Las satsumas víctimas del coronavirus
De las páginas de TopInfo.
El inicio de la campaña de los cítricos australes se ve fuertemente influenciada por la pandemia. Las restricciones impuestas han ralentizado y complicado el proceso de cosecha, empaque y transporte en los países australes. Por otro lado los mercados presentan una gran incógnita, presentándose diferentes escenarios según destino.
Perú: Coronavirus afecta inicio de la campaña de Satsumas
Habitualmente la campaña de exportación de mandarinas peruanas comienza a mediados-fines de marzo, con el embarque de los primeros contenedores de Satsumas destinadas al norte de Europa, Reino Unido, y Rusia. Finalizando marzo con un total acumulado de aproximadamente 770 ton (2019), 1.250 ton (2018) y 1.240 ton (2017).
Este año, a fines de marzo, el total de Satsumas apenas llegaba a las 400 toneladas. Cabe mencionar que la evolución del cultivo de Satsumas, esta temporada, no presenta un retraso respecto a las tres temporadas pasadas. El porcentaje exportable es alto, superando el 70%.
El ligero atraso que estamos observando, al momento, es debido el efecto Coronavirus.
A partir de Marzo 16, existe cuarentena en Perú. Inicialmente se la decretó hasta el 31 de Marzo, pero fue extendida hasta el 12 de Abril. La movilización está restringida. Sin embargo hay permiso, con limitaciones, para trabajar en cosecha y en empaques, por lo que hay menos personas a campo y también en los empaques.
Las fincas más grandes proveen transporte hacia y desde los lugares de cosecha.
Sin embargo, el cuello de botella se encuentra en los empaques: en los galpones se está regulando la cantidad de personas presentes simultáneamente, con el objetivo de mantener una distancia entre los trabajadores. se están reprogramando los turnos.
Mientras tanto, los empaques están recibiendo el 50% de lo que habitualmente podrían estar recibiendo.
Además, el gobierno ha profundizado las restricciones, visitando las fincas y empaques, para controlar que se estén cumpliendo las normas para evitar la aglomeración de trabajadores. Esta reducción en la cantidad procesada repercute en el ritmo de cosecha.
A esto debemos agregar que la producción de Satsumas está concentrada en productores de menor magnitud, y que cuentan con menos recursos financieros y logísticos que las grandes fincas.
Habrá que esperar la evolución de la pandemia, las próximas medidas gubernamentales, y la forma en que los productores y empaques puedan ir adecuando su organización de sus respectivos trabajos de cosecha, transporte y empaque.
Mercados externos: gran signo de pregunta
Si algo caracterizó a los mercados mundiales durante las últimas semanas fue una gran incógnita e impredicibilidad. Además la situación cambia semana a semana y nadie puede predecir lo que pasará la semana que viene, cómo reaccionará el consumidor, que nuevas medidas se adoptarán, etc. Las frutas no quedaron exentas de toda esta alteración al ritmo habitual.
Por lo cual la temporada de mandarinas se inicia con un gran signo de pregunta. Los países australes realizaron tímidamente los primeros embarques de mandarinas. Se está embarcando sin saber cómo va estar el mercado cuando la fruta alcance su destino, si habrá suficientes interesados, cuál será el nivel de precios, que canal comercial usar, que nuevas disposiciones pueden surgir, etc.
Las perspectivas para los cítricos no son malas, dado que el consumidor se ha volcado al consumo de los mismos dado sus cualidades saludables. El mayor vuelco se dio hacia el limón, pero también las mandarinas y naranjas son buscadas. El problema de las Satsumas es el canal comercial que se utiliza. Según país se observan diferentes tendencias en esta crisis. Las grandes cadenas son preferidas en el centro y norte de Europa y los EEUU; mientras que los pequeños negocios locales son acudidos en Rusia e Italia.
Europa
La mayor parte de las Satsumas se envía a Europa, principalmente al Reino Unido. Los ingleses consumen más de 2/3 de las Satsumas australes. Una parte de los arribos está comprometida con las cadenas, otra se comercializa a través de los mayoristas.
Las Satsumas que se envía al Continente son comercializadas principalmente a través de los canales mayoristas, dado que los supermercados en general no trabajan esta mandarina, pasando directamente a las Clementinas.
Con la pandemia los europeos del centro y norte están acudiendo principalmente a los supermercados y preferentemente a los grandes. Esto se debe a que en un solo lugar consiguen todo y hay más espacio para circular. La venta a través de los mayoristas se desmoronó y es mínima. Por lo cual las perspectivas para las Satsumas son malas, ya que en gran parte desapareció su canal comercial.
Solo aquellas que están comprometidas con los supermercados ingleses tienen mejores perspectivas.
Dentro de estos las mayores oportunidades las tendrán las redes de 0,5-1 kg. Los consumidores las están prefiriendo, dado que hay menos manoseo y se compra más rápido, que seleccionar fruta suelta.
EE.UU.
La venta se realiza a través de las cadenas, las cuales continúan con su actividad, aunque han tomado sus recaudos para proteger sus empleados, así como a los compradores.
En respuesta a las limitaciones de la oferta y la demanda impredecible del consumidor, numerosos minoristas decidieron suspender la publicación de los folletos publicitarios o solo publicar un resumen. Se redujo la realización de promociones, ofertas y no se aceptan devoluciones.
Hay que ver hasta que punto estos cambios afectan a las ventas. Seguramente las mandarinas comprometidas con las cadenas encontrarán su salida habitual. Complicado se mantendrá el mercado spot.
Rusia
En las últimas dos semanas se observa una fuerte caída de ventas y en especial de las grandes cadenas. Los rusos prefieren no salir y si lo hacen, van a las pequeñas fruterías.
A través de las grandes cadenas se vende la fruta de calidad superior, las standard se están enviando a los minoristas más pequeños. Los precios se han desmoronado. La situación se complicó especialmente para la fruta importada. A la caída de los precios, se agrega la devaluación sufrida por el rublo durante los dos últimos meses.
También se ve complicada la logística, desde el desembarco de la fruta y luego traslado a los centros de consumo.