Chile busca rescatar el patrimonio genético del pepino dulce
Con el 80% de la superficie nacional, el Valle de Limarí en la Región de Coquimbo, se alza como la principal zona productora de pepino dulce (Solanum muricatum) en Chile. Sin embargo, el escenario de escasez hídrica ha ido disminuyendo la superficie poniendo en riesgo la pérdida del material vegetal.
Frente a este escenario, el Instituto de Investigaciones Agropecuarias en Chile (INIA), está llevando a cabo un proyecto de investigación que busca rescatar el patrimonio genético del pepino dulce de este valle y caracterizar la zona de producción del fruto para postular a una Indicación Geográfica y así potenciarlo.
Portalfruticola.com conversó con Constanza Jana, Subdirectora de Investigación y desarrollo del INIA Intahuasi, quien explicó la situación actual del pepino dulce en Chile.
"Se trata de un cultivo endémico de la Región Sud Andina", nos relata, agregando que "esta especie ha sido postergada en lo que a investigación se refiere y en Chile es un frutal marginal".
"No existen variedades comerciales, sino ecotipos con productividades muy variables y, pese a que materiales de Chile han sido llevados al extranjero para el desarrollo de variedades, no hay desarrollo local en esta especie", señala.
Jana destaca que es una especie cuyos frutos tienen un alto contenido de polifenoles totales -comprados con otras especies-, un alto contenido en agua, un muy bajo aporte calórico, además de ser rico en minerales y vitaminas.
"Esto lo hace una fruta muy apetecida en mercados europeos", indicó.
Hay que señalar que el pepino dulce producido en Chile no se exporta y sólo se consume a nivel local.
"Ha habido intentos de exportación a Argentina y, eventualmente se realiza, pero en bajo volumen”, indica, haciendo una diferenciación con lo que sí ocurre en Nueva Zelanda, Israel y España, países que han desarrollado variedades del pepino dulce que se exportan dentro de Europa a altos precios y en venta por unidad.
A nivel de la investigación, Jana indica que el primer desafío es rescatar los materiales actuales.
"Las zonas productoras se han visto azotadas por el déficit hídrico de las zonas áridas en que se produce y al ser una especie de propagación vegetativa, sin producción de semillas, es muy sensible a perderse".
El segundo desafío es caracterizar los materiales de pepino (morfológica, molecular y funcionalmente) para saber qué es lo que realmente hay en Chile. A esto se suma el desafío de uniformar los clones productivos, a través de algún programa de mejoramiento que logre un fruto uniforme de mayor facilidad de comercialización, ya que actualmente la variabilidad en la producción es muy alta.
"El tercer desafío es mejorar la poscosecha del pepino dulce, conociendo su comportamiento a diferentes condiciones de manejo y/o tratamientos, y así evaluar las posibilidades reales de exportación. A partir de ahí creo se puede empezar a abrir mercados".
En Chile el pepino se da en zonas costeras donde la probabilidad de heladas sea baja, dado que es una especie sensible a éstas. Además del Valle del Limarí, la fruta también se produce en la Región de Valparaíso pero en menores volúmenes.
"Las observaciones de campo indican que los frutos de Cerrillos de Tamaya (Limarí) serían más redondeados y con menos vetas moradas que el de la Región de Valparaíso. El estudio preliminar que se ha hecho hasta ahora indica diferencias entre los frutos, pero aún debemos evaluarlos en un mismo ambiente", dice Jana.
"Los productores de la zona de Cerrillos de Tamaya y comercializadores de los frutos indican que los frutos de esta zona son reconocidamente superiores en calidad, pero esto no ha sido estudiado y en eso estamos trabajando", acota.
La experta señaló que los frutos de las zonas productoras también serán evaluados en su contenido de polifenoles tanto a nivel de cáscara como de pulpa, y azúcares y ácidos orgánicos que le definen su calidad organoléptica.
"Los materiales colectados actualmente serán la base de un programa de mejoramiento en esta especie, pero antes de iniciarlo tenemos que tener clara la variabilidad real que hay a nivel nacional".
"Hay un estudio que está realizando INIA La Platina paralelamente, caracterizando los aromas de pepino, cuyos resultados se podrán complementar con los nuestros, para ir avanzando en el estudio de esta especie", concluye.
Dato
El proyecto “Puesta en valor de pepino dulce (Solanum muricatum) producido en el Valle de Limarí, a través de la caracterización del recurso genético local asociado a su origen geográfico y el rescate de ecotipos promisorios”, tendrá una duración de 27 meses. La iniciativa ejecutada por el INIA es financiada por el FIA.