y tampoco a los nuevos espacios que nos generan los desafíos de los TLC. A pesar de que este año estamos transitando por el presupuesto más importante del sector agropecuario y piscícola, frente a los desafíos de los acuerdos comerciales y del posconflicto, tenemos que pensar de una manera distinta, con una tónica distinta y con unas metas completamente distintas”.

Tener claro qué producir, dónde producir y cómo producir. Si nos acercamos a esas respuestas con claridad y precisión, seguramente vamos a poder crecer y a poder aprovechar esos mercados como en estos momentos lo está haciendo Perú que inicio la negociación del TLC al mismo tiempo que nosotros o Chile que la hizo hace más o México que fue de los primeros en América.

Lo fundamental en el contexto de la evaluación de los TLC con Estados Unidos es evaluar si el crecimiento que hemos tenido dentro de esa balanza comercial que sigue siendo positiva es suficiente y justifica o no los acuerdos comerciales con los Estados Unidos.

“Como lo decía el Ministro de Comercio, la evolución y el desarrollo no es el mejor, pero ha sido positivo y en el sector agrícola ha sido más positivo que en otros sectores de la economía y en productos que en estos momentos recibimos de los Estados Unidos como el maíz y la soya para alimento de animales perfectamente con unas políticas claras de financiamiento, con unos inversionistas atraídos por el país, podemos en la altillanura sembrar competitivamente estos dos productos. Pero hay que pensar en grande”, dijo el Ministro.

“En estos momentos hay grandes discusiones de cómo debe ser el desarrollo agropecuario y piscícola del país: ¿minifundio?, ¿microfundio?, o donde lo pequeño, mediano y lo grande, no se excluyan, donde sean complementarios o hagan equipo, pero nunca sean excluyentes. Porque el desarrollo de ningún país en este sector ha sido blanco o negro, como equivocadamente en estos momentos lo pretenden unos filósofos de la economía agrícola, sino también unos demagogos de la misma porque no quieren dejar que este país crezca y que aproveche uno de sus espacios más importantes de riqueza que es la tierra”, puntualizó el Ministro de Agricultura y Desarrollo Rural, Rubén Darío Lizarralde.

Fuente: Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural