Turquía, un mercado con oportunidades para la fruta en conserva
Turquía es un país tradicionalmente agrícola y un gran productor/exportador de fruta fresca. En el plano de las frutas en conserva, existe una dependencia a las importaciones de este tipo, sobre todo para las frutas tropicales y duraznos, en que la producción local no tiene capacidad suficiente para abastecer la demanda.
Un informe de la Oficina Comercial de ProChile en Estambul explica que cambios en los últimos 30 años en Turquía llevaron a una migración campo-ciudad, evolución que ha alejado a los consumidores de las zonas agrícolas y ha ocasionado fuertes cambios en los hábitos de consumo.
Un ejemplo de lo anterior es que la elaboración de compotas caseras –una tradición dentro de la cocina turca- ha dado paso a la comercialización de frutas en conserva listas para su consumo.
El informe detalla que la fruta en conserva más importada por Turquía es el durazno. Aquí, el principal proveedor es Grecia, con el 99,2% de las importaciones, seguida por Reino Unido (0,4%), Francia (0,2%) y EE.UU. (0,1%).
En segundo lugar se ubica la piña. Actualmente, Tailandia lidera los envíos en conserva con el 78,1% de las importaciones, seguida de España (9,8%), Filipinas (6,4%), Kenia (4,3%) y Francia (1,1%).
En cuanto a la distribución y consumo, el informe señala que hoy el mayor consumo de fruta en conserva se da en el canal foodservice en los hoteles de las zonas turísticas de la costa donde se sirve en desayunos y como postre (ensalada de frutas). Aquí se utilizan principalmente frutas tradicionales como duraznos, damascos, cerezas, guindas y peras.
A nivel de retail, el consumo ha ido aumentado en los últimos años debido a los cambios en los hábitos de consumo de la población joven de las grandes ciudades. En el canal retail predominan las frutas tropicales como piña, mango y mezclas de frutas.
Cabe destacar que en ambos canales el formato principal de distribución es en latas metálicas, donde varía únicamente el tamaño (100/850 gr. en retail y 850/3.000/5.000 gr. en foodservice). Sin embargo, y según constata el informe, en el canal foodservice este formato es el preferido, ya que el bote de cristal es más frágil y difícil de almacenar.
Por su parte, en el canal retail el consumidor presenta un rechazo general a las conservas en lata, debido al sabor que ésta transmite y a que no se puede ver el contenido externamente.
“La lata requiere asimismo un recipiente adicional para la conservación del producto una vez abierta. Se recomienda por tanto el bote de cristal para el canal retail”, detalla el reporte.
El informe destaca que actualmente en frutas como duraznos la producción local no cubre la demanda, por tanto, con el aumento del turismo y los cambios alimenticios de la población turca “se estima que la demanda de frutas en conserva crecerá en los próximos años”.
“Los productos elaborados con su propio jugo, sin aditivos o azúcares añadidos, destacarán respecto a los tradicionales”, consigna el informe.
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