El principal mito de los transgénicos en Chile
El tema de los transgénicos en Chile sigue causando controversia, y es que aún hay escaso conocimiento sobre leyes, biotecnología y los efectos de estos productos en la salud humana.
A raíz de esto, Miguel Ángel Sánchez, PhD, director ejecutivo de ChileBio explicó que el principal mito sobre los transgénicos en Chile es que éstos están prohibidos.
Sánchez, quien es doctor en Ciencias Biológicas, señaló en un comunicado que sólo falta un subreglamento para la producción de semillas transgénicas con el fin de su uso doméstico en la agricultura.
“Cuando se habla de conceptos como biotecnología, modificaciones genéticas o más específicamente transgenia, generalmente predominan los prejuicios, las ideas preconcebidas o los eslogan”.
“Pero para un debate científico lo más relevante es tener clara la evidencia y la situación actual desde el punto de vista de la legislación”, señala el documento.
En ese sentido, el experto explicó que la resolución 1.523 del SAG del año 2001 regula la producción de semillas con fines de exportación. Por su parte, la Ley 20.417 de Medio Ambiente y su reglamento de 2013 establecen que para utilizar transgénicos con fines agrícolas distintos a la producción de semillas con fines de exportación y a actividades de investigación y desarrollo, éstos se deben someter al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental. Mientras que la norma 83 del Minsal del año 2007 establece un procedimiento para generar un listado de transgénicos autorizados para alimentación humana.
No obstante, Sánchez declaró que la legislación es aún incompleta, lo que ha impedido un mayor desarrollo del sector.
“La producción de semillas transgénicas con fines de exportación es una actividad estrictamente regulada en Chile y ha sido una actividad exitosa en el país. En cambio, la producción de grano o semillas transgénicas para uso doméstico (ley de medio ambiente) necesita aún de un subreglamento que establezca un procedimiento para obtener autorizaciones de uso”, dijo.
“Cuando exista ese procedimiento, la perspectiva es que los agricultores chilenos podrán optar por el uso de cultivos mejorados que se adapten a las necesidades y desafíos que tienen en el campo”, aseveró, agregando que -a su juicio- “se estimulará el desarrollo de cultivos transgénicos 'made in Chile' tanto en universidades como empresas”, pero al igual que todo transgénico, estos deberán ser sometidos previamente, de forma individual, a un análisis de riesgo que determine su inocuidad y seguridad para el medio ambiente y los consumidores.
Así, el directivo de ChileBio señaló que lo que ha entrabado el tema es la contaminación ideológica en torno a él.
“Más que argumentos ambientalistas, habitualmente se utilizan argumentos ideológicos en el debate, lo que lleva a confusión. Existe mucha desinformación sobre el tema y por lo general los grupos que se oponen no se basan en la evidencia técnica y científica disponible”, declaró.
Y es que desde el punto de vista del medio ambiente, Sánchez explicó que los cultivos transgénicos que hoy están disponibles comercialmente han permitido entre 1996-2013: una producción anual acumulada adicional de 441,7 millones de toneladas de cultivos (maíz, soja, algodón y canola); debido a la mayor productividad han permitido ahorrar 141,1 millones de hectáreas de ser utilizadas para agricultura (relacionado a evitar desforestación y uso de suelos no aptos para la agricultura); reducción del uso de productos fitosanitarios en 550 millones de kilogramos; y, sólo en 2013, debido al menor uso de maquinaria para aplicar un menor uso de insumos y a su vez al permitir la mínima labranza en algunos casos, permitieron reducir la emisión de 28 mil millones de kilogramos de dióxido de carbono a la atmósfera, lo que equivale a retirar 12,4 millones de automóviles de las calles durante un año.