En la hidroponía o cultivos hidropónicos hay una gran cantidad de opciones de sustrato, hoy nos centraremos en el sustrato de lana de roca.
El origen del uso de la lana de roca como sustrato para cultivo hidropónico nace en Dinamarca y pronto se desplaza a los Países Bajos, donde tienen una gran cultura de este tipo de cultivos y gozan de impresionantes invernaderos con la mejor tecnología disponible. Hoy en día es uno de los sustratos más utilizados, por su coste, su calidad y sus características, que las iremos viendo a lo largo de este artículo.
La lana de roca está compuesta de los siguientes elementos, mezclados y fundidos a 1.600 grados
Toda esta mezcla de componentes y a esa temperatura da como resultado unas fibras muy finas de 0,005 mm de grosor. Aparte, se le añade algunas materias más para conseguir equilibrar la mezcla y otorgarle más propiedades. Cuando está listo para vender se considera inocuo y libre de patógenos. Imáginate, a 1.600 grados…
Vamos a lo que nos interesa. En otros artículos de cultivo hidropónico aparecían las características que debía tener un buen sustrato para cumplir con su función. Vamos a ver cuáles son la propiedades de la lana de roca.
Bajo estas características, podemos decir que es un buen sustrato, tiene muy buena porosidad, buena capacidad de aireación, capacidad de retención de agua y un bajo porcentaje de agua de reserva. ¡Perfecto!
Tiene algunas contras eso sí (como todo). Tiene una duración limitada, por lo que llegado el momento, sus propiedades se pierden y se debe sustituir para garantizar el oportuno crecimiento de la planta. Además, también es débil en cuanto a su estabilidad mecánica.
Sin embargo, la que más nos llama la atención es que no es biodegradable, así que hay que tener cuidado con ello.
En un principio, la lana de roca posee reacciones alcalinas que pueden aumentar el pH de la solución nutritiva, pero se va corrigiendo paulatinamente aportando un riego con nutrientes más ácido de lo normal, en torno a 5,5-5,8. No tiene capacidad tampón por lo que se pueden conseguir variaciones de pH con poca solución nutritiva.
En España empezó a conocerse la lana de roca en cultivo hidropónico en 1.982. En estas fechas actuales es el principal sustrato y ha tenido un crecimiento de uso exponencial desde su año de introducción.
Se suele presentar en tablas que suelen durar 2 años y tienen unas medidas de 1 metro de largo y entre 15 y 25 cm de ancho. En esa tabla se suelen cultivar de 2 a 6 plantas, pero para plantaciones de grandes densidades se puede llegar a 9 o 10 plantas.
El hecho de que sea el material de sustrato más utilizado en España y en Europa se debe a su gran poder de retención de agua libre (donde la planta la puede asimilar sin ningún problema), que está supera el 95%. Esto hace que pueda haber largos periodos en los que no se necesita volver a regar. Sin embargo, una de sus mayores contras es que, dado su baja capacidad tampón, se requiere un mayor control del agua de riego y los nutrientes que se utilizan.
Fuente: www.agromatica.es
Foto de portada: www.hortalizas.com
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