Las mandarinas no son lo mismo que las clementinas, y viceversa. Si bien es cierto que ambas son variedades de la familia de las naranjas, pero con la piel más suelta, y se parecen, y mucho, estas frutas son muy diferentes. Pero también son consideradas un "tipo" de mandarina en algunas culturas.
La mandarina, es un cítrico de diferentes especies como la «Citrus reticulata», la «Citrus unshiu» y la «Citrus reshni». proviene de un árbol pequeño el mandarino pero que resiste muy resistente al frío, más que el naranjo.
Aunque nos cuesta diferenciarlas a simple vista, ya que en el exterior es muy similar, la mandarina es el crítico más parecido a su hermana mayor la naranja, aunque de menor tamaño, sabor más aromático y con mayor facilidad para quitarle la piel.
Considerada por muchos como una golosina frutal y llamada así por ser uno de los alimentos favoritos del gobierno chino mandarín, esta tiene una acidez ligeramente inferior y más cantidad de azúcar. En cambio, la clementina es un híbrido entre mandarina y naranja amarga, de donde viene ese sabor agrio y a la vez dulce tan característico.
Sin embargo, y a pesar de sus orígenes diferentes, la gran mayoría de la sociedad sigue confundiéndolas y llamándole mandarina a la clementina y a la clementina mandarina.
Quizás este afán por convertir dos frutas en una sola radique en que en algunos países no se diferencien entre ambas. En Alemania, por ejemplo, a estas dos frutas se las llama «mandarine» sin dar muchas más vueltas a la cuestión. Un debate que, en el resto del mundo, está más que extendido y que provoca algún que otro quebradero de cabeza al llegar a la frutería.
Es, quizás, la pregunta más repetida porque ya no sabemos si lo que nos gusta es una u otra. Pero, aunque por fuera sean similares, por dentro no, por lo que existen una serie de claves para saber qué queremos y cuál de estas dos variedades nos gusta más. Aunque ambas frutas son de tamaño pequeño si se compara con las naranjas, las clementinas suelen tener un tamaño un poco más pequeño que las mandarinas.
- La mandarina tiene la piel más pegada a la carne que a las clementinas.
- Tienen semillas, pero las clementinas no.
- La mandarina tienen un sabor característico ácido, mientras que las clementinas son más dulces.
- El cultivo de las mandarinas arranca en el 2.000 a.C. en el lejano Oriente. En cambio, el de las clementinas se lleva a cabo desde el siglo XIX en Asia, aunque emigraron hacia el Mediterráneo, dónde hoy en día son uno de sus productos estrella, tal y como sucede en España.
- La mejor época para comer mandarinas es el otoño, mientras que las clementinas se encuentran en las fruterías listas para llevarlas a casa a principios del invierno. Eso sí, la temporada de las clementinas dura mucho menos tiempo que la de las mandarinas.
Podemos diferenciar tres grandes grupos de variedades dentro de la mandarina: la clementina, la satsuma y híbridos de la propia mandarina. A continuación, veremos su principales características:
La clementina es consecuencia de la mezcla, del cruce entre las mandarinas y las naranjas. Se dice que el resultado de la esta variedad de mandarina es la unión de un mandarino con el polen de un naranjo.
La semblanza entre clementina y mandarina hace, que en ocasiones, utilicemos el término mandarina para denominar las dos variedades. Sin embargo, la propia clementina tiene diferentes características:
La mandarina tiene un sabor característico tirando a ácido, mientras que las clementinas son más dulces.
La temporada de las clementinas suele empezar más tarde que la temporada de la mandarina. Se calcula que, aproximadamente entre dos o tres semanas más tarde, aunque las fechas pueden variar en función de la variedad de cada una de las frutas.
Las mandarinas tienen semillas, pero las clementinas no.
Las mandarinas tienen la piel más pegada a la carne que a las clementinas, son más complejas de pelar.
Las clementinas suelen tener un tamaño un poco más pequeño.
Tienes su origen en Villareal (Castellón) y su recogida se realiza entre octubre y noviembre. Se caracteriza por ser fácil de pelar, de color naranja intenso y muy dulce.
Conocida como la mutación de la «Clementina Fina» y es originaria de Nules (Castellón). Se recolecta desde finales de septiembre hasta principios de noviembre.
Es un fruto de tamaño medio y tiene un color rojo-anaranjado, sin semillas, piel final y fácil de pelar.
Esta clementina igual que la Arrufatina tiene su origen en Castellón. Esta variedad tiene un buen tamaño respecto a las otras clementinas.
Sin semillas, fácil de pelar y muy dulce. También se recolecta desde finales de septiembre hasta finales de octubre.
Es originaria de Nules (Castellón). Es considerada por una gran parte de los agricultores como la variante más dulce y fácil de cultivar.
Se recolecta durante la primera semana de noviembre hasta la última de enero. Su color es naranja, sin semillas y es un poco más ácida que las anteriores.
¿Qué es la tangerina? Podemos decir que, la diferencia entre mandarina y tangerina es, que esta, tiene una piel de un color más rojizo, en cambio, las mandarinas tienen un color más anaranjado. Este tipo de mandarina tiene un sabor dulce y jugoso que les encanta a los más pequeños sobre todo porque es muy fácil pelar.
Tangerine es el nombre en inglés de la mandarina, el fruto de Citrus reticulata lo cual es origen de muchos malentendidos y confusiones. En español también existe una distinción entre la llamada “naranja mandarina” y la “naranja tangerina”, pero no está tan extendida en su uso común.
El tangelo es una especie de cítrico. Puede ser un híbrido entre mandarina y pamplemusa o mandarina y pomelo. Pudo haberse originado en el sudeste asiático hace unos 3500 años. Los frutos pueden ser del tamaño del puño de una persona adulta y tienen un sabor parecido a la mandarina, pero más jugoso, hasta el punto de no tener demasiada pulpa pero si producir un excelente zumo.
Los tangelos tienen generalmente la piel libre y son más fáciles de pelar que las naranjas. Son fácilmente distinguibles de las naranjas por una característica protuberancia que tiene el fruto en su inserción con el pedúnculo.
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