Cítricos chilenos, un éxito inesperado
De las páginas de TopInfo.
Chile es conocido en el mundo por sus frutas templadas, como son las uvas, manzanas, kiwis o frutas de carozo. Tradicionalmente no era considerado un país citrícola. Su posición geográfica lo ubica en la zona límite para una producción de cítricos de calidad. Durante muchos años la producción fue acotada y destinada en primer lugar a abastecer el mercado local. A este se destinaba 70% de la producción, exportándose unas 20-30.000 toneladas. Lo que más se exportaba era limón, algo de naranjas y muy pocas mandarinas a Norteamérica, Europa y Asia.
Pero en los últimos 20 años el panorama cambió radicalmente, siendo actualmente Chile uno de los principales proveedores de cítricos del hemisferio sur. Esto se logró gracias a los cambios que realizó el sector citrícola y a la evolución favorable en los mercados externos, en especial en los EE.UU. El éxito chileno está íntimamente ligado a la creciente demanda por cítricos de contraestación en los EE.UU. Fue en este mercado en el cual se produjo el gran boom y al cual se dirige la mayor parte de las exportaciones chilenas (86% del total).
Los cambios que se realizaron:
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Migración de los cultivos al norte
Originalmente los cítricos se cultivaban principalmente en la región metropolitana y la VI, concentrando hace unos años el 60% de la superficie. Actualmente la VI región perdió importancia (16% de la superficie) y los cultivos se encuentran más al norte; en las regiones IV (27%), V (25%) y la Metropolitana (31%).
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Cambio en la importancia de las especies
Originalmente los dos cítricos más importantes eran: naranjas (45% de la superficie) y el limón (40%). La participación de las mandarinas era mínima (14%). Estas relaciones prácticamente se invirtieron. Actualmente son las mandarinas las más cultivadas (38% de la superficie), seguido por los limones (33%) y por último las naranjas (28%).
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Lotes con menor riesgo de heladas
Las heladas son una constante amenaza para la citricultura chilena y han provocado grandes daños. En base a esta experiencia los productores han cambiado la ubicación de las plantaciones, eligiéndose aquellos lotes con menores riesgos.
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Cambio varietal
En caso de los cítricos dulces y en especial en las mandarinas, esto fue fundamental. Chile era conocido por sus clementinas, pero a principio del dos mil se inició en el cultivo de la W. Murcott, que se transformó en el gran éxito. En el 2002 y 2003 embarcó las primeras cajas, en 2020 llegó a enviar 130.000 toneladas de W. Murcott. Actualmente el 72% del total de mandarinas exportadas por Chile son las tardías, destacándose la W.Murcott/Nadorcott. Ingresa a los EE.UU. como W.Murcott, mientras que a Europa como Nadorcott, teniendo que pagar en ese mercado royalties.
En las naranjas también hubo un cambio varietal, aunque no fue tan revolucionario como él de las W.Murcott en las mandarinas. La naranja exitosa fue la Fukumoto, una Navel temprana, que se da muy bien en Chile.
Gracias a esto es actualmente la variedad más exportada (32% del total). La oferta es completada por las Navel tardías (Lane Late, Navel Late), que representan el 34% de los envíos y las de media estación (Washinton Navel, Atwood y otras), que son el 32%.
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Mejoras de la calidad
El sector está haciendo grandes esfuerzos para mejorar la calidad. En caso de la calidad interna se trabaja para lograr un mejor gusto, dado que las condiciones agroclimáticas de las regiones citrícolas chilenas hacen difíciles lograr los estándares más elevados. Otro problema es la presencia de semillas en mandarinas, que en algunos años están más presentes a lo deseado.
Otro problema que surge, es la falta de tamaño, ante la escasez de agua. La sequía es un problema serio para Chile. Estos inconvenientes afectan la exportación, así por ejemplo la menor dulzura limita el éxito en algunos mercados asiáticos. La presencia de semilla y la falta de tamaño siempre es castigada a través del precio.
Para mejorar estos parámetros se están dictando cursos, asesorando a los productores, promocionando y apoyando la incorporación de nuevas tecnologías. También se realizan mayores controles a la fruta que se va a exportar.
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Diversificación de los mercados
Es el punto que más cuesta enfrentar, a pesar de los múltiples esfuerzos realizados. En los EEUU Chile es un gran proveedor de frutas, teniendo fuertes lazos comerciales y gran conocimiento del sector minorista. Las empresas chilenas ofrecen un canasto de frutas, lo que siempre es una ventaja para negociar. La actividad es apoyada por programas de promoción que realizan instituciones públicas, como privadas.
Pero en los otros mercados, como es Europa, Chile tiene que enfrentarse a una marcada competencia. A estos mercados solo provee ocasionalmente.
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China
A principio del año pasado se abrió el mercado chino para los cítricos chilenas. Grandes expectativas se han depositado en este destino. De esta forma se espera poder lograr una mayor diversificación de los destinos y reducir la dependencia actual de los EEUU. Chile tiene la ventaja que ya están proveyendo a China con una amplia gama de frutas (cerezas, uvas, manzanas), completando los cítricos la canasta ofertada. Las empresas tienen un buen conocimiento del mercado y Chile tiene un buen nombre entre los importadores. En la primera campaña se logró enviar 5.700 tons de limón, 1.100 de mandarinas y 400 de naranjas. La proyección es duplicar este volumen en el corto plazo.
Todos los cambios realizados por el sector y gobierno chileno fueron muy positivos y llevaron al éxito, a tal punto que los cítricos que eran una fruta menor, pasaron a tener peso en la fruticultura chilena. Actualmente el 14% de las exportaciones de frutas frescas chilenas son aportadas por los cítricos. Hace unos pocos años su participación era de 5-8%. Junto con las cerezas, son las frutas cuya exportación más está creciendo. Mientras que en las otras frutas los volúmenes embarcados son estables (kiwi, pera, palta) o están cayendo (manzanas, uvas), las de los cítricos crecen año tras año.
Autora: Ing.Agr. Betina Ernst