Chile: Mortalidad de colonias de abejas fue analizada con especialistas en la Comisión de Agricultura
Como un fenómeno mundial que se hace presente en Chile, calificó la entomóloga del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), Patricia Estay, la creciente mortalidad en el país de colonias de abejas, radicando las causas en un conjunto de factores que van desde la acción directa del hombre a través de pesticidas y la contaminación, a enfermedades causadas por virus y parásitos.
La profesional indicó que, lo primero a tener en cuenta son los factores meteorológicos, dado que hay un problema en torno a la disponibilidad de agua. Además, hay reducción en la población de flores, por el avance del sector urbano respecto del rural; una disminución del polen y del néctar, que son fundamentales para el desarrollo de las abejas, ya que ellas necesitan de proteínas y, sin ellas y sin los azúcares necesarios para su desarrollo, terminan muriendo.
Dijo que también están afectadas por insecticidas, fungicidas y herbicidas. “Las abejas se utilizan fundamentalmente en la zona central para dar servicio de polinización y lo que ocurre es que en el campo se están aplicando insecticidas y fungicidas, y estos, especialmente los del tipo neurotóxico, están afectando la capacidad de orientación de las abejas, por lo que tienen dificultades para reconocer sus colmenas y sus reinas y ello produce éxodo de las poblaciones y muerte”, detalló.
Informó que en Europa, a partir de julio del 2013, se suspendieron por tres años los insecticidas neonicotinoides (clothianidin, imidacloprid y thiamethoxan), porque se ha documentado su efecto en la perdida de comportamiento de defensa e higiénico y porque se demostró que su uso desencadena el llamado “Desorden de Colapso de Colmenas”. “En Chile estos tres ingredientes activos, están presentes en insecticidas que son manufacturados para su uso en frutales, hortalizas y cultivos, respecto de los cuales se requiere investigación propia en el país”, enfatizó.
Patricia Estay comunicó que en Chile también se han identificado varios problemas de parásitos, siendo el más conocido un ácaro que también se controla utilizando insecticidas al interior de las colmenas y que pueden contaminar la cera, la miel y el polen, afectando con ello las poblaciones de abejas. Además, existen diversos virus que han sido reconocidos en las poblaciones de abejas, principalmente entre la Región Metropolitana y la Región de El Biobío. “Lo que se requiere es hacer un catastro nacional de los problemas que se están presentando en las diferentes zonas agrocológicas, no es un problema único”, enfatizó la profesional.
Planteó que la problemática trasciende a la mera producción de miel, dado que las abejas contribuyen de manera radical en la polinización de las especies agrícolas. De hecho, acotó, el costo asociado a los servicios de polinización se han duplicado en los últimos años (US$ 10 MM en 2005 y se proyecta llegar a los US$ 20 MM en 2015; actualmente el arriendo de cajas fluctúa entre US$16 y US$37 por periodos de 2 a 8 semanas), por lo que se deben considerar como un factor productivo más dentro del sector agrícola.
Finalmente, dentro de otros puntos, criticó las dificultades que se presentan para la realización de estudios a nivel nacional, particularmente en materia de financiamiento, y llamó a facilitar en este ámbito la aportación de recursos que permitan efectuar investigaciones en todo Chile que permitan salvaguardar la salud de las abejas y su aporte a la biodiversidad y a la producción agrícola.
Opiniones
La presidenta de la Comisión de Agricultura, diputada Denise Pascal (PS), afirmó que no caben dudas de la problemática en el país y sobre las diversas vías por las cuales las abejas están muriendo, como enfermedades, pero también por la acción de insecticidas que incluso están siendo prohibidos en Europa.
Valoró los avances del INIA, pero reconoció las deficiencias económicas de la institución para ampliar sus investigaciones en el país. “No tienen la capacidad económica porque tienen que estar concursando a la CORFO para llevarlos a cabo, así que en este Presupuesto 2015 vamos a tener que mirar que el INIA tenga los fondos necesarios para que pueda hacer una evaluación de Arica a Punta Arenas sobre la situación que estamos viviendo con la muerte de las abejas”, puntualizó.
Planteó que, además, es preciso que los estudios nacionales se coordinen con los que se efectúan en otros países y que se fortalezca la mesa de trabajo constituida con los apicultores, de modo de poder enfrentar efectivamente esta situación.
El diputado Ramón Barros (UDI) calificó como sumamente provechosa la reunión sostenida con la profesional y destacó que sobre el punto no hay una única medida que tomar, dada la magnitud de la problemática y la diversidad de causas que la originan.
En este plano, dijo que es preciso avanzar en un mejor etiquetado de los insecticidas, de modo de especificar en ellos los efectos que producen sobre las abejas, particularmente cuando se trate de plantaciones en que se usa combinadamente la acción polinizadora de las abejas y la protección de agrotóxicos.
Asimismo, relevó la importancia no sólo de generar información sobre el tema, sino también de difundirla y de hacerla llegar de manera particular a los productores agrícolas. “De lo que se trata es poder ir educando como puede subsistir la producción frutícola o de semillas, con la producción de miel y la salud de las abejas. Que la información llegue a los productores; es un tema de coordinación de políticas públicas y de información que el INDAP puede distribuir”, evaluó.
Para el diputado Felipe Letelier (PPD), es tiempo de avanzar en una política de largo aliento, que fomente la fiscalización y que impida el uso de productos químicos obsoletos y prohibidos en otros lugares, de modo de recuperar el sitial que Chile ocupó en años anteriores como uno de los principales exportadores miel.
“Se empezaron a cerrar esos mercados porque se descubrió contaminantes en la miel, que tienen que ver con los pesticidas, pero además con la alimentación de la abeja, ya que se está alimentando de algunos productos transgénicos y los mercados más especializados, como los europeos, descubren cuando están presentes estos contaminantes”, acotó.
La diputada Alejandra Sepúlveda (INP) se manifestó tremendamente preocupada por los niveles de coordinación en torno a este problema y sostuvo que debe haber una cabeza que lidera la manera de enfrentar este tema desde el Ministerio de Agricultura. Además, criticó que los proyectos de investigación no sean apoyados como corresponde.
“Uno se pregunta: ¿Quién coordina y quien arma el puzzle? ¿Quién prioriza las investigaciones? El Ministerio debería coordinar las políticas públicas centradas en el factor productivo y en el valor de la biodiversidad. Hoy tenemos una emergencia, un nivel de mortalidad en colmenas tremendo, pero no hay ningún estudio de campo que plantee esta situación”, sentenció.
Fuente: Cámara de Diputados de Chile