La mosca de alas manchadas Drosophila suzukii es una plaga muy seria para cerezo y berries (arándano, frutilla, mora, frambuesa), ya que tiene un ovipositor que le permite romper la piel de la fruta sana y colocar sus huevos en ella. Desde los primeros años de su presencia en Chile este insecto golpeó con mayor dureza a la AFC.
En Chile, un porcentaje importante de los berries está en manos de la Agricultura Familiar Campesina (AFC), los que son cultivados preferentemente desde un enfoque orgánico o agroecológico.
Puesto que esta plaga no puede controlarse usando solo insecticidas, ya sean convencionales u orgánicos, las prácticas culturales cobran mucha más importancia para manejar la D. suzukii que en otro tipo de plagas.
Esta situación pone a productoras/es de berries de pequeña escala en una buena posición para implementar un genuino manejo agroecológico de esta mosca, por cuanto pueden adoptar medidas que para productoras/es medianas/os o grandes resultan más difíciles, especialmente aquellas relacionadas con la cosecha frecuente y la eliminación de toda fruta no comercializable.
Es la principal herramienta para combatir la multiplicación de la plaga. Es necesario realizarla en forma diaria o, al menos, día por medio. Por el contrario, cosechar cada 4 o más días, o dejar que se acumule fruta madura en la planta, favorece el ataque de la plaga (Figura 1).
Una vez que la fruta cae al suelo es muy difícil eliminarla y las soluciones, actualmente disponibles, tienen una eficacia limitada.
Se debe retirar toda la fruta que no esté destinada a la venta y se debe destruir, tanto durante la cosecha como después de ella. La eliminación de esta fruta se puede hacer enterrándola a 40 cm o solarizándola, dependiendo del volumen que haya que eliminar.
Figura 1. Influencia de la frecuencia de cosecha (1, 2 y 5 días) en la intensidad de ataque de la mosca de alas manchadas Drosophila suzukii en frutos de frambuesa.
Se debe eliminar, dentro de lo posible, cualquier planta que produzca frutos aprovechables por la plaga (zarzamora, rosa mosqueta, capulí, ciruelos, etc.), las que pueden estar presentes en cercos, orillas de canales, huertas familiares, jardines, patios, vías públicas, cortinas corta-viento, etc.
Es fundamental para evitar que existan bolsones de humedad y sombra. Se debe podar pensando en producir los mismos kilos, pero sin tener zonas poco iluminadas y ventiladas. Además, la poda permite escalonar la cosecha en las variedades remontantes, es decir, distribuir la producción en un mayor período y, de esta manera, optimizar la mano de obra disponible.
Aporta dos beneficios importantes: controla malezas y es una barrera física que impide que las larvas lleguen al suelo para pupar (Foto 1).
Las malezas aumentan la sombra y la humedad, por ende, se deben mantener lo más controladas posible.
Es preferible utilizar riego por goteo, ya que el riego tendido o gravitacional favorece la proliferación de malezas y con los años la planta de frambuesa tiende a cubrir una superficie mayor de suelo.
Evitar marcos de plantación estrechos que dificulten la iluminación y la ventilación.
En arándano es recomendable usar variedades que tienden a ser más erectas. Para las variedades con tendencia a crecer menos verticalmente, se debe invertir en estructuras de soporte. En frambuesa, existen variedades con frutos más firmes, como Regina o Dolomia, que son menos susceptibles a la plaga.
A la fecha existen cuatro insecticidas con registro orgánico en Chile, pero el listado cambia cada dos o tres meses, por lo que se recomienda visitar periódicamente la página www.sag.gob.cl. Las aplicaciones de insecticidas contra D. suzukii deben realizarse de la mejor manera posible, es decir, elegir el equipo, boquillas, volumen y presión de trabajo adecuados.
Se debe utilizar entre 100 a 400 trampas por hectárea, técnica que es eficaz cuando la presión de la plaga es baja o media.
Algunas empresas están en proceso de registro de algunos repelentes para Chile.
El clima y el paisaje juegan un rol fundamental en la reproducción de la plaga, por lo que, si se piensa establecer un huerto, estos factores deben incluirse en el análisis del lugar donde plantar, junto con las variables tradicionales (valor del suelo, disponibilidad de agua, aptitud del suelo, etc.). Se debe privilegiar zonas con baja pluviometría y alta temperatura.
Ninguna estrategia de manejo de Drosophila suzukii podrá ser exitosa si no existe una coordinación a nivel territorial, ya que esta plaga se desplaza continuamente, lo que hace estériles los esfuerzos de control si estos se realizan en forma individual y sin la necesaria complementariedad.
Fuente: www.inia.cl
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