Mediante biotecnología obtienen papa tolerante a la sequía
Chile es un tradicional productor de papas. De hecho, el origen del tubérculo proviene de esta zona del mundo y no es de extrañar que sea parte vital de la dieta Sudamericana; donde incluso el país es uno de los mayores reservorios en cuanto a variedades y genética.
No obstante, y pese a ser producida mayoritariamente en el sur de Chile, su cultivo ya comienza a verse afectado por la disminución de las precipitaciones en zonas donde no necesariamente cuentan con infraestructura de embalsamiento, ni riego tecnificado.
Pero todo indica que una ayuda llegará pronto desde China, donde investigadores del Instituto de Biotecnología, de la Academia de Ciencias Agrícolas de Gansu, han desarrollado con éxito una papa tolerante a la sequía genéticamente modificada.
Los resultados ya han sido publicados en Journal of Agricultural Science and Technology, donde se indica que el mejoramiento de esta papa se obtuvo mediante la inserción del gen que produce el factor de transcripción GhABF2, que es similar a otros activadores de transcripción encontrados en Arabidopsis, los cuales ya se ha demostrado que mejoran la tolerancia de la planta al estrés por sequía.
Los investigadores transfirieron el gen GhABF2 a las plántulas de papa, donde se obtuvieron un total de ocho líneas transgénicas con alta expresión de GhABF2. Luego estas se analizaron en términos de índices bioquímicos fisiológicos y rasgos de crecimiento en condiciones de sequía.
Los resultados -de acuerdo a la publicación- mostraron que la biomasa; el contenido de clorofila; el contenido de azúcar soluble; y el contenido de prolina; y la superóxido dismutasa; y las actividades de peroxidasa de las plantas transgénicas fueron significativamente más altas que las del control bajo estrés por sequía. Estos resultados indican una mejor tolerancia a la sequía.
Reacciones
A juicio del Director Ejecutivo de ChileBio, el doctor en Ciencias Biológicas, Miguel Ángel Sánchez, la noticia es muy alentadora y debería servir de aliciente para que en Chile se desarrollen soluciones para enfrentar los desafíos climáticos por medio de la biotecnología.
“En la naturaleza es posible encontrar genes que producen proteínas que favorecen la capacidad de soportar stress hídrico, calor o sequía. Más en Chile, donde hay vegetales que crecen el desierto. Mediante ingeniería genética, es posible transferir este gen de interés a otra planta, con el fin de generar variedades más resistentes”, explicó.
Por ello, a su juicio, la biotecnología vegetal debería ser incluida dentro de las políticas para enfrentar la sequía, “donde institutos públicos como el INIA, universidades y centros de investigación, deberían considerar estas alternativas que hoy ofrece la ciencia”.