El impacto de las divisas en los mercados
El mercado de divisas permite dar un valor a todas las monedas que se encuentren en circulación, lo que a su vez permite el intercambio de bienes y servicios entre países; da cabida a un intercambio justo.
La divisa en sí, es toda moneda extranjera diferente a la local materializada en billetes, documentos de pago o saldos bancarios. Teniendo estos dos conceptos bien definidos, comenzamos nuestro análisis: ¿de qué forma están impactando las divisas en los mercados actuales? ¿Qué países se están viendo perjudicados? O bajo un ojo más específico, ¿seguimos teniendo buenos retornos a partir de nuestras ventas agrícolas en el extranjero?
“Los movimientos que han experimentado la gran mayoría de las divisas a nivel mundial hoy en día son consecuencias, en gran parte, de las medidas que han tomado los diversos Bancos Mundiales en búsqueda de mejores equilibrios macroeconómicos dentro de sus economías”, explica a Portalfruticola.com Pablo Moreno Basso, analista de mercados de Capital FX.
“Podemos observar que hay dos visiones en este escenario: por un lado tenemos aquellas instituciones que buscan el momento oportuno para normalizar su política monetaria -como EE.UU. y Reino Unido-, que mientras sigan obteniendo buenas cifras económicas seguirán aumentando las expectativas de que el momento de cambio de tasas de interés se llevará a cabo pronto; mientras que el otro grupo desarrolla medidas que permiten superar las dificultades de crecimiento que venían arrastrando desde la última crisis económica global -como Europa, Japón y China-, debilitando sus monedas con el fin de obtener una mayor competitividad de sus productos”, detalló el analista.
Caso a caso: los cambios en el Yuan chino, el Real brasileño y el Dólar americano
Comencemos con la coyuntura más potente. La decisión del gobierno chino de rebajar el valor fijo de su moneda contra el dólar hizo temblar las bolsas y economías mundiales. Hace unos días, el Banco Popular de China tomó la decisión de depreciar el yuan aproximadamente en un 3,5% con respecto al dólar. Ya hay quienes se han manifestado al respecto, como lo hizo el ex presidente de la Reserva Federal de EE.UU. (Fed), Ben Bernanke: "lo que está haciendo China es lo que le hemos pedido que haga, dejar que las fuerzas del mercado jueguen un mayor papel a la hora de determinar el valor de la moneda".
Por su parte, la decisión del gobierno chino fue clara: los argumentos detrás de la depreciación de su moneda son, en términos generales, restaurar una paridad con el euro y el yen, y recuperar competitividad de sus industrias.
“Las últimas publicaciones económicas del gigante asiático han mostrado cierta debilidad en su actividad económica, aumentando la incertidumbre sobre el logro de su meta de crecimiento para este año (7%)”, dice Moreno Basso a nuestra publicación.
“Previo a la devaluación, el gobierno chino había tomado varias medidas para apaliar esta situación, como recortes en sus tasas de interés, aumento en los montos de los préstamos por parte de los bancos comerciales e inyecciones de liquidez al mercado financiero, pero esto no fue suficiente para tranquilizar a los inversionistas con respecto a la incertidumbre que poseen sobre las proyecciones de crecimiento del gigante asiático”.
“Ante esto, el Banco Central de China (PBoC) ha decidido devaluar su divisa (llevándola hacia su nivel más bajo de los últimos cuatro años) con el fin de entregar un apoyo al sector exportador al hacer los productos chinos más competitivos. Sin embargo, esta medida provoca ciertos problemas sobre el sector importador debido a que aumentarían los precios de los productos de origen extranjero, lo que podría provocar una disminución en la demanda de ellos en el corto y mediano plazo”.
“Desde el punto de vista agrícola, tendrá algunas dificultades en el nuevo escenario monetario dentro de sus exportaciones al gigante asiático, debido al aumento en sus precios que enfrentará el consumidor chino debido a los movimientos del tipo de cambio, desarrollando cierta presión sobre sus proyecciones de demanda en el corto plazo”, recalca el analista.
Y respecto a lo que sucede en Brasil, ¿cuál es la situación del Real? ¿Perjudica a los exportadores argentinos de frutas por ejemplo, que envían productos a ese país?
“El real brasileño ha sido la divisa que más se ha depreciado con respecto al dólar americano durante 2015, tanto por efectos externos (la incertidumbre sobre el crecimiento de China y la posibilidad de que la Fed realice cambios sobre la tasa de interés mantienen una presión sobre la valorización de la divisa norteamericana), mientras que los claros signos de ralentización de la economía brasileña (que de no mostrar repuntes en las próximas proyecciones de crecimiento trimestral podría caer en una “recesión técnica”) con una demanda interna alicaída y un escenario político agudo, han disminuido el atractivo por parte de los inversionistas sobre el gigante sudamericano, lo que entrega sólidas bases a que el tipo de cambio mantenga su tendencia alcista”, dice el analista.
“Bajo este escenario, con una demanda interna y un comercio internacional debilitado, se ve con claridad las dificultades que tendrá el sector exportador agrícola argentino, dada la alta correlación que existen entre ambas economías”.
“Cabe recordar que el principal socio comercial de Argentina es Brasil, donde las exportaciones hacia su vecino del norte representan cerca del 21%, por lo cual este complicado escenario repercutirá en menores envíos por parte de Argentina a Brasil, dada una menor proyección de demanda por parte del gigante sudamericano”, agrega.
Por otro lado, ¿cuál es la actual situación del dólar y qué consecuencias tiene su cambio en Chile?
“El tipo de cambio en Chile también se ha visto influenciado por las expectativas sobre si la Fed modifica los niveles actuales de tasas de interés (manteniendo una presión alcista sobre el dólar americano) y la incertidumbre sobre las proyecciones de crecimiento de la economía china que ha impactado en la cotización de las materias primas”.
“Desde un punto de vista interno, los claros signos de ralentización económica, con débiles cifras sobre la demanda interna e inversión, y un Banco Central atado de manos en su manejo de política monetaria en búsqueda de un equilibrio entre sus objetivos inflacionarios, y las condiciones óptimas para desarrollar un crecimiento sostenido en la economía, se ha mantenido bajo presión la cotización de la divisa chilena”.
“Como consecuencias de la presión alcista del tipo de cambio, uno de los efectos que debemos destacar es la presión que experimenta la cotización de los productos importados, los que seguirían experimentando alzas en los próximos meses. Muchos importadores traspasarán este mayor costo de internación a los precios finales donde los consumidores absorberán gran parte de este aumento, y conllevara una presión sobre el nivel de precios (inflación) de nuestra economía”.
“Desde el punto de vista de un exportador, el aumento del tipo de cambio será favorable y permitirá mayor ingresos. Este escenario es favorable mientras mantenga un nivel de producción óptimo, dado que si requiere un mayor uso de capital (nuevas plantas y/o equipos de producción) reducirá su ganancia ante la exposición a un tipo de cambio más alto”, concluye.