El purín de ortigas es un concentrado de plantas del género Urtica que puede sernos de gran ayuda para el control de diferentes plagas y enfermedades. De hecho, en agricultura profesional, el extracto de ortigas está clasificado como sustancia básica para el control de ácaros, pulgones y hasta para reducir el desarrollo de algunas enfermedades de hoja, como el oidio.
Aunque las concentraciones de Urtica alcanzadas con el purín de ortigas que podamos hacer casero será mucho menor que el de obtención industrial, si seguimos los pasos para su preparación podremos obtener un caldo interesante para aplicar en todas nuestras plantas, incluido las que tengamos en macetas.
Con el término purín nos referimos al proceso de fermentación que ocurre con restos vegetales del género Urtica, preferentemente de la planta ortiga. Con este proceso natural se consigue obtener todo el jugo y concentrado de la planta.
Contar también con que hay más de 19 especies de Urtica spp. por lo que cada fabricante puede elegir diferente composición en función de las variedades elegidas. Sin embargo, la especie más habitual es ortiga mayor (Urtica dioica) y ortiga menor (Urtica urens)
La actividad insecticida y fungicida del purín de ortigas se debe principalmente a terpenos y a la composición de sus tricomas (pelos urticantes).
La composición completa de la ortiga :
Los efectos generales etiquetados en los extractos de ortigas comerciales incluyen fertilizante de hojas, estimulador del crecimiento, control de la clorosis férrica, prevención de plagas y enfermedades y repelentes de insectos.
A nivel nutricional, el contenido en minerales y micronutrientes asimilables para las plantas es considerado bajo, pero en altas concentraciones (10-15%) puede actuar con un ligero estímulo bioestimulante, ya que el nitrógeno procede de aminoácidos libres como asparagina y la arginina (representando el 80% del total).
Análisis químico de composición del purín de ortigas habitual (dilución 1/10):
Para la preparación de nuestro compuesto a base de ortigas vamos a diferenciar 2 componentes: el purín de ortigas (fermentación/maceración) y el extracto de ortigas (cocción). El primero se suele utilizar por su aporte nutricional, y el segundo, donde se consigue mayor concentración, para aplicación contra plagas y enfermedades.
La concentración para purín de ortigas habitualmente es del 10% (1 kg de ortigas frescas por 10 litros de agua). En cambio para su actividad como Sustancia Básica, necesitamos una concentración bastante mayor (75% ortigas frescas o 15% ortigas secas).
Según el tiempo de fermentación, lo podremos clasificar de 3 formas distintas:
Generalmente, lo que nosotros buscamos para aplicar en las plantas es un extracto fermentado de ortigas, por lo que el tiempo medio será de entre 10 y 15 días.
Para la preparación del purín de ortigas no necesitamos muchos ingredientes, simplemente entretenerlos en seleccionar hojas frescas de ortigas (ortiga mayor y ortiga menor, preferentemente), realizando esta tarea con guantas ya que esta planta tiene actividad urticante.
Vamos a ver qué necesitamos.
Ingredientes utilizados:
10 litros de agua, preferentemente de lluvia.
1 kg de ortiga fresca (recolección previa a floración).
Introduce las hojas de ortigas frescas en el recipiente, al que le añadirás agua potable, respetando la proporción anterior. Es decir, 100 gramos de hojas frescas de ortigas por cada litro de agua. Agita la mezcla enérgicamente e intenta dejar todas las hojas sumergidas en el agua.
Tapa el recipiente, pero sin cierre hermético. De esta forma, activarás el proceso de fermentación. Notarás un potente olor desagradable desprenderse del recipiente, por lo que tiene que estar bien cerrado. Mueve cada 2 días y déjalo fermentar durante 10 días.
Posterior a los 10 días, filtra el purín de ortigas fermentado y guárdalo en un entorno protegido de la luz y a una temperatura no superior a los 30 ºC.
Según el reglamento de Sustancias Básicas, SANTE/11809/2016, existe una concentración específica según farmacopea en el cual a partir de aquí hay actividad completa sobre plagas y enfermedades, que especificaremos más adelante.
Generalmente, el purín de ortigas se puede utilizar para enriquecer una mezcla de compost, para aportar directamente al suelo (nutrientes + prebiótico microbiológico) o bien, en mayor concentración de hojas frescas, como repelente y control de plagas y enfermedades.
En este último caso, como todo lo que lleve la denominación de insecticida/acaricida/fungicida necesita una autorización especial, actualmente el extracto de ortigas está clasificado como Sustancia Básica en Europa.
Potenciar un mulching o cobertura vegetal
Mezclar el material vegetal seco (parte aérea) con el mantillo a razón de 83 g por kg de mantillo. De esta manera, aunque el aporte nutricional no es muy grande (ver tabla de composición), sí contiene complejos orgánicos que pueden favorecer la multiplicación y el desarrollo de la microbiología natural, actuando como un prebiótico de compost.
Aplicación directa al suelo
Como si fuese un fertilizante, utilizando concentraciones altas (10%, equivalente a 100 ml por cada litro de agua), podemos aplicar directamente sobre las plantas o creando un efecto repelente sobre insectos de suelo.
Lo primero que hay que tener en cuenta, según las recomendaciones de Sustancia Básica, es que los tratamientos foliares preventivos no tienen ningún impacto para evitar la proliferación de la plaga si aún no se encuentra en el cultivo. Es decir, no tiene actividad sistémica ni el único foco de protección que otorga el extracto o purín de ortigas es la mejora nutricional y el aporte de antioxidantes.
Sin embargo, sí puede tener actividad repelente, lo que hace que disminuya la probabilidad de que la plaga actúe sobre la planta, especialmente cuando tenga otras opciones de alimentación (plantas no tratadas con el purín de ortigas).
Para el control de ácaros, con solo una maceración de 24 horas a una temperatura de 20 ºC se pueden conseguir excelentes resultados, siendo constantes en la aplicación (hasta 6 aplicaciones foliares con un margen entre aplicación de 7 días).
Contra enfermedades, tiene actividad preventiva y curativa, según la documentación europea sobre el extracto de ortigas.
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