La turba rubia de Sphagnum es el resultado de la descomposición de diferentes musgos por miles de años, especialmente la especie Sphagnum magellanicum Brid. y otras plantas superiores.
La turba se forma cuando las capas inferiores de vegetación mueren, quedan anegadas y se van transformando primero en turba rubia y luego turba negra a medida que pasa el tiempo, mientras que las capas superiores siguen vivas.
El color rubio de la turba corresponde al manto superior que puede ser de 1 a 2 metros. Ésta presenta fibras largas y relativamente rígidas. A menudo se logra ver la estructura del musgo original (Figura 1).
No todos los lugares en donde hay turberas tienen el privilegio de tener turba rubia, siendo esta considerada de gran calidad. En muchas regiones del mundo las turberas han sufrido una descomposición más avanzada perdiéndose las propiedades de las fibras, existiendo sólo turba negra. Esto significa que al no existir las fibras, el volumen de aire es mucho más reducido, aumentando con ello la capacidad de retención de agua.
Figura 1. La turba rubia de Sphagnum o esfagno procede principalmente de la especie Sphagnum magellanicum, un briófito que depende del agua para su crecimiento.
En el pasado, en Europa se usaba la turba como combustible en forma de briquetas para las empresas termoeléctricas. En la década de los 60, diversos productores agrícolas se dieron cuenta que la turba de musgo Sphagnum de Canadá servía para el cultivo de plantas en macetas y posteriormente para la preparación de sustratos para plantines.
Los sustratos en horticultura cumplen la función de sostener la planta a través de su sistema radicular, permitir el suministro de nutrientes, agua y oxígeno para el desarrollo y crecimiento de estos. El sustrato puede ser orgánico o inorgánico y utilizarse solo o en mezclas. Otros ejemplos de sustratos son arena, turba, perlita, vermiculita, tierra desinfectada, entre otros.
La confección de almácigos permite tener plantas homogéneas, en cuanto a tamaño y sanidad. Además se optimiza la distribución y programación de cultivos dentro y fuera de invernaderos.
Figura 2. Esquema conceptual que muestra las distintas capas de turba que conforman una turbera de Sphagnum. La primera capa corresponde al acrotelmo, caracterizada por estar integrada por plantas vivas que están adaptadas a crecer en un medio anegado que presenta fluctuaciones en su nivel freático, luego le sigue el catotelmo, una capa intermedia de profundidad variada, denominada turba rubia que es usada en horticultura, seguida por la turba negra.
La turba rubia tiene un pH ácido, alrededor de 3 a 3,92. En el mercado regional se encuentra este tipo de turba disponible en sacos de 80 a 150 litros. Por otra parte, en tiendas del retail o growshop también se puede encontrar la turba estandarizada o como un sustrato profesional al que se le ha aplicado nutrientes y roca caliza o cal, con el fin de elevar su pH hasta un valor alrededor de 5 a 6,5.
Puesto que la turba presenta escasos nutrientes, una acción lógica es añadirle nutrientes o fertilizantes (Cuadro 1).
Cuadro 1. Características de las propiedades físicas y químicas de una muestra de turba rubia de Sphagnum.
Pasos a seguir:
Figura 3. Preparación del sustrato utilizando turba rubia.
Figura 4. Aplicación de perlita sobre el sustrato preparado.
Figura 5. Sustrato ya mezclado en bandejas de speedling o almacigeras.
Fuente: www.inia.cl