La empresa de agricultura vertical Upward Farms planea construir en Pensilvania la que será la mayor granja vertical del mundo, y los peces van a fertilizar los cultivos.
Upward ha anunciado su intención de construir una granja vertical de más de 23.000 m2 en Pensilvania. Cuando se inaugure en 2023, será la mayor granja vertical del mundo.
Al igual que las otras granjas de Upward, esta producirá tanto micro vegetales como pescado, y su ubicación permitirá a la empresa hacer llegar esos productos a algunas de las zonas más pobladas de EE.UU. y a casi 100 millones de estadounidenses en un solo día de distribución, frente a la semana que puede llevar recibir los productos desde la costa oeste.
Es una instalación de interior en la que los cultivos se realizan en estanterías apiladas bajo luces artificiales. Este diseño permite cultivar más cosechas en la misma parcela, pero esa es sólo una de las ventajas.
Como los agricultores pueden controlar con precisión todo, desde la temperatura hasta la humedad, en una granja vertical, pueden producir un producto más uniforme. Tampoco tienen que preocuparse por la evaporación y la escorrentía del agua, lo que hace que las granjas verticales sean más eficientes en el uso del agua.
La desventaja de estas granjas es que suelen ser más caras que sus homólogas de exterior: la luz solar es más barata que la artificial en la mayoría de los lugares, y la electricidad necesaria para alimentar el control climático, el sistema de agua y otras tecnologías de una granja vertical se suma a los gastos generales.
Para ayudar a reducir estos costes, las granjas verticales de Upward también crían lubinas rayadas híbridas.
Los residuos producidos por las lubinas se filtran en sus tanques y se usan en lugar de fertilizantes sintéticos en los cultivos de Upward. Según la empresa; esto permite duplicar el rendimiento de los cultivos de una granja vertical media, lo que ayuda a que sus productos sean más rentables.
Los expertos ponen a disposición de los agricultores bacterias contra el cambio climático que luchan contra patógenos, al mismo tiempo que protegen contra el calor.
El bokashi es una técnica de abono japonés que se ha desarrollado en los últimos 40 años que es considerada "milagrosa". Lee este artículo para aprender más al respecto.
Las prácticas respetuosas con el medio ambiente sustituyen a los antimicrobianos en los colmenares de Ghana, trabajando en una una apicultura sostenible.