Mejorarán resistencia a enfermedades del tomate de árbol
El Grupo de Investigación en Fitotecnia Tropical de la Universidad Nacional de Colombia (UN) Sede Medellín, identificó tres moléculas que servirán para mejorar la resistencia del tomate de árbol a las enfermedades y así contrarrestar el uso de plaguicidas y pesticidas.
De acuerdo a Juan Morales, ingeniero agrónomo y profesor del Departamento de Ciencias Agronómicas de la Facultad de Ciencias Agrarias, el descubrimiento ofrecería una importante ayuda a los fruticultores, ya que el uso de químicos para el control de enfermedades representa un gran costo económico y un problema de contaminación y salud para los consumidores, indica Agencia de Noticias UN.
Los expertos también notaron que –frecuentemente- los cultivadores hacen diagnósticos erróneos de las enfermedades que padecen sus cultivos y recurren al uso de productos químicos que finalmente no corresponden a las necesidades de las plantas, las que terminan muriendo.
“A ello se suma que los productos son costosos, lo cual impacta en la economía del productor”, indicó el profesor.
A partir de lo anterior, se identificaron las moléculas para iniciar -el próximo año- el trabajo experimental en cultivos del altiplano norte, el oriente cercano y el suroeste de Antioquia, zonas de clima frío moderado ubicadas entre los 2.000 y 2.500 metros sobre el nivel del mar (m.s.n.m).
En ese sentido, Morales destacó que el uso constante de productos químicos fortalece a los patógenos, mientras que con las moléculas identificadas, la planta es la que se hace resistente.
Por su parte, el profesor Darío Castañeda, integrante del grupo de investigación, señaló que “por ahora el costo de estas moléculas de origen natural y artificial es alto”, sin embargo, esperan que tras concluir la identificación y las investigaciones en campo, “se halle una manera económica de producirlas a escala industrial”.
Otros cultivos
El equipo se encuentra realizando estudios similares –y de manera simultánea al trabajo en tomate de árbol- con aguacate Hass y lulo, con el fin de fortalecerlos e identificar las enfermedades que los atacan, para transferir ese conocimiento a los cultivadores.
En concreto, y en el caso del lulo, los investigadores -en colaboración con la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria (Corpoica)- buscan materiales resistentes.
“Se han evaluado muchos materiales y hemos identificado fuentes de resistencia y genotipos de plantas relacionadas con el lulo que presentan resistencia a las enfermedades”, aseveró Morales.
Con respecto al aguacate, los expertos se están enfocando principalmente en enfermedades que afectan las raíces de los árboles (radiculares).
En ese sentido, Morales destacó que -en trabajos anteriores- el grupo había identificado que el cultivo del aguacate Hass requiere terrenos que no se “encharquen, pues la raíz se asfixia”.
El grupo cuenta con financiamiento para llevar a cabo estas investigaciones durante tres años más, en los que esperan tener un cuerpo de conocimiento muy sólido para iniciar la transferencia de tecnología a quienes cultivan estos frutos, que cuentan con un alto potencial de exportación, pero que se ven afectados por las enfermedades y el uso de agentes químicos.
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