Columna: Indulgencia, Bienestar, Complicidad

Destacados Entrevistas Widget
Columna: Indulgencia, Bienestar, Complicidad

Por Natalie Devenin, Diseñadora Industrial y Master en Nuevos Hábitos Alimentarios

Tres palabras que a simple vista no tienen mucho que ver, pero cuando hablamos de las nuevas tendencias en la alimentación, éstas van como anillo al dedo.

"Ya, está bien, otro pedazo, total el kuchen tiene manzana" (para qué pensar en toda esa mantequilla que también trae…); "Leí el otro día que los frutos secos previenen la anemia e incrementan la reserva de energía"; "Esto es justo lo que necesito, rico, saludable y bajo en grasas, es como si fuera hecho para mí".

¿Cuántas veces este tipo de comentarios o pensamientos han sido parte de nuestro cotidiano? Ahora está cada vez más presente el tema de cuidarse y es cada vez más notoria la preocupación de las personas por consumir productos saludables, pero no necesariamente siendo ésta su primera opción.

Gracias a Internet y diversos medios de comunicación, se nos ha saturado de información sobre la alimentación (tanto verídica como otras no tan de fiar…). Sabemos que debemos comer esto, que es necesario comer esto otro, pero también sabemos que siempre vamos a querer seguir comiendo chocolate!

¿Hasta dónde llega nuestra fuerza de voluntad y nuestra consciencia por la salud y autocuidado? ¿No será que la industria alimentaria tendrá algo que hacer al respecto? ¿Será hora de que ésta empiece a proveernos de soluciones que respondan a estas necesidades tan culposas y sedientas por tranquilizar nuestras consciencias?

Actualmente, las tendencias y movimientos alimentarios promueven el comer saludable y el rescate de los alimentos no procesados, como lo hace el movimiento 'Slow Food' , fundado en 1989 para contrarrestar la fast food y la fast life, mantener las tradiciones gastronómicas locales y promover el interés por la nutrición, los orígenes, los sabores y las consecuencias de nuestras opciones alimentarias (http://www.slowfood.com/).

Poco a poco, la industria ha ido respondiendo con opciones tan tentadoras como saludables, pero esto sigue siendo un objetivo lejano de alcanzar. El hábito que tenemos desde la infancia de consumir productos con exceso de azúcar, sodio y grasas nos ha marcado un estándar de gustos adquiridos que muchas veces boicotea nuestra intención de comer cosas más saludables, simplemente porque éstos se alejan de esos sabores tan artificialmente deliciosos que conocemos tan bien.

Ahora bien, podríamos decir que esto es responsabilidad de distintos actores, pero teniendo nosotros un rol en el área de los alimentos, a nosotros -como consumidores y educadores de las nuevas generaciones-, nos cae también la responsabilidad de actuar y encausar algunos asuntos para obtener resultados más cercanos a nuestras expectativas y estándares deseados.

En este momento, se nos presenta la oportunidad de plantearnos innovar desde otro foco, plantear nuevos desafíos que nos saquen de nuestra zona de confort y nos permitan transgredir nuestro “conservadurismo alimentario”, tal vez aun muy conformista… Aceptamos mucho de lo mismo, asumiendo el costo de las consecuencias, pues posiblemente la oferta no responde a nuestras necesidades reales.

Desde el “es muy alto en sodio” a “la porción es demasiado grande, no alcanzaré a comerlo en la semana” o “me encantaría probarlo pero no sé cómo se usa”, cada uno de estos cuestionamientos debería ser visto y atendido como una oportunidad de generar un entendimiento y una complicidad que nos lleve a generar un vínculo con el consumidor. y establecer un lazo de confianza hacia un producto o marca que a mediano o largo plazo, puede desarrollar una fidelización del consumidor.

Quizás éste es el momento y la oportunidad para las PYMES de escucharnos y poner en valor sus productos manteniendo ese carácter artesanal, rescatando sus virtudes y reinterpretando estas materias primas.

Es momento de re-aplicar innovación, respondiendo a las necesidades del consumidor actual, adaptarse y a adelantarse a su evolución, manteniendo el foco en el desarrollo de productos saludables, que buscan volver a hacernos sentir bien y cómodos con  su consumo y con nosotros mismos.

Quizás la clave está en saber dosificar la cantidad de salud y de placer… de manzana y de chocolate.

www.portalfruticola.com

Suscríbete a nuestro Newsletter