Chiquita se enfrenta a otra eco-demanda
Chiquita Brands International se enfrenta a otra demanda, esta vez de una firma con sede en Seattle, EE.UU., que alega que la multinacional produce banano en tales condiciones que envenena a los residentes locales, destruye los ecosistemas y contamina el agua potable.
La demanda fue presentada por Hagens Berman en la Corte Federal del Distrito para el Distrito Sur de California, y alega a pesar de las promesas de Chiquita para actuar como una empresa segura y sustentable en las comunidades donde sus productos se cultivan, la empresa -a sabiendas- escondió el hecho de que sus prácticas de producción eran perjudiciales para el medio ambiente.
"Chiquita prometió a sus clientes que sigue ‘normas estrictas’ de producción, incluidas las prácticas eco-amigables que 'conservan los hábitats de vida silvestre, los recursos nacionales y promueven el bienestar comunitario', sin embargo, sus prácticas comerciales han causado estragos en las comunidades locales donde cultiva y cosecha sus frutos", afirma Hagens Berman socio director de Steve Berman.
"Chiquita sabía que los consumidores valoran los métodos de producción ecológicamente racionales, y utilizó su comercialización engañosa para encubrir sus sucios métodos de producción", asevera.
Según Hagens Berman, la demanda acusa a Chiquita de no revelar en sus materiales de marketing y en el punto de venta que sus bananas son producidas con métodos que presuntamente contaminan los suministros de agua, destruyen los cultivos de las comunidades locales y causan enfermedades en los niños.
"La etiqueta azul de Chiquita es supuestamente un 'símbolo icónico de fruta de alta calidad’, pero la etiqueta con la marca de Chiquita sólo está sirviendo como un subterfugio para cegar a los consumidores para sus propios beneficios", reclama Berman.
"Durante los últimos 20 años, Chiquita se ha presentado como una empresa con un renovado sentido de la responsabilidad social empresarial y creemos que la evidencia mostrará que Chiquita ha ocultado sus verdaderas prácticas", aseveró.
La demanda alega que las falsas afirmaciones de Chiquita a sus clientes violan la el Acta Legal de Remedios del Consumidor de California, la Ley de Competencia Injusta de California y la Ley Común de California en relación al fraude y enriquecimiento injusto.
Según la denuncia, Chiquita presuntamente compra millones de kilos de bananas al año a plantaciones que han causado un daño ambiental significativo a ecosistemas que han proporcionado históricamente sustento y medios de vida a cerca de 7.200 guatemaltecos.
"Creemos firmemente que Chiquita sabía de estas prácticas nocivas que han sido tan perjudiciales para los ecosistemas locales", dijo Berman.
"Ninguna empresa debería poder librarse con una indiferencia tan descarada hacia el medio ambiente y la comunidad en la que opera, especialmente cuando una empresa se beneficia tan fuertemente engañando a los consumidores, como alegamos que ha hecho Chiquita", añadió.
El demandante alega que si se le hubiera informado de los métodos perjudiciales utilizados para producir las bananas de Chiquita, no las habría comprado.